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Ricardo Peláez viaja a Monterrey con la guadaña sedienta de sangre

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Paco Gabriel sobre Peláez: 'Le faltó decir que el escogió al cuerpo técnico' (1:59)

Nuestro experto fue contundente al estar en desacuerdo con el mensaje que Ricardo Peláez mandó hoy a la afición rojiblanca. (1:59)

LOS ÁNGELES -- Trabajo. Liguillas. Títulos. Protagonismo. Éxitos. Orgullo. Trascendencia. Todo eso y más prometió Ricardo Peláez, al ser presentado el 26 de noviembre de 2019. ¿Lengua viperina?

Altivo, confiado, ese día, Peláez inauguró el fastuoso reino de las fantasías y de las quimeras en Chivas, y a su afición le garantizó cero penurias, cero pesadumbres, cero humillaciones, cero fracasos, cero deshonras, cero bochornos. Ha sido un vía crucis, un martirio, sin que se avizore un final.

Este sábado, ante Rayados, Ricardo Peláez acudirá investido de verdugo, afilando la guadaña. Si se desangra aún más Chivas en Monterrey, la sangre correrá, babeará, salpicará con festivo sadismo, en la guillotina portátil de su desesperación.

Sería irónico, sería cruel, sería deshonroso, que en la misma ciudad, en el mismo equipo, ante la misma afición, que entronizó a Víctor Manuel Vucetich como el Rey Midas, ahora reciba la deshonrosa sepultura como el ex Rey Midas. Sería una descortés ironía del destino que ante Rayados, en Monterrey, donde vivió su cénit, viva su ocaso. Purgado en el Purgatorio.

¿Qué dijo Peláez el día de su advenimiento? “En Chivas se habló de problemas de descenso hasta el fin de semana pasado. Desde hoy, sólo se hablará de campeonatos”, juramentó el día en que le entregaron las llaves del castillo rojiblanco, hoy tan deteriorado, que parece un establo en abandono.

Este jueves, su discurso rayó entre el ultimátum y el veredicto anticipado de muerte, para su entrenador Víctor Manuel Vucetich. Sacó los oxidados clavos y la derruida cruz del almacén de la familia Vergara.

“Este plantel tiene la calidad suficiente para ser competitivo. Ojo buen plantel, no equipo. El cuerpo técnico está haciendo su parte pero es claro que no nos está alcanzando; estoy haciendo la mía que es evaluar, y llegará el momento de ajustar donde haya que ajustar”, sentenció Peláez en un mensaje intimidante, amenazador, a través de redes sociales.

En la pasarela de la muerte a montarse en Monterrey, Peláez deja entrever que no sólo será el ex Rey Midas quien perdería la cabeza si no hay una victoria sobre Rayados. Detrás, como escoltas, como parte del cortejo abominable del fracaso, desfilarán algunos jugadores, entre ellos, algunos de esos chascos, de esas famosas, decepcionantes, estruendosas, cacaraqueadas contrataciones que él mismo realizó. Terminaron como acólitos del fiasco.

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0:34
Sobre el 'Fuera Vuce': 'Siento impotencia porque el equipo no está respondiendo'

Víctor Manuel Vucetich analiza la derrota en conferencia de prensa

Monterrey y Javier Aguirre pueden ser quienes accionen el patíbulo. El empate ante Cruz Azul no salda las deudas que tiene Rayados. Y sin duda, vencer a Chivas, salgan quienes salgan damnificados, permitirá a los regios congraciarse con la montaña gigantesca de emociones de sus seguidores.

¿Será capaz Chivas de dar un salto radical, de un extremo a otro, tras la tristísima actuación ante León, al visitar este sábado a Rayados? Hay dos posibilidades.

1.- Por lo visto en su propio estadio, parece imposible. Un montón de holgazanes burgueses apáticos, desordenados, desvinculados, egoístas, traicioneros, sin idea, sin compromiso y sin apego a la camiseta, dieron una de las exhibiciones más deplorables que se recuerden, especialmente ante un equipo aún en gestación como el León.

2.- Todo es posible, entre quienes, cínicos, arrepentidos, desesperados y miedosos, se decidan a salvar el pellejo, no el de su entrenador, sino el de ellos mismos, y ofrezcan una sinfonía inesperada, que engatuse, que embauque, no sólo al verdugo Peláez, sino por supuesto a los más bobalicones y conformistas de sus afligidos aficionados.

Ojo: a Chivas le puede hacer más daño una victoria sobre Rayados, que una derrota. Un triunfo desataría otra cortina de farsa, de mentiras, de engaños, que sólo sobreviviría unos días, hasta una nueva recaída y una nueva amenaza.

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Análisis Picante: ¿Guadalajara está en crisis?

Jorge Pietrasanta y Paco Gabriel de Anda anlizan la caída de Chivas

Una derrota, que refleje las miserables condiciones, podría obligar, finalmente, a que se tomaran decisiones drásticas que debieron imponerse hace tiempo.

1.- Vucetich tiene más de un año en el puesto. Lo que no ha conseguido en 54 semanas no lo va a conseguir en 54 horas, como para operar un cambio sólido, firme, prometedor, auspiciador, este sábado ante Monterrey.

2.- Y por otra parte, los jugadores han agotado el número de oportunidades. Uriel Antuna ha ratificado que el Guadalajara es un accidente en su vida. “Prefiero irme al extranjero a ser campeón con Chivas”, ha dicho.

3.- Antuna y su compadre de bautizo con vodka de tamarindo, Alexis Vega, hacen erupción con selecciones nacionales y se esconden con la zalea parchada de Chivas. Siempre, al igual que el Chicote Calderón y el Canelo Angulo, han visto al equipo como un medio más que como un fin. Pasar de pordioseros a potentados, a algunos los empobrece.

“Estoy apenado y les digo que vamos a remontar”, aseguró Peláez este jueves en su discurso. ¿Cuántas veces ha dicho que está apenado y que el equipo ahora sí, pero ahora sí, de verdad, va a despertar? Lo hace cada vez que las crisis azuzan al equipo. Prometer lo mismo sólo empobrece el valor de su palabra.

En otra parte de su locuaz alocución, el director deportivo de Chivas se tropieza en el pecaminoso fango de las contradicciones.

“Es mentira que no los escuchamos (a los aficionados), sabemos de sus inquietudes y demandas, pero estamos tratando de ser conscientes y de tomar decisiones bien pensadas, no al calor de los resultados inmediatos, porque este proyecto busca construir bases sólidas para un futuro cercano. Es un momento complicado y vamos a salir de él cueste lo que cueste”, dijo Peláez en el mensaje a una afición que el miércoles por la noche levantó un tsunami violento en redes sociales, y en la misma tribuna del lujoso sepulcro que es su estadio: #FueraVucetich.

Cuando habla de “tomar decisiones bien pensadas”, es inevitable cuestionar por qué durante los casi 22 meses de su gestión no han tomado, entonces, decisiones bien pensadas, y por qué hasta la vileza de los resultados decepcionantes de 2020 y 2021, espera que este proyecto que busca construir “bases sólidas para un futuro cercano”, cada vez alarga más su fecha de consagración, como una promesa a la deriva, precipitada, sin fundamentos.

Lo peor de todo, insisto, es que se dé esa jugarreta despreciable del destino: que Vucetich sea vilipendiado y humillado en el mismo sitio donde vivió su exaltación como entrenador. Que donde fue entronizado como Rey Midas, este sábado, vaya a la fosa común, momificado, como el ex Rey Midas.