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Hugo, Pabón y otros que juegan al ajedrez con dados

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¿Se burló 'Matador' Hernández de Dorlan Pabón y Hugo González? (0:13)

El exjugador del Tri subió un video en el que porta la playera de Rayados en un cumpleaños. (0:13)

LOS ÁNGELES -- “El futbol es como el ajedrez, pero sin dados”. Lukas Podolski, polaco, campeón del mundo con Alemania.

Esta reflexión tan mentecata puede servir al jugador de la Liga MX como consuelo. Si ocurre en futbolistas del primer mundo, cracks absolutos, ellos también pueden abobarse. Uso términos cargados de gentileza. Usted elija los sinónimos que quiera.

Inexplicables los comportamientos recientes de Hugo González, Dorlan Pabón y Diego Reyes. Cumple años el arquero y decide festejarse con invitados al ritmo de tachún-tachún de una banda con redova y todos los fierros, y Pabón (“vecino a dos metros”, dice él) y Diego Reyes --al menos de quienes se sabe--, hacen acto de presencia.

Remedo de otras situaciones parecidas, como ocurrió con Jonathan Orozco, ‘La Chofis’ López, Felipe Pardo, y contando, estas tres referencias (Hugo, Pabón y Reyes) reflejan la ignorancia, la indisciplina, o la falta de sentido común o de discernimiento o de cacumen, de estos jugadores, cuando son ya más de 100 los casos de COVID-19 en la Liga MX y la cifra de muertos en México roza los 48 mil.

Monterrey margina a Hugo (30 años) y a Pabón (32 años) del grupo para el partido en León este lunes por la noche y los envía a nuevos exámenes médicos. ¿Será el único castigo? ¿No son titulares indiscutibles?

Llama la atención que todos estos jugadores, mayorcitos ya, entes pensantes ya, con muelas del juicio desarrolladas ya, no comprendan el riesgo que sus caprichos representan, primero, para sus familias, y después, para su entorno laboral.

¿O será que estos futbolistas, al igual que Poldolski, juegan al ajedrez con dados? ¿O cuando juegan al burro castigado, terminan flagelándose?

(“No me importaría perder todos los partidos, siempre y cuando ganemos la Liga”. Mark Viduka, el Rey Canguro de Australia. Leeds y Newcastle, en la Liga Premier).

Lamentablemente, los jugadores no entienden el peso que pueden tener sus decisiones en algunos sectores de la sociedad. Son, capacitada o incapacitadamente, todos ellos, líderes o referentes de algún sector, y no falta quién interprete que si ellos lo hacen, está bien, incluso con la voracidad desbordada de esta pandemia.

El futbolista, el atleta, generalmente, por el ejercicio y la alimentación, si llega a sufrir de esta enfermedad, se manifiesta asintomático, pero ¿cuántos, en su entorno, tienen ese privilegio de estar poderosamente activos y correctamente alimentados?

Se ha visto reiteradamente cómo los protocolos de salud han sido violentados. Algunos técnicos están reacios a usar cubre bocas, como ocurría con Miguel Herrera, o las imágenes del entrenador Antonio Mohamed escupiendo cuando observaba el partido.

Incluso, un riesgo especial ocurre en la convivencia brusca, airada, intensa, entre árbitros y futbolistas, como se ha perpetrado en las dos jornadas de la Liga MX. Y aunque los silbantes disponen de tarjetas para mantener a distancia, restringiendo los acercamientos de los jugadores, titubean para usarlas.

Se entiende que son rasgos pasionales de un atleta en activo y competitivo, pero ojo, todos han sido educados en sus clubes para restringir o limitar las reacciones lo más posible, hasta en algo que es un momento incontrolable del juego, como es el festejo de un gol.

(“A medida que uno va ganando cosas, se hamburguesa”. Carlos Tévez. El Apache de grandes gestas en Europa).

La culpa recae también en los directivos y en los entrenadores. Tolerancia excesiva, impotencia, falta de autoridad, resignación y abnegación, son a veces las reacciones pusilánimes ante estos hechos.

El jugador manda claras señales de que a veces no quiere o no puede entender la dimensión de este momento de la pandemia, y quienes están al mando, terminan apapachándolos, o cayendo en un paternalismo o “maternalismo”, impresentable.

¿Y la Liga MX? Lavándose las manos y dejando al libre criterio de los equipos, las medidas disciplinarias. Aunque, recordemos, el pacto estricto del seguimiento de los protocolos, fue hecho directamente por la liga y la Federación Mexicana de Futbol, ante la Secretaría de Salud, sí, esa misma que sufre de daltonismo manejando el semáforo infeccioso de todo un país.

(“Respetamos a Jamaica como a todas las selecciones africanas”. Edinson Cavani, goleador en Europa y con Uruguay).

Dentro de ese descuido, de esa negligencia en todos los niveles, se da manga ancha a algunos futbolistas para que, aunque les enseñen que no es así, ellos prefieran jugar al ajedrez con dados, o, como citó Poldolski: “El futbol es como el ajedrez, pero sin dados”.