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Copa Centenario, copa envenenada

LOS ÁNGELES -- La Copa América Centenario 2016 era un botín que nadie quería dejar escapar. Especialmente Sudamérica.

Cien años de vida deben festejarse con la fastuosidad absoluta. Sudamérica, la cuna de los mejores futbolistas de la historia merece la gala más ostentosa posible.

Pelé, Maradona, Garrincha, Messi, DiStéfano. Ellos no inventaron el futbol, pero lo han llevado a la expresión más sublime.

Pero, la fiesta será en casa prestada. Su momento histórico, sus 100 años deberá celebrarlos en otro albergue, porque el suyo está en ruinas morales y financieras.

El futbol de Sudamérica tiene magos prodigiosos con los pies, pero, ha tenido, tiene, y seguramente tendrá, tahúres perniciosos en los escritorios. La pelota ha sido manchada, diría Diego.

¿Dónde terminará la Copa América Centenario 2016? Irónico, como gitano leproso, puede ser en un México que la Conmebol adoptó, no por su calidad futbolística, sino por 130 millones de incautos cautivos que creen que algún día verán a su Tri ganar algo glorioso.

O puede ser en el lugar originalmente planeado: Estados Unidos, que dispone de la maquinaria natural para que, figurativamente, apretando un botón, o mejor dicho, depositando monedas en ella, empiece a activarse.

1.- LA COPA PEREGRINA

El jueves, la Conmebol entendió que si quiere celebrar esos 100 años con la mejor gala futbolística posible, debe hacerlo fuera de su geografía.

Con el FBI hurgando, husmeando en cada papel, y con los artífices del chanchullo presos o perseguidos o acosados, y sin el patriarcado protector ya de Julio Grondona, nadie quiere correr riesgos de firmar o de cobrar un cheque.

2.- LA COPA DE LA VENGANZA

Conmebol sabe que detrás del tsunami devastador contra la corrupción, aparece un hombre bajito, astuto, que entregó la mitad de la tarea hecha al FBI. Y Sunil Gulati ha arruinado la empresa más próspera en el futbol.

Los que no están encerrados, están prófugos, o libres bajo fianza, o hicieron pactos, o viven con la angustia viscosa y verde en la garganta. El FBI no deja de investigar.

Y este lunes en Zurich, la Fiscal General de EEUU, Loretta Lynch, soltará más dardos envenenados. Y más allá de la invasión e intromisión en el paraíso fiscal y de aparente inmunidad de FIFA, queda claro que el ventilador que encendió Gulati aún tiene huracanes.

No sólo Conmebol quiere impedir que Gulati secuestre la Copa América Centenario como indemnización por que Concacaf y Conmebol le traicionaron en el sufragio para el Mundial de 2022.

Conmebol, FIFA y los vestigios de poder de Blatter quieren arrancarle al maquiavélico personaje la satisfacción de saquear una fecha, un momento, un torneo histórico. Cien años de vida no pueden ser usurpados por el enemigo.

Si Sudamérica no puede y no debe, y el sentimiento es que EEUU no puede y no debe, México es la salvación, pese a que Conmebol había llegado a contemplar retirarle la invitación, por los dos remedos de selección que envió a las ediciones de Argentina y de Chile.

3.- LA COPA ENVENENADA

Lógico: el futbol es un medio, no un fin. Antes de que las amistades hipócritas se rompieran, por la embestida de Gulati, EEUU era el escenario perfecto. Tecnología, seguridad, hoteles, patrocinadores, taquillas, y en la heterogeneidad de su población, la garantía de llenos absolutos en todos los juegos.

En EEUU hay más argentinos que en Buenos Aires. Y más brasileños que en Sao Paulo. Y más mexicanos que en el Distrito Federal. Y más colombianos que en Bogotá. Y más venezolanos que en Caracas. Y más chilenos que en Santiago. Y etc...

Pero con esta contraofensiva de FIFA y Conmebol contra Gulati, prefieren a México, que también vorazmente, sabe que algunos sectores se verían favorecidos, no sólo por el turismo que llegaría del Sur, sino también del Norte.

Pero el futbol en México, ya se sabe, es rehén de Televisa. Y quiere embargar y confiscar el control absoluto de la Copa.

Ditsa, la empresa que ha manejado todos los centavos del futbol sudamericano, no quiere negociar con México. Y prefiere la inagotable mina estadounidense.

Esa pretensión de venganza contra EEUU y Gulati no le convence a Ditsa. Porque en esa revancha pierde más de lo que gana.

Además, esta empresa ha sido decapitada. Ha sido investigada y seguirá siendo investigada. Todo aquel que firmó un acuerdo con ella, está siendo auditado sin saberlo.

El que se sentó con gula a la mesa de Ditsa, lo sabe ya hoy, comió carne envenenada. Y tarde o temprano empezará a echar espuma por la boca.

Pongámoslo en números. La taquilla del México-Argentina en el Estadio de los Vaqueros dejó seis millones de dólares. Para que el Estadio Azteca garantizara una cantidad similar el precio promedio del boleto, tendría que ser de 60 dólares, es decir, casi mil pesos.

El encono es tan fuerte contra Gulati, que si la Copa Centenario se juega en EEUU, podría perder el aval oficial de FIFA como venganza de Blatter, y de esa manera jugarse, además con selecciones Sub-23, para desacreditar el nivel de competencia.

4.- LA ÚLTIMA COPA...

El 17 de septiembre, Concacaf y Conmebol se sentarán a negociar en México. ¿Por qué no en EEUU si la sede de Concacaf está precisamente este país?

Y no, nada tiene que ver con el miedo a viajar a EEUU. Los que no han sido detenidos, es porque el FBI no los necesita aún. Están libres, pero o liberados.

De hecho el 16 de septiembre, un día antes de la Cumbre, las negociaciones se irán perfilando. La última ofensiva.

Y seamos claros: las negociaciones se complican, porque aún venidos a menos, humillados públicamente, muchos de los arrastrados por la cruzada contra la corrupción desatada por el FBI, aún deben ser consultados antes de tomar decisiones.

Es evidente que al negociar en una casa de cristal, con fisgones del FBI y el riesgo de los soplones dispuestos a canjear el perdón por información, ya no son aquellos tiempos en los que el soborno y el chantaje, la compra de votos y voluntades, o las amenazas e intimidaciones, eran el lenguaje directo para ponerse de acuerdo.

México tiene una carta en blanco, con el membrete y el sello de la oficina en Los Pinos. Del concepto romano de "Pan y Circo", del filósofo juvenal, a la adaptación del franquismo en España, "Pan y Toros", ahora el nuevo recurso es "Pan y Futbol". Su versión más reciente, fue evidente en la Copa América de Chile.

Una tercera opción que preparan los socios, compadres, amigos y compinches, Gulati y Justino Compeán es que México comparta con la franja sur de Estados Unidos la competencia.

Así, el finalista de la caravana en EEUU se enfrentaría al finalista de los sembrados en México. Ya se sabe: es mejor compartir el botín que perderlo.

México, así, entre las venganzas, los intereses millonarios, la guerra de poder entre forajidos venidos a menos, termina por ser el beneficiado.

Sin quererlo y sin buscarlo, México puede ganarse el premio sin haber comprado boleto.