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Urgencia absuelve al Turco de sus pecados

LOS ÁNGELES -- Hace casi dos meses El Turco Mohamed bebía del cáliz de Campeón. Media temporada notable en números, que empezaron a palidecer a partir de la Fecha 12, cuando pierde 4-0 con Cruz Azul, pero, al final, lo importante, fue coronar al América.

¿El estilo? Con el sello de Mohamed. A un sector de El Nido le agradaba y a otro no. Al final, todos celebraron. La victoria reparte certificados de paternidad frívolamente.

¿Fue muy mediocre el nivel del Apertura 2014? Sin duda. No es culpa de Mohamed, sino de rivales de medio pelo que no fueron capaces de dignificarse. Vaya, si hasta Tigres fue subcampeón.

Queda la turbulencia que provoca su salida del América: 18 días ausente de su trabajo, sin explicarlo a la directiva, sólo avisando a través de sus auxiliares, y la marginación de Paul Aguilar de la Liguilla.

Pero, insisto, el título convierte los pecados capitales en pecados veniales. La victoria es una madre abnegada y compasiva que perdona todo.

Llega a Monterrey. Un panorama generoso, tal vez no de manera inmediata. Deberá revisar refuerzos que fueron adquiridos más de manera compulsiva que planeada. Compraron todo lo que podían, y en eso invirtieron más de 15 millones de dólares. Y hoy el equipo cotiza en zona de desastre.

Monterrey sabe que deberá contemplar una inversión multimillonaria en mayo. Y que deberá empezar a buscar dónde colocar varios jugadores que no seducen a Mohamed, además de que comenzará a reclutar a gente de confianza.

Saltan detalles, que la afición de Monterrey, en este momento, decide enviar al limbo, donde la amnesia hace más confortable la vida.

1.- ¿La forma de jugar de Mohamed seduce a la afición? ¿O se ven resignados a aceptarla porque ofrece un camino inmediato para dejar de ser hazmerreir de la afición a Tigres? Insistía Cruyff en que sí importa ganar, pero que importa más el cómo ganar.

2.- Mohamed estalló porque América negoció con Gustavo Matosas cuando aún estaba a cargo de El Nido. Ahora, El Turco llega tras 10 días de negociación, cuando él y la directiva esperaban el 'kaput', el acabose de Carlos Barra.

3.- ¿Y aquella indignación en Monterrey que tan puntualmente ha venido documentando la prensa regia, en especial El Norte, sobre supuesta participación de El Turco cuando era jugador rayado, apostando contra su propio equipo?

Decía el filósofo alemán Schopenhauer que "cada uno tiene el máximo de memoria para lo que le conviene y el mínimo para lo que no le conviene".

Y como cada cura no se acuerda de cuando fue sacristán, la afición de Monterrey perdona los pecados perpetrados contra otros, por la urgencia que tiene de revitalizarse y sobrevivir a las burlas de los, al menos, subcampeones felinos.

Cierto, como todos, exigirle a Mohamed con todo y su colección de gafas a la Elton John, cuando debute este fin de semana ante Querétaro, parece precipitado, pese incluso a que Gallos Blancos debe jugar con diez, mientras Ronaldinho se convierta en un lastre lujoso en la cancha.

Pero, después del partido ante León, tendrá del 21 de marzo hasta el 3 de abril, ante sus ex Xolos, es decir 13 días, para tratar de cincelar al equipo que necesita para rescatar al torneo, claro, a menos que, aprovechando esa Fecha FIFA doble, realice una de sus escapadas secretas a Argentina, como lo hizo varias veces en América.

Y, curiosamente, tras visitar a la Perrera Caliente de Tijuana, deberá recibir a sus ex Águilas, con todas las connotaciones tempestuosas que esto implica.

Sin duda, de manera inmediata, El Turco le pondrá orden a Monterrey (penúltimo con cuatro puntos), que tiene el peor ataque del torneo y una defensiva que se protegía mediante el vulgar recurso del amontonamiento, aunque tiene un aparato valioso de jugadores atrás: Juárez, Velarde, Mier, Meza, Zavala y Chávez.

Y hacíamos referencia a que hace casi dos meses se abotagaba de la gloria del título. Ese, sin duda, es un recurso agregado y un discurso útil para Mohamed. El grupo de jugadores de Monterrey sabe que tiene un técnico que sin embeleso consigue resultados.

Y dicho está: pertenece a los arrepentidos el derecho a la penitencia. Y Mohamed, bajo su doctrina, podrá, sin fantasías futbolísticas, ayudarlos a redimirse.