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Gregg Popovich, único en su clase

Para colocar a Gregg Popovich en una categoría de entrenadores de la NBA hay que crearla para él. El técnico de los Spurs es único en su clase, y aparte de los cuatro anillos que tiene para probarlo, el récord de los Spurs temporada tras temporada es la mejor muestra de la importancia de su liderazgo en la organización texana.

Mientras cada año se repite una y otra vez que los Spurs envejecen, que no tienen la fuerza de antes, que no llegarán a finales, Coach Pop se las ingenia para reinventar un equipo alrededor de sus veteranos Tim Duncan, Tony Parker y Manu Ginóbili; y año tras año, estar entre los favoritos de la NBA. Este año no es la excepción, y los Spurs terminaron con el mejor récord de la liga (62-19) y con la ventaja de localía para todos los playoffs, a pesar de las lesiones que afectaron a su conjunto durante la temporada y los descansos que le dio a sus estelares en preparación para los playoffs.

En el ordenamiento actual de la NBA de la era de David Stern y Adam Silver, todo gira alrededor de la superestrella, del 'one-two punch' o del 'Big Three'. Los jugadores deciden el sistema que se arma en cada equipo y hasta pueden determinar si el entrenador se va o se queda.

En San Antonio, Coach Popovich es la figura central del programa. El jugador que llega a San Antonio tiene que dejar los egos a la entrada del estadio y jugar para Coach Pop. El respeto que tienen los jugadores de los Spurs por la institución del coach solo es comparable con la de los programas del básquetbol colegial de Estados Unidos.

De padre serbio y madre descendiente de croatas, pasó una buena parte de su carrera militar en Europa, donde conoció y apreció otra cultura tanto dentro como fuera de la cancha. Con esa visión de mundo, supo reconocer que como se aprende este juego fuera de Estados Unidos es pasando, compartiendo, tratando de hacer el juego mucho más fácil al compañero.

Así, en su filosofía, se fomenta la defensa colectiva, el pase extra, el juego de conjunto de todos para uno y uno para todos. No es casualidad que San Antonio, una vez más, sea el líder de asistencias de la liga con 25.2 por juego. Tampoco, que su líder de anotaciones, Tony Parker, solo promedie 16.7 puntos por juego.

Y no solo los jugadores juegan alrededor de Popovich, sino que la organización toma todas sus decisiones de acuerdo a las recomendaciones del legendario entrenador.

El impacto del liderazgo de Popovich no solo impacta a su equipo, sino que ya alcanza otras franquicias. Mike Budenholzer (Atlanta), Monty Williams (New Orleans) Brett Brown (Filadelfia) , Jacque Brown (Cleveland), Jacque Vaughn (Orlando) todos pertenecieron al cuerpo técnico de Coach Pop, y esa experiencia en sus resumés les ha valido para obtener sus puestos como entrenador. Si logran el mismo éxito o establecer una filosofía parecida a la de su entrenador, eso es tema para otra historia.