¿Loco?

FECHA
26/03
2010
por Pablo Cheb Terrab
BUENOS AIRES -- Entrar al Estadio de Botafogo fue encontrarlo a él, parado frente a una cámara, invitando a los hinchas a asociarse a su nuevo club. "Especialmente para usted, que vive fuera de Río", repitió una y otra vez en su portugués chapucero Sebastián Abreu, ante la indicación del director.

Otra vez, otra. Y otra. El deber llama.

Verlo entrenarse sin pelota fue recordar que es flaco y alto gracias a sus piernas largas. Fue notar su descoordinación general. Fue verificar que no le salen los ejercicios que le manda a hacer el preparador físico. Fue escuchar a sus compañeros cargarlo: "Muy mal, Abreu".

Mirarlo jugar un partido en espacio reducido fue reconocer su inteligencia y su liderazgo.

Sentarse con él fue entrar en una pelea que nunca pasó del round de estudio. Fue siempre medido, tuvo cuidado. No se desesperó ni dejó que lo desesperaran.

Despedirse fue entender que, relajado, Abreu no es el mismo en cámara y fuera de ella. "Impecable", fue la uruguaya palabra que eligió el uruguayo para describir la entrevista. Hablaba de sí mismo: pasó frente al micrófono sin desbordes, sin deslices ni confesiones; impecable. Puro control.

Esto es Abreu, que se va haciendo chistes con su asistente de prensa personal y brasileño: "¿Tu español? Flaco". Como su portugués, pienso.

Esto es Abreu. Desborda cordura, irá al Mundial. Abreu. Toma cinco minutos y está en video. Abreu. Disfruten.

BUENOS AIRES -- Fidel Castro tenía 12 años y estudiaba en el colegio lasallano de Santiago de Cuba en junio de 1938. En esos días, Ernesto Guevara De la Serna vivía una infancia tranquila en Alta Gracia, Argentina, y Camilo Cienfuegos tenía seis años y vivía con sus padres en La Habana.

Cuba-Rumania
Getty ImagesEl sorteo de capitanes previo a Cuba-Rumania
Lejos en el tiempo estaban todavía el asalto al cuartel Moncada, el combate de El Uvero, la lucha en Sierra Maestra y la batalla de Santa Clara. Fulgencio Batista aún no era el enemigo de la futura resistencia y Cuba vivía en una democracia que duraría unos años más. En junio de 1938 la historia todavía esperaba a una de las revoluciones más recordadas del siglo XX.

El 4 de junio comenzó la tercera Copa del mundo de fútbol en Francia. Aquel torneo estuvo precedido por una polémica que incluyó a casi todos los equipos de América. Liderados por Argentina, que argumentó su derecho de organizar el Mundial, casi todos los seleccionados del continente decidieron no participar. En ese contexto, quince Selecciones se dieron cita en París.

Cuba fue uno de esos combinados. La deserción de Costa Rica, El Salvador, México y Surinam le abrió la puerta a la Isla, que se convirtió en el primer equipo caribeño en disputar una Copa del mundo.

Junto a Indias Holandesas (Indonesia), fue el participante más "curioso" de ese torneo, en el que los europeos fueron amplia mayoría.

Pese a ese mote casi gracioso con el que tuvo que convivir, el largo viaje que debió soportar el conjunto cubano no fue en vano y la actuación fue mucho mejor de lo esperado. Jesús Gironella fue el padre de un plantel que quedó en la historia del fútbol como el primer gran equipo caribeño.

Rumania no era una potencia, pero su experiencia en campeonatos internacionales la convertía en amplio favorita frente al simpático combinado americano. Sin embargo, Cuba se sobrepuso a un 0-1 en el primer tiempo y alcanzó un espectacular 3-3, que le dio el derecho a jugar un partido desempate.

Toulouse fue el escenario en el que se dio una de las primeras grandes sorpresas de la historia de los Mundiales. Con goles de Socorro y Oliveira, Cuba le ganó 2-1 a Rumania y se clasificó para los cuartos de final del torneo. 8000 personas asistieron al encuentro disputado el 9 de junio de 1938, que aún hoy es el más importante para el fútbol de la Isla.

