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Era ajedrez y el 'Tuca' Ferretti jugó rayuela

Mexsport

LOS ÁNGELES -- Trabalenguas de Liguilla: quiso ganarlo Tigres; pudo ganarlo Javier Aquino; la figura es Jonathan Orozco y Monterrey prepara el sepelio del vecino para quedarse con todo... hasta con la viuda.

Tigres 1-3 Monterrey. Y al final, el 'Tuca' Ferretti sigue siendo el ejemplo magnífico del clutch o el embrague: primero mete la pata y luego hace los cambios, y hasta al hacer los cambios vuelve a meter la pata.

Sí, el DT de Tigres fue el gran derrotado. Porque el 'Turco' Mohamed jugaba al ajedrez, mientras en el banquillo contrario jugaban al rayuelazo. Pero, el Inge Rodríguez prefiere "a los técnicos que trabajan aunque no ganen títulos".

El error clave llegó al 70. Javier Aquino, sintiéndose Neymar, había sembrado la cancha de el Volcán con esqueletos rumberos descuadernados. Había reventado cigüeñales rivales. Pero en ese minuto se quejó de calambres y conatos de contracturas. Suplicó su cambio.

Curiosamente, ya sin el pique, ni el desborde, ni los músculos respondiendo a las maravillosas argucias de su picardía arrabalera, Aquino permaneció en la cancha, mientras Ferretti hacía cambios ofensivos, pero no sacaba a su jugador tocado, disminuido, sometido muscularmente.

Ferretti envía a dos improductivos, Zelarayán y Fernández. Como esperando que el Aquino protagonista de 90 minutos, en conflicto con el derrame de ácido láctico, había claudicado. Había hecho una docena de desbordes de crack, pero la fatiga lo sometía ya.

Y 'Tuca' esperaba un milagro... sin hacer nada por él, a pesar de que Rayados estaba ya montado en el muro de contención de su área.

Ahí, Ferretti eligió la estulticia táctica como arma chusca y macabra de su suicidio. Y claro, también del rendimiento del equipo, porque además, la jugada del tercer gol de Rayados se origina por un balón que pierde Aquino, incapacitado absolutamente ya entonces para una respuesta.

¿Y Gignac? Genera jugadas, procrea jugadas, arma jugadas, dispara, intenta, penetra y hasta recurre a lujos, pero sin meterla, como se viene haciendo rutinario en los momentos importantes, especialmente de vida o muerte.

Lo cierto es que al francés lo esperan en la selección de su país concentrado a partir de este lunes. ¿Será que pensaba más en el viaje que en la desesperación de Tigres? Seguro pensó: "Un tiens vaut mieux que deux tu l'auras (¡Más vale pájaro en mano que dos en el arbusto!)".

¿El trámite? Gratamente estrujante. Debe ser el clásico regiomontano más radioactivo de la historia, especialmente enriquecido por seis atajadas espectaculares de Jonathan Orozco, que por esa acumulación exitosa rebasa a Aquino como el jugador del partido.

Monterrey sufrió por uno de dos motivos: o Mohamed no interpretó nunca el enlace Pizarro-Sobis, o simplemente Zavala y Sánchez o Cardona, no le creyeron, no le obedecieron, no le entendieron o no pudieron. Por eso los estremecimientos de Rayados, especialmente hasta antes del 2-1.

¿Está resuelta la serie? Bueno, con los antecedentes de 'Tuca', de resolver partidos pasionalmente cruciales, llegando con un marcador adverso, lo más probable es que sí. Especialmente porque el 'Turco' sabe de esos pormenores.

Las cifras no mienten: 'Tuca' tiene 47 torneos, contando éste, y ha ganado cuatro títulos en el transcurrir de 25 años. Mientras tanto, Mohamed, sin tanto aspaviento ni millonarios trabucos como los de Tigres, suma vueltas olímpicas con Xolos, América y Monterrey.

Además, queda claro, este Tigres parece ser la mayor expresión, la más poderosamente posible de presentar, especialmente ante las nulas variantes de su entrenador.

Y Monterrey todavía tiene el librito de sorpresas de Mohamed como local, donde se atreve a improvisar y a modificar.