<
>

Capítulo 2: Diego Costa, entre dos tierras

MADRID -- Diego Costa aún no ha sido convocado por España, pero lo será, siempre y cuando la FIFA autorice su convocatoria. Pero el 'papeleo' todavía no está listo y a más de ocho meses del Mundial, el delantero tendrá que tomar una decisión definitiva sobre su futuro en muy poco tiempo si quiere llegar a la Copa del Mundo 2014.

En julio pasado, Diego Costa obtuvo la nacionalidad española, convirtiéndose en elegible para La Roja pues con Brasil, su país natal, sólo ha disputado encuentros amistosos. La batalla entre las dos selecciones por asegurar al jugador llegó un par de meses después.

El delantero del Atlético de Madrid llegó, la semana pasada, a su cumpleaños número 25 en el mejor momento de su carrera. Es el jugador de moda en España y Pichichi de la Liga, con ocho tantos, rompiendo la hegemonía que Cristiano Ronaldo y Lionel Messi mantenían en la tabla de goleo.

Indispensable para el conjunto de Diego Simeone, el delantero, que en el pasado se envió envuelto en polémicas debido a su explosividad en la cancha, ha mostrado una gran madurez en esta campaña, mientras todos los que le conocen aseguran que fuera del campo es una gran persona.

Quizás por eso no tardó en conquistar también al director técnico de La Roja, Vicente del Bosque, quien tras una reunión con el jugador en la que discutieron su posible convocatoria, dijo que Diego "es un chico noble y bueno. Si quiere venir será con todas las bendiciones. Con Diego Costa tendremos delantero para muchos años". Y es que a España le urge un centro delantero de garantías como el hispano – brasileño.

Pero Brasil no ha pasado por alto la posibilidad de perder, para siempre, al nacido en Lagarto. Desde el momento en que fue claro que España iba en serio con su intención de asegurar al jugador, el técnico de la selección brasileña, Luiz Felipe Scolari, ha manifestado su descontento en reiteradas ocasiones, pese a que sólo lo ha convocado para un par de amistosos en marzo pasado y dejó pasar la oportunidad de llamarlo para los amistosos de la fecha FIFA de octubre.

Aun así, Scolari, dejó claro que se jugará la última carta en el futuro cercano, y viendo que España no le asegura un sitio en el Mundial, el técnico brasileño se apuró a dejar claro que todavía tiene abierta la posibilidad de disputar el Mundial con Brasil como local.

"Voy a escoger a los jugadores en mayo, cuando será divulgada la lista para la Copa del Mundo. Haré la convocatoria según mis propios criterios. Todos los jugadores brasileños pueden tener una oportunidad. Quien sea brasileño y cumpla las condiciones legales de ser llamado podrá ser convocado. El resto son florituras e historias", dijo Scolari esta semana, mientras miembros de la selección brasileña se pronunciaron en contra del cambio de camiseta del jugador, empezando por el defensa del Barcelona Dani Alves.

"No he hablado con Diego Costa, pero es una decisión en la que no quiero interferir. Diego sabrá qué es lo mejor para él. Si al final decide jugar con España, tendremos que respetarlo", dijo Dani Alves durante la concentración de su selección.

Mientras tanto, Diego se deja querer. Dice que tiene la decisión tomada, aunque no ha revelado cuál es, por mucho 'guiño' que haga a España. Tras la sonada reunión con Del Bosque, Costa dijo que no se comprometió con él porque no le aseguraron una plaza para el Mundial, aunque más tarde admitió que festejaría un gol a Brasil portando la playera roja, como cualquier español.

Brasil intenta entorpecer el proceso burocrático para que la FIFA autorice el cambio de camiseta. Según reportara el diario AS, la Federación Brasileña de Futbol no ha enviado el certificado que indique que el jugador sólo ha disputado encuentros amistosos con Brasil, mismo que lo convertiría automáticamente en elegible para jugar con España.

Aun así, es Diego quien debe tomar la decisión final. La cuestión es muy simple: es una solicitud que los jugadores pueden realizar sólo una vez en su carrera. Es decir, no se puede arrepentir, y al verse codiciado por los dos equipos intenta asegurarse de que el cambio valga la pena. Mientras tanto, España se desespera, pues si hay una posición que no tiene dueño fijo en La Roja (el debate en el marco lo dejamos para otro día) es la del centro delantero.

Hace años que Del Bosque busca alternativas para su ataque debido a la irregularidad y propensión a las lesiones de sus delanteros. Adepto del llamado 'falso 9', busca un jugador que reúna las características tanto del '9 puro' -rapidez, definición, la facilidad para el desmarque, seguridad en el uno contra uno, presencia física, olfato goleador-, como del atacante moderno que puede actuar entre líneas y encontrar huecos. Alguien que pueda posicionarse fuera del área y juegue con más libertad. Diego Costa las reúne todas.

Por el puesto han pasado David Villa, Fernando Torres, Roberto Soldado, Álvaro Negredo, Fernando Llorente y el debutante de esta semana, Michu. Cuando se opta por el 'falso 9', Del Bosque tiene como opciones a Cesc Fàbregas, Juan Mata (aunque lo ha utilizado más como segunda punta) y David Silva, a quien no le encanta la posición. Michu también podría desempeñarse mejor en este esquema o como segundo delantero.

Lo cierto es que ninguno de los anteriores, más allá de que David Villa sea el máximo anotador de La Roja, o que Fernando Torres sea visto como el 'talismán' de las Finales, ha logrado asentarse como titular indiscutible.

Para el nivel de juego que ha desplegado en los últimos meses Diego Costa, es él quien podría hacerse con el puesto titular y resolver, de una vez por todas, el gran problema que supone marcar para España enfrentando equipos altamente defensivos. Lo necesitan desesperadamente. Vicente del Bosque lo sabe. Toda España lo sabe. Falta que Diego quede convencido y defina en cuál de las dos tierras que lo reclaman prefiere permanecer.