Sólo tres días después y con el cansancio de 180 minutos de tensión sobre sus espaldas, los jugadores cubanos debieron enfrentar a Suecia, que no tuvo piedad y goleó por 8-0 en Antibes. Sin embargo, la leyenda ya estaba escrita. Cuba había jugado su primer Mundial y había ganado su primer partido cuando absolutamente nadie lo esperaba. Todos creían que era el comienzo de una historia de éxitos, pero nunca más el mundo vio a un equipo cubano como aquel.

Dos décadas después, la Revolución liderada por Fidel Castro, Ernesto Guevara y Camilo Cienfuegos llegaba al poder y derrocaba a Batista y su dictadura. Pero esa es otra historia. Esta vez el cuento del día tiene que ver con el fútbol y el triunfo de los débiles. Por una vez.

El Mundial de las GalaxiasMontaje ESPNdeportes.comEspaña Skywalker, Darth Alemania, Obi Wan-Argentina y FranC3PO. El torneo interestelar
BUENOS AIRES -- El escritor y periodista inglés, David Winner, aseguró alguna vez que en la narrativa de la Copa del Mundo, Alemania es el villano. "Un Mundial sin Alemania sería como Star Wars sin Darth Vader", escribió.

Nosotros, los freaks de ESPNdeportes.com, admiramos su genialidad y nos alineamos en este ejercicio de comparaciones insólitas y elecciones arbitrarias. Dedicado a todos aquellos fanáticos de la saga de George Lucas, va nuestro elenco completo de personajes representados por naciones mundialistas.

LUKE SKYWALKER-ESPAÑA: Es la joven, nueva esperanza. Un rostro novedoso y refrescante. Lleno de empuje, con esa sensación adolescente de quien se cree invencible. De quien toma la victoria con normalidad. Posee un talento irrefutable, claro, aunque con algunos problemas aún para controlar su poder. Ya sufrió en el pasado: en películas anteriores le cortaron la mano. En la última, la más reciente, Estados Unidos le demostró que no todo está resuelto con ser un Maestro Jedi. Hoy carga esa lección, y eso lo hace solamente más peligroso.

LA PRINCESA LEIA-HOLANDA: Estética pura, movimientos finos, felinos, delicados. La selección que brilla desde su vestuario naranja (o su bikini dorada) es como su hermana de ficción: valiente, corajuda para ir al frente, conocedora de sus fortalezas, hábil ocultando sus debilidades. Tiene un toque femenino prácticamente irresistible para el que se regodea en mirarla. Sin embargo, y aunque cuenta con todas las condiciones para convertirse en protagonista grande, siempre termina cediendo el lugar a otros para que peleen cuando más importa.

Yoda
Montaje ESPNdeportes.comEl maestro de los maestros es Brasil. Obvio. ¿Cuál si no?
YODA-BRASIL: Maestro de maestros, merecedor de todos nuestros respetos. Tiene un ritmo peculiar, pero sin que lo sepamos allí radica toda su sapiencia. A veces parece lento, hasta dormido. Y sin embargo, un par de movimientos le alcanzan para recordarnos con quién estamos tratando. Ágil, experiente, lleno de talento. Nunca hay que subestimarlo, ni a él, ni a su historia. Por algo es quién es.

C3PO-FRANCIA: Desde el brillo vistoso de su armadura hasta su acento sofisticado, Francia parece encarnar sin concesiones aquel aristócrata pomposo y un poco estirado. Su fútbol de champagne y desdén encontró su mejor versión al lado de un hombre de un corazón gigante (podría haber sido Luke, pero fue Zidane), sin embargo hoy aparece un poco oxidado. Casi, diría, a punto de perder partes. Es un equipo duro, con movimientos bruscos, algo forzados, y una personalidad que se parece más a la de un mayordomo que a la de un líder autónomo.

R2D2-MÉXICO: ¿Cómo no? El viejo Arturito es pequeño, movedizo, inquietante. No importa lo que haga siempre cae simpático. Además tiene un idioma futbolístico absolutamente propio, el problema es que nadie lo entiende.

OBI WAN KENOBI-ARGENTINA: Casi un prócer en este universo. Peleó muchas veces. Incluso ganó algunas batallas. Su fortaleza general parecía inagotable, hasta que algo ocurrió. No está demasiado claro. En su último gran enfrentamiento, Darth Vader lo dejó llorando con la medalla de plata en el cuello. A partir de allí, fue una especie de fantasma, una sombra. Nadie duda de su potencial, pero hoy ya no parece encontrar una manera de plasmarlo de manera concreta. Tenía la Fuerza, y se dejó morir.

