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Los Gallos Blancos quieren ser aves de rapiña

LOS ÁNGELES -- Los Gallos Blancos, los del gallinero, los de la tribuna, pretender mutar su plumaje y sus intenciones hacia negras aves de rapiña. Y contratacar.

En redes sociales, los mismos sujetos que protagonizaron las dantescas escenas en el estadio Alfonso Lastras contra San Luis, iniciaron abiertamente un movimiento para irrumpir en La Corregidora de Querétaro.

Enterados que la Comisión Disciplinaria ordenó a San Luis y Querétaro la exclusión y marginación absoluta de sus barras bravas, o como timoratamente les llaman, “grupos de animación”, los pelafustanes se preparan para la sublevación.

En las redes sociales, con mensajes que han sido ya borrados o convertidos en privados, los barristas queretanos han advertido que entrarán a La Corregidora por separado, buscando la manera de reagruparse dentro del estadio.

La directiva de Querétaro ya está enterada de este movimiento. Implementar medidas para evitar este movimiento subversivo, es la tarea inmediata.

Ojo: los rijosos queretanos que acudieron a San Luis pretenden ingresar al estadio para el partido ante Pumas, pero, aseguran, sólo para presenciar el juego y apoyar de manera moderada a su equipo, sin afán de desatar nuevamente la violencia.

Sin embargo, hay quienes, entre esa turba, que pretenden entrar al estadio sólo para formar una coalición desafiante ante el castigo de la FMF de vetarlos para los partidos de Gallos Blancos, medida que aceptó y promete respaldar totalmente la directiva.

Es decir, ya el movimiento organizado en redes sociales, implica un desafío abierto a las sanciones impuestas, lo que implica una postura beligerante. No se someten, acometen.

La otra preocupación que debe tener la Liga Mx es el tipo de aficionado que estará de visitante. Es sabido que un parte de la afición de Pumas no es precisamente conciliadora.

Aunque ha demostrado que puede disciplinarse y plegarse, muy contadas veces, a exigencias de la directiva de Pumas, pero sus seguidores son de mecha corta y reaccionan a provocaciones.

Es decir, se gesta un campo minado, que comienza, como ocurrió en San Luis, con la malsana postura de los barristas de los Gallos Blancos.

Hay que recordar que imágenes y testimonios confirman que en el Alfonso Lastras, los provocadores fueron los queretanos, aunque la responsabilidad absoluta fue sin duda de la negligencia y displicencia de la directiva potosina y de las autoridades locales, al desdeñar o subestimar el riesgo.

Por tanto, la Liga Mx debe recomendar su propio cerco de medidas de seguridad en la periferia de La Corregidora y que no ocurra un menosprecio fatal y peligroso como ocurrió en San Luis.

No se trata solamente de que el Club Querétaro y la policía municipal coordinen un aparato de seguridad, sino que esta vez la misma Liga Mx y la FMF deben acercarse, supervisarlo y buscar especialistas que ayuden a mejorarlo.

Y claro, no estará de más que por parte de los Pumas se advierta a sus propios seguidores de los riesgos, y de recomendarlos incluso que no acudan a un escenario ubicado a dos horas de carretera.

Esta vez, como nunca, es la oportunidad de tapar el pozo antes de que el niño se Acerque siquiera, pero…