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¿Beltrán descolgará al Salón de la Fama?

Mientras Carlos Beltrán sigue conectando más hits cruciales en postemporada este octubre para los Cardenales, la conversación acerca de si él es un potencial futuro integrante del Salón de la Fama se ha incrementado, como una continuación de las discusiones que comenzaron en la temporada regular. Jerry Crasnick escribió acerca del caso de Beltrán para el Salón de la Fama en agosto, mientras que Dave Cameron de FanGraphs escribió acerca de Beltrán y David Ortiz el otro día.


Básicamente, el caso de Beltrán va más o menos así: él, de cierta forma, logró ser un candidato al Salón de la Fama para todos, le va muy bien en métricas avanzadas como WAR pero no tan bien en medidas más tradicionales, como estadísticas contables y resultados de la votación para el Jugador Más Valioso. Ciertamente, dos temporadas fuertes más ayudarán su caso.

Se le ha comparado con Andre Dawson, otro pelotero que hizo un poco de todo. En términos de WAR de por vida, ellos están en un nivel similar: Beltrán tiene 67.5, Dawson tiene 64.4. Una gran diferencia: Hubo una época en donde Dawson fue considerado quizá el mejor jugador del béisbol, algo que nunca se ha dicho de Beltrán. Dawson también obtuvo un galardón como JMV (aunque ridículamente inmerecido), y eso sin duda ayudó para que fuera elegido a Cooperstown.

Esto significa que Beltrán es un candidato que está en el límite. Lo que nos lleva a esto: ¿qué tanto pesarán sus grandes números en postemporada (.337 BA, 16 HR, 37 RBIs, 1.173 OPS)?

Caso de estudio: Jim Rice contra Bernie Williams
Rice: 382 HR, 1451 RBIs, .298/.352/.502, 47.2 WAR
Williams: 287 HR, 1257 RBIs, .297/.381/.477, 49.5 WAR



[+] EnlargeCarlos BeltranRobert Hanashiro/USA TODAY Sports

Carlos Beltrán ha tenido números excepcionales en postemporada que lo podrían reforzar su ingreso al Salón de la Fama.

Luego de un prolongado y acalorado debate, Rice finalmente llegó en el décimo quinto y último año en la boleta. Pese a tener un valor similar en su carrera, Williams fue sacado de la boleta luego de un año. Williams fue pieza clave en cuatro títulos de Serie Mundial, bateando .275/.371/.480 de por vida en postemporada, con 22 jonrones y 80 carreras producidas en 122 partidos (él es líder de todos los tiempos en carreras remolcadas en postemporada). Para ser justos, ninguno de los dos era candidato sólido para el Salón de la Fama, pero en el caso de Williams, sus números de postemporada claramente no tuvieron ningún efecto en los votantes.

Veredicto: La postemporada no ayuda.

Caso de estudio: Curt Schilling contra Kevin Brown

Schilling: 216-146, 3.46 ERA, 127 ERA+, 80.7 WAR

Brown: 211-144, 3.28 ERA, 127 ERA+, 68.5 WAR

En sus estadísticas, ambos son casi idénticos, hasta en innings lanzados (Schilling tuvo cinco entradas más de por vida). Ninguno ganó el Premio Cy Young, aunque Brown debió haberlo ganado en 1996, cuando tuvo una efectividad de .189 para los Marlins y probablemente en 1998 con los Padres, cuando encabezó a la Liga Nacional en WAR. Schilling terminó segundo en las votaciones tres veces, superado dos veces por su compañero de equipo Randy Johnson, y la otra por Johan Santana. Ellos no son exactamente lo mismo: Schilling tiene la ventaja en WAR de por vida (pasó más tiempo en un parque favorable para los bateadores) y ponches.

La diferencia, por supuesto, es que Schilling fue uno de los mejores pitchers en postemporada de todos los tiempos, con marca de 11-2 y efectividad de 2.23 en 19 aperturas de por vida, ganando tres anillos. Brown se fue 5-5 con 4.19 de efectividad en 13 aperturas, con un anillo. Brown salió de la boleta luego de un año; Schilling recibió 39 por ciento de votos el año pasado, su primer en la boleta, de hecho un muy buen punto de inicio para una eventual elección.

Veredicto: La postemporada ayuda.

Caso de estudio: Jack Morris contra Dennis Martínez
Morris: 254-186, 3.90 ERA, 105 ERA+, 43.8 WAR
Martínez: 245-193, 3.70 ERA, 106 ERA+, 49.5 WAR

Números muy similares. El récord ganados-perdidos de Morris es ligeramente mejor, pero él generalmente lanzó con mejores equipos. Los mejores años de Martínez llegaron en una relativa obscuridad con los Expos, donde se fue 100-72 con efectividad de 3.06 en ocho temporadas. Este será más como el caso Rice-Williams, donde ninguno de los dos era un candidato muy fuerte.

Excepto que Morris tiene esos anillos de Serie Mundial. Martínez lanzó en dos Series Mundiales, pero sus equipos perdieron en ambas ocasiones. El récord de por vida de Morris en playoffs: 7-4, con 3.80 de efectividad (13 inicios). Martínez: 2-2, 3.32 de efectividad (siete inicios). Martínez recibió 16 votos y fue sacado de la boleta. Morris recibió 68 por ciento el año pasado y le resta un año en la boleta con una buena oportunidad de recibir el impulso del último año similar como le pasó a Rice.

