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Marco Estrada cumplió la "misión imposible"

Su misión, Marco Estrada, si desea aceptarla, es detener la ofensiva de Kansas City y lanzar al menos seis innings debido a que el bullpen está cansado...este mensaje se autodestruirá en cinco segundos (poner música de Misión Imposible).

Prefiero la serie de televisión que las versiones con Tom Cruise por una simple razón: no me recuerdo de mucho. Era un niño y el solo hecho de ver un programa en horario de adultos de buenos contra malos y con una música muy pegajosa era suficiente. Las películas las vi recientemente y a pesar de ser entretenida, el punto de comparación es injusto. En la batalla del recuerdo (muchas veces convertido en leyenda) con la realidad el primero siempre se impone. Ahora volvamos al caso del lanzador mexicano.

A Estrada no lo acompaña mito alguno sino la eterna duda. El diestro es uno de los lanzadores con mejores números en las mayores luego del juego de las estrellas, su cambio es temido por los bateadores más poderosos, domina a zurdos y derechos por igual y, frecuentemente, ha sido la tabla de salvación del equipo canadiense. Igual sale a la lomita y mucha gente lo ve como un abridor del montón. El quinto de la Serie de Campeonato era una buena oportunidad para ir cambiando eso.

Reales presentan un lineup que hasta en la madrugada, horas después de terminado el partido, pueden conectar hits por todos lados. De hecho, alguien propuso embasar directamente a Alcides Escobar y Ben Zobrist cuando les toque su turno para así evitar perder el tiempo que les toma dar el palo (bueno, fui yo en Twitter pero entre ambos han dado como mil hits en dos días así que tiene lógica). Además, Rob Manfred estaría muy contento con esa idea al acelerar el juego aún más.

En la lomita Edinson Volquez, una especie de columpio emocional con gran talento y movimiento en sus lanzamientos. ¿Cuál Vólquez saltará al terreno en la tarde de hoy? ¿El dominante de la última vez? ¿El qué ha dado tumbos con varios uniformes? (poner música de Doctor Jekyll y Señor Hyde pero como es difícil conseguirla pueden usar la de Halloween).

Chris Colabello puso a bailar la tarantela a los fanáticos de los Azulejos en el segundo inning con cuadrangular de línea por el jardín central ante un Vólquez lanzando rectas de 98 millas. Colabello y Anthony Rizzo fueron compañeros de equipo en la selección italiana del Clásico Mundial de Beisbol en 2013 y ambos enfrentaban la eliminación este miércoles.

En el cierre del sexto, el dominicano perdió la goma pero por centímetros. Tres boletos y un golpeado significó su despedida. Hoy vimos al señor Hyde con un repertorio a la altura de los mejores en la Gran Carpa. Kelvin Herrera, el lanza misiles, vino al rescate para recibir precisamente un misil (doble) de Troy Tulowitzki con las bases llenas y poner el marcador 5-0.

Dobles seguidos de Josh Donaldson y Jose Bautista contra Danny Duffy aumentaron la ventaja a 6-0.

En el octavo, Salvador Perez conectó cuadrangular para romper la blanqueada y un hit de Alex Gordon hizo que John Gibbons acudiera a su cuerpo de relevistas (me salvo los comentarios sobre Estrada para el final). Aaron Sanchez sacó el último out del inning para mantener la pizarra 6-1.

Kevin Pillar trajo a Tulowitzki con un doble por el jardín central en el noveno para el 7-1.

Roberto Osuna vino en el noveno para retirarlo por la vía rápida y preservar la victoria del equipo canadiense.

Marco Estrada cumplió su misión y con creces. Detener a un equipo que había anotado 22 carreras y conectado 30 hits en las dos jornadas anteriores de la manera como lo hizo es básicamente indescriptible. Ned Yost luego del juego comentó lo siguiente: "Nunca perdió el control. Su cambio fue fantástico. Jamás nos dio algo que pudiéramos conectar....siempre evitó que agarráramos algún ritmo". John Gibbons agregó "Todo lo que lanzó hoy fue exactamente en donde lo quería...Dioner Navarro también hizo un gran trabajo de nuevo con Estrada."

Los 49 mil 325 fanáticos que pagaron sus entradas vieron una joya de picheo, de esas que pocas veces aparecen. El mexicano se presentó intraficable y con gran confianza en si mismo en una tarde llena de presión y preocupación. Una actuación digna de ser hablada por generaciones y así convertirse en leyenda. Al menos yo lo haré.