<
>

¿Dónde hay más miedo, en FMF o en el Tri?

Ante Japón, el Tri tendrá que eludir el mote de peor equipo del Grupo A de la Confederaciones Mexsport

FORTALEZA, Brasil -- La peor humillación a México no se la impuso Brasil. Tampoco Italia. Se la impuso Japón. Y por supuesto la asustadiza forma de jugar del Tri.

Terminó el periplo de la Confederaciones. ¿Recuerdan en enero en el gigantesco pizarrón donde se expusieron los objetivos del Tri para 2013?, y que "vamos a cumplir cabalmente", dijo después Justino Compeán, presidente de la FMF.

Ahí, más presuntuosamente que presumiblemente, el Tri prometía y se comprometía a jugar la Final de la Confederaciones, clasificar a Brasil 2014 y ganar la Copa Oro. Así, estrictamente. Se fracasó en el primero, se tiene empeñado el futuro en el segundo y para la tercera meta, tres jugadores convocados han quedado fuera, uno por motivos personales y dos por lesiones.

Sostenía en la crónica del México vs. Brasil que los momentos en los que el Tri tuvo control del juego y amenazó a los amazónicos, coincidieron estricta y exactamente con los momentos en que durante el primer tiempo David Luiz fue sustraído de la cancha por sangrar de la nariz.

Leyendo, escuchando otras opiniones, temí haber visto otro juego a pesar de estar en un sitio perfecto en el estadio.

Me tranquilizó Scolari, cuando en la Conferencia de Prensa, analizó detalladamente ese tema. De hecho dedicó minutos a especificar cómo la ausencia del defensa había hecho zozobrar a su cuadro bajo.

"Esos fueron los mejores momentos de México, cuando aprovecharon que David Luiz sangraba y él o no estaba en la cancha o no estaba concentrado por querer evitar el sangrado". A esa puntualización, Scolari agregó el relato de algunas de las jugadas, y cómo las coberturas de los laterales y volantes se hicieron más hacia el núcleo del área y por eso volaron balones a esa zona.

Aclaro esto, porque me sorprendió incluso de especialistas que sostenían que una notable y notoria mejoría del Tri era reflejo de la sabiduría táctica del Chepo de la Torre y de la forma de emerger de algunos jugadores, cuando el único brespetable, de nuevo, fue Giovani dos Santos, ojo, de nuevo por derecha, que no es su mejor zona.

Algunos hasta afirmaban que había sido el mejor México de la Copa y que eso rescataba la cabeza del Chepo. Y esos mismos lo habían asesinado por redes sociales cuando en la alineación estaban Torrado y el Maza. ¿Tan pronto se navega de la pontificación al autodesmentido?

Al final, México encuentra su Apocalipsis en la peor participación en una Copa Confederaciones, cuando dos embrujos fascinantes de Neymar lo sentencian.

Eso podría agradecerse: al menos el mausoleo donde yacen los restos ilusos e ilusionados del Tri en esta Copa, lo construyó uno de los mejores arquitectos de futbol en el mundo, como lo es este brasileño, citado a ser sobresaliente con un socio como Messi en el Barcelona.

México encima alargó su angustia. Tras ser sometido por Brasil, se colgó con uñas y dientes de una que parecía endeble y enclenque esperanza: la victoria de Japón, que se diluyó, tal vez injustamente, pero de manera dramática y espectacular, cuando gana Italia por 4-3 en un juegazo.

Ahora, ante Japón, el Tri tendrá que eludir el mote de peor equipo del Grupo A y tal vez el peor de la eliminatoria, directamente con Tahití, donde militan nueve desempleados, un coquero, un vendedor de celulares, un guía de turistas y algunos estudiantes, según lo afirma el propio jefe de la delegación.

Ya habíamos preguntado, ¿qué viene ahora? Decisiones drásticas. Las que sean necesarias.

Viene la Copa de Oro, y en septiembre 6 y 10 las eliminatorias de Concacaf. México disputa 12 puntos y debe ganar al menos siete de ellos. Es decir un nivel de productividad que no ha tenido en este Hexagonal Final, en el que ha ganado 8 unidades de 18 posibles.

¿Qué salga el Chepo? El valiente que llegue debe asumir de inmediato, en la Copa de Oro, y tratar de perfeccionar un grupo base de jugadores de la Liga MuyEquis.

¿Qué siga el Chepo? Exigirle. Y que ello incluya el video de Japón ante Italia, como referente de coraje, de convicción, de futbol prolijo, inteligente, audaz y generoso.

Ah, la soberbia. Ese enero de 20013. "Jugar la Final de la Confederaciones, clasificar al Mundial y ganar la Copa de Oro", dijo Héctor González Iñárritu.

Y en estos momentos, ya no se si lo surrealista fueron aquel exitoso 2011 y la medalla de oro olímpico 2012. Y no sólo si fueron surrealistas, sino accidentales los logros de esos años.

O si lo surrealista es este 2013, que traiciona la autenticidad de los dos años anteriores.

Ah la soberbia. Y de ello cito a Nicolás Maquiavelo.

"La naturaleza de los hombres soberbios y viles es mostrarse insolentes en la prosperidad y abyectos y humildes en la adversidad".

¿Alguien a quien les recuerde?