LOS ÁNGELES -- La Comisión Disciplinaria exige tres partidos de veto para el estadio Alfonso Lastras. ¿Querétaro? Una fuerte multa.
¿Los vándalos? Los "grupos de animación", como timoratamente los llama la Liga Mx, serán desaparecidos y sus miembros vetados de por vida.
Eso pide la Comisión Disciplinaria, según fuentes de la Federación Mexicana de Futbol, y pide la máxima multa posible a Gallos Blancos.
Claro, potosinos y queretanos no se cruzan de brazos. Lejos de presentar una argumentación en busca de un castigo menor de manera oficial y pública, lo cual sería un acto mayúsculo de cinismo, ambos clubes envían mensajes a Enrique Bonilla y Yon de Luisa, para evitar que la Inquisición se cebe sobre ellos.
La exigencia de la Disciplinaria no está ya en las mesas de Bonilla y De Luisa, sino que fue enviada al Departamento Jurídico de la FMF. Eso es una buena noticia.
Al delegar la responsabilidad a sus abogados, De Luisa está dando luz verde a la petición de la Disciplinaria. Los leguleyos de la FMF tratarán de hurgar la manera en que no pueda ser rebatible, debatible o apelable la sanción.
San Luis tiene sólo dos juegos pendientes como local en este torneo: ante América y Necaxa, curioso pues, ante los que alguna vez fueron sus hermanos, mediante el orfanatorio que alguna vez montó Televisa, y al cual pertenecía Atlante y el mismo Querétaro. ¡Qué bonita familia!
Según información del diario Mural de Guadalajara, ante situaciones parecidas, pero de menor gravedad en el impacto social, el Atlético de Madrid retiró sus inversiones y padrinazgos en la India y en Francia.
A propósito, adivine de quién existió negligencia directriz en el caso de la India. Sí, de Alberto Marrero, el mismo dirigente actual de San Luis, y quien urdió de la manera más pueril el exilio de Luis Alfonso Sosa, para negociar -- en todos sentidos -- la llegada de Gustavo Matosas, cuyos números son deplorables.
¿Qué pasaría si el Atlético de Madrid le retira el mecenazgo al San Luis? Pues que el equipo tunero tendría que regresar a manos de los Payán, quienes a su vez deberían hacer un reembolso al club madridista.
Claro: seguramente en el abandono financiero, el San Luis seguiría, con el tipo de dueños que tendría, los mismos pasos que el Veracruz.
Ciertamente, es una oportunidad magnífica para imponer un toque de queda y llamado al orden entre los "grupos de animación" del futbol mexicano. Un llamado de atención extremo, drástico, que le sentaría bien al futbol mexicano en general, incluso de cara a la Liguilla.
Además, en la jornada 18, se presenta el Veracruz contra América, que es considerado de alto riesgo, especialmente por la forma en que manipula la seguridad y vigilancia en ese tipo de encuentros el infausto Fidel Kuri Grajales, y seguramente pondrá un poco más de su esfuerzo por agravar la situación, como lo hizo ya una vez ante Tigres y su invasión felina.
San Luis ha intentado enmendar la situación, pero el agravante mayúsculo es que los mismos policías y el cuerpo de seguridad privada, cuyos miembros cobran 200 pesos (10 dólares), por esas tareas, desencadenaron la barbarie.
En una ideota, es decir una idea grandotototota, los encargados de seguridad, impotentes, frustrados, desesperados, pidieron a una de las barras bravas potosinas que ellos mismos defendieran a los fanáticos locales.
Esto, para cualquier persona con un mínimo de sentido común, equivale a apagar el fuego con buches de gasolina.
Lo peor, es que aseguran que recibieron el visto bueno de los dirigentes del San Luis para proceder de esa manera, es decir combatir la violencia con más violencia.