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En 7 kilómetros, que separan al Bernabéu del Calderón, hay un mundo de diferencia

MADRID -- El derbi madrileño de la final de la Champions League entre el Atlético de Madrid y el Real Madrid, será especial. El más importante de la historia. Nunca antes, dos equipos de la misma ciudad se habían enfrentado en la batalla final por la 'Orejona' y hoy, como nunca, la capital española vive con intensidad una rivalidad que tenían ya olvidada.

En los apenas 7 kilómetros que separan al Estadio Santiago Bernabéu, la casa del Real Madrid, del Vicente Calderón, hogar del Atlético, hay un mundo de diferencia.

El Bernabéu está ubicado en uno de los barrios más caros de Madrid, Chamartín, donde el metro cuadrado de construcción cuesta 3,470 euros y en pleno Paseo de la Castellana, mientras el precio promedio del metro cuadrado en el Paseo de la Virgen, donde se encuentra emplazado el Vicente Calderón, a orillas del río Manzanares -frontera de la ciudad, hasta hace no mucho- asciende a una media de 1,655 euros.

El derbi madrileño se ha asociado a la rivalidad entre ricos y pobres desde la fundación del Atlético de Madrid, un año después de que naciera el conjunto merengue en 1902. Si bien el escritor español y reconocido merengue Javier Marías ha insistido hasta el cansancio en sus columnas en El País, que el Madrid de antaño era 'rojo', durante el régimen de Franco la situación política de los dos equipos mutó, y a los blancos, ganadores de cinco Copas de Europa, se les relacionó con la derecha. A los 'indios', con la izquierda, muy a pesar del cambio de nombre a Atlético Aviación en la década de los 40.

Con el paso del tiempo la brecha socioeconómica se hizo más grande. Al Atlético le costó cada vez más ganar algún título. El Madrid, mientras tanto, se posicionó como el máximo ganador europeo y compite con Barcelona como el más laureado de España. El Barça se convirtió en el 'acérrimo' rival. El Atlético, para los más jóvenes, en el equipo mediano que va al Bernabéu a dejar su cuota de puntos, pues pasaron 18 años, hasta la final de Copa del Rey del año pasado, desde su última victoria en territorio merengue.

Mientras en Chamartín la existencia del Atlético daba un poco igual, en el Manzanares persistía el 'antimadridismo'. Y la depresión, pues 'el Pupas' no lograba dejar de lado el infame apodo acuñado en 1974, cuando perdieron ante el Bayern München en la única final por la supremacía europea que han disputado hasta ahora.

Pero llegó el Cholo y con él, los éxitos que han visto renacer al 'orgullo' rojiblanco. Así, el Atlético de Madrid alcanzó, en esta temporada, la cifra de 65,000 socios. Cinco mil de ellos, inscritos en el último año. La cifra continúa siendo mucho menor a la de aficionados del Real Madrid, con 97,000 socios registrados según la última renumeración en el verano de 2012.

Desde su descenso a Segunda en el año 2000, prepara año con año videos promocionales destacando las características colchoneras: coraje, tenacidad, lucha, rebeldía, fidelidad. "Dos añitos en el infierno" de Segunda y una larga sequía de títulos desde finales de los noventa, eran resumidos, temporada tras temporada, en la premisa de sus ya tradicionales videos promocionales, en que un niño pregunta "Papá, ¿porqué somos del Atleti?".

En el Bernabéu, glamour, abolengo. Socios de honor de la talla del presidente de la Fifa, Joseph Blatter o el ex presidente mexicano Felipe Calderón. 600 mil afiliados al "carné madridista" que nació precisamente para gestionar el creciente número de solicitudes de credenciales de socios. Lista de espera -por años- para un abono anual. En el Vicente Calderón, la exaltación del espíritu combativo y rebelde que vive hoy su época dorada, y por primera vez, llegaron a los 43 mil socios abonados para una campaña.

En el Madrid, demanda masiva de algún tipo de afiliación en todo el Mundo. 2,178 peñas oficiales; de estas, 2,082 tienen su base de operaciones en España, el resto, distribuidas por todo el mundo. En el Atlético, en cambio, los fieles. Apenas 700 peñas en total, incluidas las extranjeras.

A una de esas peñas -la del 50- pertenece la escritora española Almudena Grandes, ganadora del Premio Sor Juana Inés de la Cruz en 2011. Columnista en El País y militante de Izquierda unida. Columnista, también, en El País y Premio Nacional de Narrativa de España en 2012, Javier Marías, es reconocido merengue. También el Premio Nobel de Literatura 2010, Mario Vargas Llosa, quien en los 90 presentó su candidatura a la presidencia de Perú por el Frente Democrático, coalición de centroderecha.

Los toreros José Tomás y el 'Juli' han llevado su pasión rojiblanca, como en el ruedo, hasta el límite. Tomás llegó, incluso, a pedir una televisión para ver un partido del Atlético de Madrid mientras se encontraba en terapia intensiva tras una cornada.

Joaquín Sabina, que ejerce de madrileño desde su juventud y forma parte del paisaje del centro de la ciudad, muestra su afición colchonera cada que puede.

Junto con Sabina, su gran amigo Pancho Varona, Robe Iniesta, vocalista de la mítica banda de metal Extremoduro y Leiva, vocalista del grupo de rock Pereza. Este último, aunque gran amigo del ex jugador merengue 'Guti' -al extremo de convencer a Sabina para que dejara participar al '14' con los coros en su último disco- recibió su apodo derivado de Leivinha, jugador del Atlético de Madrid.

También Alaska, desde que llegó a Madrid siendo una niña, se hizo del Atlético. Quizás el único que no concuerda con esa imagen de rebeldía irreverente de los aficionados colchoneros es Dani Martín, un cantante pop y gran amigo de Fernando Torres.

Al Madrid, en cambio, pertenece el corazón del tenor Plácido Domingo, cuyo himno por la conmemoración del Centenario en 2002 reemplazó al clásico que data de la década de los 20 en los altoparlantes del Bernabéu.

Las viejas glorias del pop español ochentero que causaron furor en Latinoamérica también visten de blanco; Nacho Cano, de Mecano, David Summers, de Hombres G, Miguel Bosé y los ya clásicos José Luis Perales, Julio Iglesias; el mítico guitarrista de flamenco 'el Cigala'. También tiene, entre sus filas de seguidores, a alguno que se sale del guión: Andrés Calamaro, líder del extinto grupo Los Rodríguez.

Al Atlético, asociado al mundo del cine local a través del presidente Enrique Cerezo, productor cinematográfico, profesa su devoción Javier Bardem, y los directores españoles Agustín Díaz Yanes, David Trueba y Santiago Segura, quien ha hecho de su creación más popular, Torrente, al personaje de ficción aficionado rojiblanco al extremo.

Real Madrid, asociado con el estrellato y el espíritu triunfador, tiene entre sus filas de hinchas al piloto Fernando Alonso y el tenista Rafael Nadal.

Y si de glamour se trata, los merengues tienen para dar y regalar, con aficionados de fama mundial como la actriz Maribel Verdú, Tom Cruise, Antonio Banderas y hasta Rusell Crowe, que llegó al extremo de tomarse fotos con todos los jugadores el día que visitó el Bernabéu. También Chuck Norris entra en la lista de merengues famosos.