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Ni señas del "Maracanazo"

Hace 63 años se vivió una de las grandes tragedias deportivas en la historia del Brasil, pero a partir de ahí, la selección "verde-amarelha" ha construido una de las grandes leyendas en el deporte. Este miércoles, brasileños y uruguayos juegan en Belo Horizonte por las semifinales de la Copa de las Confederaciones, en un clásico sudamericano, lleno de grandes estrellas en la cancha, salpicado de historia, de morbo y aderezado por una pasión ilimitada.

RÍO DE JANEIRO -- La memoria no les suele fallar a los brasileños, a menos de que se trate de un acontecimiento que ocurrió hace 63 años y que el mundo del futbol llamó "El Maracanazo" y que para ellos, más que un acontecimiento, fue una tragedia nacional.

"No, de eso mejor no hablemos", me dice Gerson Rodriguez, un hombre de 73 años que atiende un puesto de periódicos en Copacabana. "Yo era muy pequeño para entenderlo, pero tengo algunos recuerdos de cómo fue ese día en casa. Papá estaba desconsolado. Aún recuerdo sus lágrimas".

Más de seis décadas después, en un nuevo siglo, Brasil cuenta que a partir de la derrota ante Uruguay en la final por el Mundial de 1950 logro ganar cinco títulos mundiales, generar a algunos de los jugadores más exquisitos del futbol y apuntar a su equipo como la selección más poderosa en la historia de este deporte. Como que "El Maracanazo" no traumatizó demasiado al futbol brasileño, pero sí dejó una huella difícil de superar en el "torcedor" (aficionado) brasileño que pasó de generación a generación. La oportunidad de resarcir las heridas de aquel domingo 16 de julio llegará recién el próximo año, en la Copa del Mundo, pero antes de ello, una cita en Belo Horizonte que sin duda atrae las remembranzas.

Brasil entra como amplio favorito. Ha ido de menos a más en el evento y en el último juego de la ronda de grupos terminó ofreciendo una exhibición ante Italia que alcanzó para obtener el reconocimientos de su exigente público. Sin alcanzar el potencial que requiere para volver a los primeros planos del futbol, Brasil se ha fortalecido en casa y espera que a partir del futbol que generen jugadores como Neymar y Oscar afiancen sus condiciones y le den el rendimiento parejo en el que tanto insiste el entrenador Luis Felipe Scolari.

Uruguay llegó en estado de emergencia a esta Copa Confederaciones. La victoria que obtuvo en Venezuela le dio cierta vida por las eliminatorias, pero parece inmerso en un proceso de reestructuración que le está costando. Tiene, sin embargo, dos grandes referentes al ataque que puede estropearle la vida a cualquier rival: Luis Suárez y Edinson Cavani. No olviden que Uruguay se ganó el boleto a esta Confederaciones ganando la Copa América en territorio argentino y que fue cuarto lugar del último Mundial, aportando al mejor jugador del campeonato en Diego Forlán.

El Brasil-Uruguay de este miércoles en Belo Horizonte es un duelo con una marcado favorito. Brasil tendrá que responder a la presión y jugar como si estuviera en juego ya una Copa del Mundo, pero Uruguay parece disfrutar esta clase de escenarios donde nadie da nada por ellos y tiene que asomar el orgullo y el espíritu para lograr el resultado. Un clásico sudamericano, lleno de grandes futbolistas, salpicado por la historia misma y aderezado por una pasión ilimitada.

Del "Maracanazo", pocos brasileños se acuerdan o mejor dicho: pocos brasileños quieren acordarse.

@Faitelson_ESPN