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Liga Mx IV: Los Godínez

LOS ÁNGELES -- Analizados los equipos de las caravanas de Los Obligados, Los Necesitados y Los Urgidos, es el tiempo de que chequen tarjeta Los Godínez, esas oficinitas útiles en la Liga Mx, pero ninguno necesario. No se malinterprete, al final cada uno de ellos, seguramente aspira a una promoción o una gerencia.

Hay de todo, equipos que sí han sido campeones y otros que no han sido campeones y nunca lo serán. O equipos que perdieron de vista un proyecto. O equipos que terminan siendo una forma de higienizar impuestos y capitales, y en los que lo menos importante es el futbol. O equipos que son un mero hobby, un capricho de juniors. O que simplemente perdieron la valiosa esencia de sus orígenes, del poder maravilloso de la tradición. Los Godínez.

1.- Santos. Tal vez no debería estar aquí. Pero, en el auspicio fraudulento, deportivamente hablando, de la multipropiedad, ha terminado por ser un apéndice, en lugar de un protagonista. Una lástima. Su prometedor proyecto de fuerzas básicas no termina de cuajar. Santos se volvió tan desechable, que le quitan a su goleador, Julio Furch, quien llega al Atlas a cargar con una lesión en el tobillo. Lamentable el declive, por la afición, por su esencia competitiva, por su estadio, pero con una directiva que se especializa en ser reformatorio de prófugos sociales: Renato Ibarra y Joao Maleck. Santos conceptos morales.

2.- Atlas. Un equipo que han despedazado sus directivos. Desde su venta a TV Azteca ha sido un plato de segunda mesa, ninguneado muy a pesar de su leal y fiel afición, de ‘La Aflicción Rojinegra’. Estaba mejor en la miseria con directivos tapatíos, aunque siempre estaban a las patadas, que en su paso por la televisora y ahora con el Grupo Orlegi.

Por años, fue la columna vertebral de la Selección Mexicana: Oswaldo Sánchez, Rafa Márquez, Pável Pardo, Jared Borgetti, y después con Andrés Guardado. Hoy, su matriz está más seca que la de una momia guanajuatense. Diego Cocca, ‘el Guardiola de América’, como le llamó Alejandro Irarragorri, a las puertas de otro fracaso.

3.- Necaxa. Páginas de oro… pero en la prehistoria del futbol mexicano. Leyendas como la de ‘Los Once Hermanos’, y en la era moderna con una época generosa, dominante, con Manolo Lapuente. Hoy, se sabe, no aspira a nada deportivamente, pero ha hecho de la compraventa de jugadores un magnífico negocio. Un Godínez emprendedor, con un changarro en sus horas libres. Asentado en una plaza en la que su afición ya entendió que no se le considera ni como vela en el entierro. Necaxa, un nombre mancillado por Godínez con alma de tianguistas.


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4.- Puebla. Tuvo un insurgente, Emilio Maurer, con prácticas un poco siniestras, pero lo convirtió en un equipo competitivo, y aparece aquí de nuevo en escena Manolo Lapuente. Pero, a partir de la caída de Maurer, por rebelarse al sistema mafioso del control del futbol mexicano, terminó por desaparecer. Ha cambiado de dueños, muchos de ellos con paso por tribunales, ministerio público, y hasta por la cárcel. Otra afición leal, traicionada por los directivos. Prueba reciente es que con Juan Reynoso metiéndose a Liguilla eliminando en Repechaje al poderoso Monterrey, ya era pública la llegada de Nicolás Larcamón, técnico argentino procedente del Curico Unido. TV Azteca dice que no le pertenece, pero ya el Chelís Sánchez Solá, se encargó de desnudar esa paternidad irresponsable.

5.- Xolos. Un título con el Turco Mohamed y dos torneos notables con Miguel Herrera. Estuvo a un penalti de meterse a Semifinales de la Copa Libertadores, hasta que lo cobró Riascos, rebautizado desde entonces como ‘Duvier Fiascos’. Ahora con el adicto a la cartomancia, Pablo Guede, más supersticioso que un conejo cojo, trata de acercarse a la mesa de los competitivos. Gracias al socio, promotor y valet, Christian Bragarnik, le han llenado el buche para este Guard1anes 2021. ¿Calidad? Imagínese, regresó a México al fallido Neymar ecuatoriano, Fidel Martínez. Y agrega dos nombres del mismo Bargarnik: Esteban Pavez y Mauro Manotas, de quien se hizo creer que interesaba a Cruz Azul, para forzar a Tijuana a contratarlo. Si Guede fracasa, firmaría de nuevo, de inmediato, a Miguel Herrera.

6.- Querétaro. Otra plaza desperdiciada y traicionada. Ha tenido más dueños, algunos de preocupante ralea, que páginas de discretos momentos en su historia. Su instante de máximo y bochornoso protagonismo fue la contratación de un decadente Ronaldinho, exitoso en los antros de la zona, lamentable en la cancha. Y esa propensión a pagar fondos de retiro de buenos futbolistas, lo ratifica contratando a Antonio Valencia, un jugador destacadísimo en el Manchester United, pero ya rozando los 36 años. Además, consuma el tercer aterrizaje en México, de Jefferson Montero, un notable prospecto que ha tenido sus mejores actuaciones en el equipo Desperdicio F.C.

7.- Mazatlán. Un Godínez que se cambió de identidad. Era el Morelia, con un protagonismo comprado por su televisora. Después de secar la ubre michoacana, ahora se pega con fruición a la ubre sinaloense. Al renunciar a la historia de Monarcas, empieza de cero… y en cero sigue, y en cero se queda. En tiempos de crisis, aunque con la generosidad del convenio con los gobiernos de Mazatlán y Sinaloa, a Tomás Boy le han arrimado jugadores. Sólo uno tiene garantía, Nicolás Vikonis, portero llegado de Puebla. Entre otros nombres, se aparecen los siempre intermitentes Lolo Reyes, Ulises Cardona y Gael Sandoval. Boy cree ser capaz de catequizarlos.

8.- Juárez. Ya sabe, eso de pan y circo. Pero, en Ciudad Juárez escasean el pan y el circo. Es una nueva generación de un anterior Godínez: los Indios. Llega Luis Fernando Tena tras su fracaso en Chivas, al que le ganó la firma de Andrés Iniestra, tal vez porque el promotor de ambos es la misma persona. Otro refuerzo es Matías García, un Godínez auténtico del futbol argentino, al que apodan el ‘Caco’, un remoquete ad-hoc.

9.- San Luis. El último de los Godínez, y en todo sentido. Su alianza con el Atlético de Madrid despertó ilusiones. Una plaza de peso futbolero hace muchos años. Hoy, con el hijastro incómodo de Gil Marín, una de las cabezas colchoneras, es un fiasco.

El aludido, Alberto Marrero, demuestra su capacidad para arruinar proyectos internacionales del Atleti, tomando todo tipo de decisiones equivocadas, desde el manejo y contratación de entrenadores, hasta la forma en que lo han manipulado algunos futbolistas paisanos suyos. Sus mayores impactos mediáticos fueron la negligente forma de manejar episodios de violencia con Querétaro, la forma en que echó a Alfonso Sosa, y en ser el primer miembro del futbol mexicano en dar positivo de COVID-19.

Queda pues la revisión de las cuatro caravanas del Guard1anes 2021, al presentarle hoy la esperadísima cuarta clasificación, la de Los Godínez. Habrá quien proteste, pero, el Godínez, aunque se vista de seda, Godínez se queda. Porque, Godínez eres y en ceniza de Godínez te convertirás.