Debe señalarse que el récord de por vida de Morris en postemporada no es nada especial. Él ganó dos juegos en la Serie Mundial de 1984, pero otros pitchers han tenido Series Mundiales espectaculares y no ingresaron al Salón de la Fama (Lew Burdette, Mickey Lolich). Para Morris, su candidatura se reducirá a que los votantes le pongan un enorme valor a su actuación en el séptimo partido de la Serie Mundial 1991.

Veredicto: La postemporada ayuda.

Caso de estudio: Kirby Puckett contra Larry Walker
Puckett: 207 HR, 1085 RBIs, .318/.360/.477, 50.8 WAR
Walker: 383 HR, 1311 RBIs, .313/.400/.565, 72.6 WAR

Este es ligeramente más complicado. La carrera de Puckett terminó de forma anticipada por la lesión en el ojo, aunque una lesión es una lesión, no importa qué tan extraña sea (sin embargo, pareció que los votantes le dieron un pase libre respecto a su trayectoria abreviada). Los números de Walker fueron de cierta forma inflados por jugar en Coors Field. De todas formas, Pucket fue un jardinero central ganador del Guante de Oro; Walker fue un jardinero derecho ganador del Guante de Oro. Puckett tenía cierto poder y era muy raro que recibiera bases por bolas; Walker tenía poder y recibió muchas más bases; Walker ganó un premio como el JMV, Puckett nunca no recibió. ¿WAR de por vida? Ni siquiera cerca.

Puckett entró fácilmente en su primer año de elegibilidad. Walker se ha mantenido alrededor del 22 por ciento en sus tres años en la boleta. Puckett jugó en dos Series Mundiales y ganó ambas; bateó .309/.361/.536 en 24 juegos de postemporada de por vida, y tuvo ese memorable jonrón en el sexto juego de la Serie Mundial 1991 que dejó tendidos a los Bravos. Walker jugó en una Serie Mundial y perdió. Puckett era adorable, Walker propenso a las lesiones. Eso ciertamente influenció a los votantes, pero los actos heroicos de Puckett en postemporada deben haberlo ayudado para ser electo.

Veredicto: La postemporada ayuda.

Caso de estudio: Tony Pérez contra Keith Hernández
Pérez: 379 HR, 1652 RBIs, .279/.341/.463, 53.9 WAR
Hernández: 162 HR, 1071 RBIs, .296/.384/.436, 60.1 WAR

Otro caso interesante, en donde ellos eran dos tipos de peloteros totalmente opuestos. Pérez era un primera base con mucho poder en su bat, que produjo infinidad de carreras (le ayudó el hecho de tener a Pete Rose y Joe Morgan bateando antes que él). Hernández no tenía el mismo poder, pero tuvo un promedio más alto, se embasaba más y es considerado como quizá el inicialista con el mejor fildeo de todos los tiempos.

Pérez tenía la reputación de ser un bateador efectivo en los momentos críticos y los Rojos ganaron dos títulos de Serie Mundial con él. Pero Hernández también conquistó dos Series Mundiales, con los Cardenales y los Mets. Sin embargo, aquí está la diferencia: Pérez era un terrible jugador de postemporada, bateando .238/.291/.378 con seis jonrones y 25 remolcadas en 47 partidos. Hernández bateó .265/.370/.359 pero tuvo 21 carreras producidas en 30 partidos, y también estuvo sensacional en dos séptimos juegos (de 3-2, dos bases, dos remolcadas en 1982; tres producidas en 1986).

Por supuesto, en este caso, los votantes no fueron más allá de los totales de carreras producidas.

Veredicto: La postemporada no ayuda, a menos que seas parte de un equipo famoso (a menos que seas Bernie Williams).

OK, uno más. Esto es muy divertido.

Catfish Hunter contra Orel Hershiser
Hunter: 224-166, 3.26 ERA, 104 ERA+, 36.6 WAR
Hershiser: 204-150, 3.48 ERA, 112 ERA+, 51.7 WAR

Hunter básicamente entró porque él fue la famosa ancla de los tres títulos de Serie Mundial al hilo que ganó Oakland (y en menor parte, de dos campeonatos de los Yankees). Hunter se fue 9-6, con efectividad de 3.26 en su carrera en postemporada. Sus números de temporada regular no son tan impresionantes, especialmente cuando se evalúan métricas avanzadas como ERA+ y WAR. Hershiser se fue 8-3 con 2.59 de efectividad en su carrera en postemporada, prácticamente llevó él por sí solo a los Dodgers a coronarse en la Serie Mundial de 1988 (a diferencia de Morris, su equipo ganó en cinco juegos y no en siete). Hershiser salió de la boleta luego de solamente dos años. Si solamente los Indios hubieran ganado un campeonato cuando él estaba ahí.

Veredicto: La postemporada ayuda, sólo si así lo quieren los votantes.

Al final, ustedes han visto lo que hice: comparé a algunos de los integrantes del Salón de la Fama más marginales o a algunos candidatos para ingresar con peloteros similares. Hay cierta inconsistencia de los votantes, excepto quizá en una narrativa principal: fama. Rice era famoso como jugador activo, mientras que Williams siempre era ensombrecido por otros compañeros. La fama de Schilling se elevó con el famoso partido del calcetín ensangrentado y los títulos en Boston. Morris ciertamente fue más famoso que Martínez, Puckett más que Walker, Hunter probablemente más que Hershiser, Pérez quizá más que Hernández (aunque esta última quizá sea debatible).

En cuanto a Beltrán, eso es por lo que probablemente su caso para el Salón de la Fama será un camino cuesta arriba: Él se queda ligeramente corto en el asunto de "fama" (a comparación de, digamos, David Ortiz). Además: Él está a punto de jugar en apenas su primera Serie Mundial.