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Es América, ¿mentira, verdad, espejismo?

LOS ÁNGELES -- El americanismo se tira a la poltrona de la incertidumbre. Fuera de la Liguilla, se concentra en el Mundial de Clubes. Pero, las dudas prevalecen. América es una mentira. Más que una incógnita, una mentira.

Evaporadas las suntuosas condecoraciones de la gesta épica ante Pumas en el Juego de Vuelta, y difuminadas ya las alegrías y las alegorías, de ponerle cascabel al gato universitario de manera gallarda, la realidad cita a las Águilas.

Y ahí, de cuerpo entero, en el Mundial de Clubes, comparece la mentira. Y eso inquieta a su afición.

A los americanistas los sobrecogen esas Águilas de dos caras, de dos rostros, de dos posturas. En tan poco tiempo hacen el ridículo para enseguida sublimarse cuando estaban condenadas a muerte: cero a su favor y tres balas en el pecho, visitando la hostilidad del Olímpico Universitario.

Un América que no incitaba más que lástima en el Juego de Ida, sentenciado además por las traicioneras torpezas o las torpes traiciones de Samudio y Aguilar. Y en la Vuelta, con grandísimas actuaciones de Benedetto, Darwin, Sambueza, Mares, Aguilar, termina sepultado por nuevos Judas: Goltz y el mismo Rubens.

¿Cuál es América tu verdad y cuál es tu mentira? ¿Cuál es tu realidad y cual tu engaño? ¿Cuál es el América honesto? ¿Y cuál el miserablemente irresponsable?

¿Cuál América es el que se atreverá en el Mundial de Clubes? ¿Cuál el que conformará Nacho Ambriz, el aventurero suicida o el recatado timorato?

¿Cuál Carlos Darwin aparecerá, el del domingo o el del año anterior? ¿Esta vez Goltz, Aguilar, Samudio y Sambueza han aprendido la lección o se harán expulsar, como tantas otras veces?

El América del domingo ante Pumas, sin las estulticias de Sambueza y Goltz, tiene autoridad futbolística y moral para confrontar al Guangzhou Evergrande, con todo y la sabiduría de Luiz Felipe Scolari y su eterno proyecto de astro Robinho.

Cierto: Ambriz no puede sentarse a la mesa con Scolari a jugar ajedrez con 11 en la cancha, pero tampoco está incapacitado para responderle. Ambriz es un aprendiz, pero hasta los sabidos tienen tropezones, y dolorosos, como el de Scolari en el 7-1 ante Alemania.

El América del domingo ante Pumas, con ese brío, con esa convicción, con ese compromiso no debería tener problemas para pasar sobre la legión asiática, en la que Scolari espera renovar sus votos de fe, además, como siempre, amante académico de la obra maestra del General Sun Tzu, El Arte de la Guerra.

Pero, ¿cuál de los dos versiones del América? ¿Cuál es la que ha mentido? ¿De qué sustancia estarán hechos los jugadores de las Águilas ante Guanzhou Evergrande? Después, Barcelona, será otra historia.

Recordemos que los clubes mexicanos deambulan como tristes comparsas en el Mundial de Clubes. Y a veces más tristes que comparsas, por su miserable rendimiento. En esa legión de patéticos, ya también ha estado el América, como Cruz Azul, Pachuca, Monterrey y Atlante.

Es tiempo. Sincérate América. Hay una legión de ese culto oscuro llamado Ódiame Más, esperando una revelación.

Sincérate América. ¿Fue esa exhibición magnífica ante Pumas un asomo de la verdad o un espejismo?

¿Lava hambrienta o atole conformista, qué corre por tus venas?