En este momento el béisbol está como la nave del Apolo 13, muy dañado y a la deriva, con su misión original obsoleta; alejada de los grandes planes para lo que se suponía que debía haber sido creada. La pregunta ahora es si puede regresar, a través de la colaboración y la imaginación.
Para el Apolo 13, una pelea entre los astronautas sobre quién pudo sentarse en el asiento principal, o quién dejó primero la cápsula, o quién tendría los derechos futuros del libro hubiera sido inimaginable y destructivo para todos. Pero en el béisbol, eso es lo que está sucediendo, con Major League Baseball y el sindicato de jugadores actualmente en desacuerdo sobre los términos financieros de un posible retorno.
Lo que parece más que una locura en las circunstancias actuales: decenas de miles de muertes a manos de la pandemia de coronavirus, ciudadanos en temerosos encierros, despidos sin precedentes y desempleo, una economía devastada que puede requerir años para recuperarse.
Pero aquí es donde el béisbol se encuentra en este momento detrás de escena, con algunos de los rencores comenzando a exparcirse a la vista del público, con la gente de ambos lados cada vez más preocupada.