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'Confianza', dice el Tri,para ocultar la verdad

BELO HORIZONTE , Brasil -- Honestidad, un poco de honestidad. Sinceridad, un poco de sinceridad. Franqueza, un poco de franqueza.

Pero no: el discurso ahora es un homenaje al cinismo. Y no es un desplante aislado para salvar egoístamente su pellejo. En este caso es un mal endémico. Una epidemia de escapismo colectivo.

"La victoria nos sirve porque nos da confianza" para el Hexagonal Final de la Concacaf.

Y la retórica gastada, el discurso advenedizo, la demagogia oportunista, florece como alegato que pretende ser un desfachatado reivindicador de lo irreivindicable.

Decía Abraham Lincoln que "la demagogia es la capacidad de querer disfrazar las grandes mentiras con una verdad pequeña".

"Nos dará confianza" vencer 2-1 a Japón.

Y es el sermón vacío, facilista, de Chepo de la Torre, Chicharito Hernández, Gerardo Torrado y demás, urgidos de un salvavidas para tratar de hacer menos obsceno su pasaje en la Copa Confederaciones.

¿Confianza? Se imaginan, antes de enfrentar de local a Honduras y de visitante a Estados Unidos, una diatriba arrabalera de merolico por parte del cuerpo técnico haciendo referencia a la victoria ante Japón.

¿De verdad en dos meses y medio prevalecerá como reliquia sagrada, como epítome de gloria futbolística, este 2-1 ante Japón, para ser la arenga inspiradora de un nuevo Tri?

¿De verdad alguien cree que este Japón abúlico se parece en algo al fervoroso y despiadado esfuerzo que harán los hondureños? ¿O incluso EEUU?

¿Confianza? ¿De verdad el Chepo y su séquito creen que el universo mexicano de seguidores se tragará semejante discurso de gloria descarapelada tras el patético rendimiento en la Confederaciones?

¿O alguien cree incluso, y comparte este discurso del Tri, que vencer a la versión desidiosa de Japón asusta, que intimida, que impacta, que sobrecoge a Honduras y a EEUU?

"Confianza", dice el Chepo, y entonces su punto de aprendizaje debe ser lo que hicieron ante Japón y no todo lo que dejaron de hacer ante Brasil e Italia. Enseña más una victoria ante los iguales que dos derrotas ante los grandes.

¿Confianza? Hay que recordar que el Tri llegó al Hexagonal Final de la Concacaf tras arrasar en la fase de grupos y con la estela victoriosa de dominar el área en 2011 y 2012.

Y al bajarse, ¡con toda esa confianza acumulada!, en dos años de gestiones exitosas, tras concluir el carnaval de su soberbia y petulancia, se encontraron con que todo había cambiado en su reino apócrifo de la Concacaf.

¿Confianza? Y Jamaica estuvo a punto de ganarles en el Estadio Azteca, y de esos seis juegos, de 18 puntos posibles suman apenas ocho, están terceros, y en el futuro inmediato pelearán desde el deshonroso panzazo para ir al Mundial hasta el más deshonroso panzazo de ir a la repesca contra Nueva Zelanda.

"Nos deja confianza", dicen el Chepo y sus apóstoles de la farsa. Es decir que con las vitaminas de ginseng que les deja este triunfo de Japón, nuevamente, fortalecidos con estas espinacas del 2-1, el Chepo se compromete, porque ya no promete, a plantar al inmortal Popeye a acabar a catorrazos a sus cuatro rivales restantes en el Hexagonal Final de la Concacaf.

Y así, expuesto de manera tan demagógicamente descarada, entonces vencer en Belo Horizonte a Japón debe ser el punto de partida del desfile histórico de un nuevo México.

Sí, así decía Abraham Lincoln que "la demagogia es la capacidad de querer disfrazar las grandes mentiras con una verdad pequeña".

Confianza. Es el afán de disfrazar con grandes mentiras la pequeñez de un 2-1 circunstancial y cuestionable sobre Japón.

Pero, el pastor de la retórica siempre encontrará rebaños sosiegos, sosegados, que prefieren el sopor de la mentira al escalofrío zozobrante de la verdad.