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Los favoritos del "Piojo"

MÉXICO -- Ser justo no es fácil. Porque también la justicia tiene sus aristas. Alguien dijo alguna vez: "Que se haga justicia, aunque se desplomen los cielos".

En el caso del futbol, la verdad es tan relativa, que se concentra tan sólo en el número exacto del resultado final. El 1-0 es así. Lo demás se encuadra en la relatividad de cada óptica que la mira.

Para muchos aficionados el momento actual que viven algunos jugadores favoritos del entrenador Miguel Herrera para llevarlos al Mundial de Brasil no es el más alto de sus carreras. A la eliminatoria contra Nueva Zelanda, Miguel Herrera llevó a diez americanistas que quizá en ese momento eran base del equipo, pero hoy no lo son.

Jesús Molina, el "Quick" Mendoza y Adrián Aldrete hoy no son ni siquiera titulares. Mientras que Raúl Jiménez, Francisco "Maza" Rodríguez, el "Topo" Valenzuela y Juan Carlos Medina acusan una leve baja en su nivel futbolístico, que aunque siguen siendo elegibles para la selección, tendrían que pelear un puesto titular. Y tampoco podríamos decir que son inamovibles en el 11 estelar de México ni Miguel Layún, Moisés Muñoz ni Paul Aguilar.

Por lo tanto, aunque ayer maravilla fui (diría el poeta), hoy los 10 americanistas que fueron base frente a Nueva Zelanda, tendrán que pelear un puesto para el Mundial de Brasil.

De aquella primera incursión de Miguel Herrera como técnico nacional, quizá sólo Carlos el "Gullit" Peña conserva un gran nivel. Han aparecido después de aquella convocatoria dos más que se están ganando un puesto por su elevado nivel en sus clubes: Isaac Brizuela y el "Gallito" Vázquez, que pelearán puestos titulares contra americanistas o contra los llamados "europeos".

Hay otros que irán al Mundial y seguramente serán titulares, pero que en sus equipos no han tenido el mismo nivel de hace meses, como Rafael Márquez, Oribe Peralta o Luis Montes.

Aunque se sabe de antemano los jugadores preferidos de Miguel Herrera, su mayor virtud en su brillante gestión con el América es que fomentó la competencia interna y no le regaló el puesto a nadie. Cada entrenamiento era una prueba para sus jugadores. Y al final fueron titulares y se consolidaron jugadores que no entraban en el presupuesto de figuras del América.

La Selección es otra responsabilidad, otro tamaño de compromiso. Y Herrera debe calcular sus riesgos. Aunque lo ha sido en otros Mundiales, la Selección no es para los cuates ni para los compromisos morales por gestas pasadas.

A la Selección van jugadores con un gran nivel, con experiencia en competiciones internacionales, con jerarquía por su brillante carrera, pero sobre todo van jugadores que atraviesan por un gran momento. El futbolista es momento.

Otra cosa que también haría bien en clarificar sería el asunto de los jugadores que militan en clubes europeos. Nadie tiene el puesto asegurado, ni de titular, ni en la lista final de 23.

Cuando la competencia interna es leal y justa, el entrenador adquiere mucha autoridad moral delante de sus jugadores. Si hay preferidos, consentidos, cuates, el asunto se complica porque el vestidor se parte entre los favorecidos y los enojados.

La medida la pone la pelota. Los que estén en mejor contacto con ella y tengan la personalidad de enfrentar el desafío de un Mundial, esos son los que Miguel Herrera tendrá que tomar en serio, sin favoritismos ni amiguismo.

No es fácil la realidad de haber perdido tres años con el "Chepo" de la Torre para armar una Selección cuando faltan poco más de 100 días para arrancar el Mundial.