EL EMPERADOR-ITALIA: El poderoso eje del mal. El rey del apocalipsis. Su rigor y su disciplina atemorizan, claro que al mismo tiempo despiertan todo nuestro respeto. Se sabe que no será fácil vencerlo, y que entre sus armas legítimas podrá intercalar malas artes para lograr su objetivo. Hay quienes intentan imitar sus métodos pese a que, de alguna forma, sigue siendo único. Con un título más, acabaría definitivamente con la República. Y con el argumento pentacampeón de la Resistencia.

JABBA THE HUT-INGLATERRA: Un gigante rico, ambicioso, fuerte, roñoso y antipático. Dueño de los recursos más impactantes, puede someter al más pintado, aunque lo suyo no sea precisamente un jolgorio en los últimos años. Quizá se haya dejado estar, pensando que el hecho de ser un gigante le alcanzaría, y hoy su tamaño sea un impedimento más que le dificulta moverse.

HAN SOLO-PORTUGAL: ¿Buscan una mezcla de experiencia y juventud? ¿Buscan ese toque intrépido, temerario y picaresco? ¿Quieren a alguien joven, dispuesto a actuar en serio, a ponerse la pelea en el hombro, a tomar las riendas de cualquier batalla? Hay algo maravilloso que une a Portugal con el querible Han: ninguno de los dos tiene mucho que perder. Cuentan con las mejores herramientas y la voluntad para emplearlas. Cuentan con el ímpetu necesario y una experiencia construida en tiempos recientes que sirve para tomar decisiones en los momentos difíciles.

CHEWBACCA-URUGUAY: Su presencia es ancestral. Estuvo desde siempre, desde el comienzo, desde hace 100 años. Siempre fue valiente, luchador, fiel a su estilo guerrero. Siempre tuvo una fuerza particular, una garra propia, dirían algunos. Fiel a sus principios como pocos, contó con épocas de protagonismo indiscutido. En los últimos tiempos ha pasado a un segundo plano aunque todos tengan bien claro que posee todas las armas para pasar a ser de nuevo un personaje principal en cualquier película futbolística. Viejo y peludo, Uruguay. De vez en cuando pega un grito charrúa. Que la fuerza lo acompañe.

LOS EWOKS-NUEVA ZELANDA: Sigamos con la lógica que nos trajo hasta aquí, y digamos que un Mundial sin Nueva Zelanda sería como Star Wars sin los ewoks. Es decir: a nadie le importaría. No quiero ofender al fútbol neocelandés, pero seamos sinceros. Se trataría prácticamente de la misma película y no está realmente claro que llegue a haber demasiados reclamos por su ausencia. Bueno, quizá algún extremista fanático del fútbol oceánico. Si usted es uno de ellos, no se preocupe: siempre puede llevar su queja personalmente a George Lucas.

BUENOS AIRES -- Verón es un verdadero fenómeno. No es una declaración muy difícil de hacer en estos días en los que hay una especie de reenamoramiento de Juan Sebastián, sobre todo de parte de un sector de la prensa que en otros momentos lo despedazó de manera inescrupulosa.

Veron
Fotobaires.comVerón puede tomarse revancha de todas las críticas
La Brujita debutó en primera con una pesada mochila que podía sentir en todo momento gracias a su apodo, justamente. Para todos en Estudiantes era el hijo de Juan Ramón, aquel ídolo que marcó los goles más importantes de la historia del club. Tenía que soportar una carga que casi nadie logró asimilar. Él fue el mejor hijo de todos los tiempos en el fútbol argentino.

Brilló en el equipo platense, pasó a Boca por una suma millonaria y a los seis meses fue vendido a la Sampdoria de César Menotti por más millones. Allí, en Europa, tuvo momentos de máximo esplendor y etapas de sufrimiento. Allí aprendió, se hizo hombre y se hizo mucho mejor jugador. Si eso aún era posible.

