De la misma manera en que Pete Alonso se la ha puesto fácil a los votantes por el premio de Novato del Año de la Liga Nacional, el cubano Yordan Álvarez debería recibir el galardón y de manera unánime en la Americana.
Desde que subió a las Grandes Ligas a mitad de junio, Alvarez ha sido una fuerza única dentro de la por sí poderosa alineación de los Houston Astros y ha colocado su nombre por encima incluso de leyendas como Mickey Mantle, Ted Williams y Joe Dimaggio.
Hasta el lunes 2 de septiembre, Air Yordan había consumido 240 turnos al bate, en los que consiguió 76 imparables, para average de .317, con un OBP de .413, un slugging de .671 y un OPS de 1.084.
De sus hits, 41 han sido extrabases, 19 dobletes y 22 cuadrangulares.
Ya igualó la marca del 2015 del puertorriqueño Carlos Correa como el debutante de Houston con más jonrones, pero lo que más impresiona es su capacidad para producir a la hora buena, con 63 carreras remolcadas, en tanto ha pisado el plato en 46 ocasiones y negociado 40 bases por bolas.
Y todo ello en 66 partidos.
Quienes defienden otras candidaturas, como las de los dominicanos Vladimir Guerrero Jr. o Eloy Jiménez, alegan que el cubano ha tenido muy poco tiempo de juego.
Esos 66 encuentros representan el 47 por ciento de todos los partidos disputados hasta ahora por los Astros.
Pero aparte de sus números, es precisamente ese corto período de tiempo donde radica su mayor fuerza para aspirar al premio.
Sus 22 bambinazos igualan los conseguidos por Jiménez, de los Chicago White Sox, en 100 encuentros y 137 más y superan los 15 que ha logrado Guerrero en 104 juegos y 385 veces al bate.
Ningún debutante ha remolcado más carreras, ni disparado más extrabases que él y nadie se le acerca a sus promedios de bateo, OBP, slugging y OPS.
Suponiendo que participe en los 23 partidos que le restan a Houston, terminará la campaña con 89, un poco más de la mitad de los 162 que componen el calendario regular.
Ya hay precedentes de jugadores que estuvieron en alrededor de la mitad de los desafíos de su equipo y ganaron el premio de Novato del Año, así que otorgárselo a Alvarez no sería nada nuevo.
Willie McCovey lo consiguió en 1959, con apenas 52 encuentros, mientras que Ryan Howard, en el 2005, y Wil Myers, en el 2013, lo hicieron en 88.
Es cierto que no llegó a las Grandes Ligas en alfombra roja, con un despliegue publicitario como el que recibió el hijo del miembro del Salón de la Fama Vladimir Guerrero.
Pero eso no es culpa suya. Supo aprpovechar la oportunidad y aunque se coló en la fiesta por la puerta de atrás, terminó robándose el show para sí solo.