Llegó a Corea-Japón 2002 como la gran figura de la mejor Selección del planeta. Sin embargo, el fracaso del equipo en términos de resultados lo hizo descender a la categoría de traidor a la patria, responsable de todos los males del país y lo transformó en enemigo de todos los hinchas argentinos. Esos despreciables sentimientos que partieron de la prensa y llegaron a todos los simpatizantes no lo golpearon, todo lo contrario, lo hicieron madurar.

Sus enemigos lo ayudaron a resurgir, a crecer, a convertirse en una leyenda viva. Pese a que muchos creían que ya estaba acabado, a los 31 años regresó al club de sus amores no sólo para jugar allí un par de años y retirarse, sino para conducir a Estudiantes a la cima del mundo, donde ni los hinchas más optimistas creían que podía volver.

En el primer torneo después de su retorno, se coronó campeón argentino después de 24 años. Era el inicio de una época de oro para el Pincha. Verón ya no era un simple jugador de fútbol, era el máximo referente del club, el presidente, el primer hincha, el técnico. Era todo Estudiantes.

Dentro de la cancha, es imposible que pase desapercibido. No sólo por su estatura o su cabeza rapada, sino por todo lo que transmite. Sus virtudes futbolísticas fueron descriptas hasta el cansancio, pero lo que hace que Verón sea Verón es su magnetismo con la pelota. Siempre está en el lugar indicado y da la impresión que el balón lo busca a él. A partir de allí, nace cada pase genial, cada jugada imponente.

Hoy todos hablan de Lionel Messi, un futbolista extraordinario y capaz de hacerle ganar el Mundial a su Selección. Sin embargo, el jugador clave de Argentina será la Brujita. Por lo que significa dentro de la cancha y por todo lo que puede aportar fuera: madurez, liderazgo y coherencia en el momento en el que el Seleccionado albiceleste más necesita un líder de la categoría de Verón.

Además, aparece el factor revancha. Aún resuenan en sus oídos los silbidos inmerecidos que bajaron desde las tribunas del estadio de River Plate en su vuelta al equipo nacional. Aún escucha las críticas despiadadas tras su oportuno gesto de calma ante Suecia en Japón (fue para serenar a un equipo que tiró 62 centros en 90 minutos).

Juan Sebastián tiene todo para instalarse entre los mejores de la historia. Sólo debe hacer lo mismo que hizo en Estudiantes. Ahora, hay que darle todas las herramientas para que cree. Él sabe bien cómo.

dedicado a Unai M.

Gorka IraizozGetty ImagesEl corazón: la especialidad de la casa. ¿No puede acaso Iraizoz ser el 3er arquero en España?
BUENOS AIRES -- En los últimos meses se escuchó con insistencia un pedido noble pero algo inútil: el reclamo de Víctor Valdés como tercer arquero del seleccionado español.

Quizá no esté tan mal reconocer a Valdés, un muchacho que no lo hace tan mal en un equipo acostumbrado a la gloria. Pero está claro que entrar en una honda discusión por quién debe ser el segundo suplente de Casillas no entra dentro de los marcos de la cordura.

Por supuesto, la cordura no es lo nuestro: celebramos tanto el pedido como la discusión, y dejamos un aporte propio que llega desde la revisión histórica.

Pues bien, invito a los fanáticos futboleros seguidores de este blog a repasar un poco la rica tradición de porteros vascos que alimentó a España en una buena parte de la historia reciente. El nombre clave para entender esta cuestión es el siguiente: Iríbar.

José Ángel Iríbar, alto, seguro, sólido, poco afecto a la espectacularidad, fue el creador de un estilo pegajosamente persistente en el arco europeo. Longevo en

Iríbar
Getty ImagesEl arquero español José Iríbar vuela, ante Argentina, en Inglaterra 1966.
términos futbolísticos, cumplió 614 partidos en la Primera División de España, a lo largo de 18 temporadas defendiendo el arco del Athletic Bilbao. Fue el responsable de atajar para su selección cuando ganó la Eurocopa de 1964. Sumó 49 presencias en la Furia. Hizo historia.

El encargado de reemplazar a Iríbar en el Athletic fue un muchachito de 19 años que hoy tiene nombre de leyenda: Andoni Zubizarreta. Sabrá el fanático que es el jugador con más presencia en la historia del seleccionado Ibérico. Suma 126 presencias. Su forma de atajar fue casi un calco, una imitación. Cada movimiento de Zubizarreta hizo siempre una declaración de principios: "Soy como Iríbar". Hay muchos detractores del enorme Andoni que basan sus críticas en los últimos años que tuvo como jugador. Son injustos: olvidan al atlético joven que llevó al Athletic a quedarse con dos títulos de Liga, una Super Copa de España y una Copa del Rey (su último título en la historia). Del hombre que alcanzó cuatro Ligas y otros siete títulos con el Barcelona, incluyendo una Copa de Europa. Del histórico que atajó para su país durante cuatro Mundiales.

Para evitar celos partidarios, dedicaré un párrafo a quien para muchos es el mejor arquero de la historia de la península. Me refiero a Luis Miguel Arconada Echarri, mejor conocido como Arconada (o Arkonada, si nos ponemos en vascos extremos) quien brilló en base a velocidad, reflejos y personalidad al frente del Real Sociedad durante 13 años a partir de la década del '70. También replicó títulos: ganó dos Ligas, una Copa del Rey y una Supercopa de España. Y representó a su nación en el mundial local, España '82.

Así que allí va, mi proposición, modesta como aquella satírica del gran escritor inglés Jonathan Swift en su histórico texto de 1729. Mi modesta proposición, decía: Gorka Iraizoz, vasco, vasquísimo, de tercer arquero en España. ¿Quién? Gorka. El actual número uno del Athletic Bilbao.

No lo descarten enseguida. Sé que piensan en Almunia, en Diego López, en Valdés acaso. No lo hagan. Miren a Gorka, evalúenlo. Contemplen cómo creció desde que dejó el Espanyol. Sepan que es uno de los artífices del actual séptimo puesto liguero

Iraizoz
Getty Images¿Personalidad? La suficiente para retar a Cristiano
del equipo de San Mamés. Razonemos: séptimos. No olvidemos: un equipo limitado que se arrastró a puro corazón hasta las finales de la Copa del Rey. La primera del club en 25 años. Gorka. Quedar a un paso de la gloria también es glorioso.

Sepan que da seguridad como pocos. Que, en un equipo que se empeña en ser poco fiable, es una garantía. Piensen en su forma de responder de acuerdo al tamaño de los zapatos que le tocó llenar. No es fácil.

Sí, le hacen goles. Es inevitable. Pero él responde con aplomo en la mayor parte de las situaciones de exigencia. Tiene personalidad, simpleza, buen saque de manos y excelente ubicación.

Ya no es un niño, tiene 29 años. Para ser perfectamente realistas, puede ser su última (su única) oportunidad. Y la nuestra de reivindicarnos con las generaciones precedentes.

Ténganlo en cuenta: Gorka. Tercer arquero. Será un homenaje, un aporte histórico. Quizá no cambiemos el mundo, ni el Mundial.

Quizá sí.

Por algún lugar se empieza.

BUENOS AIRES -- El arte alcanza su meta final cuando logra conmover. No importa ser un erudito en la materia, haber recorrido los mejores museos del mundo, hacer talleres literarios, de dramaturgia, de pintura, de música.

APLa Holanda del '74, ¿Jugaba bien o mal?
Muchas veces he escuchado, en conversaciones en las que estuve como protagonista y en las que me inmiscuí gracias a mi poderoso oído derecho, a propios y extraños definir el hecho de jugar bien a algo.

También he escuchado a muchos estudiosos decir que el arte no tiene nada que ver con el deporte. En parte, esto es cierto, pero si hablamos de concepciones estilísticas, quizás no haya nada más emparentado que estas ramas tan disímiles. No podemos negar que la discusión de tres amigos en ART, la magnífica obra teatral de Yasmine Reza que expone las distintas miradas e interpretaciones sobre un mismo objeto (en este caso, un cuadro blanco con líneas grises, tasado en una fortuna), es altamente comparable con la discusión de tres amigos en un bar acerca de si la selección italiana de 2006 era un bodrio o una obra maestra.

En materia de estilos, el deporte va de la mano con el arte. Jugar bien significa poder conmover. Tener el poder de generarle al espectador un cosquilleo vertiginoso, efímero la mayoría de las veces, pero tan potente que dan ganas de decir con los ojos chispeantes: ¡Cómo juega el Barcelona!

Así, los girasoles o la habitación amarilla de Van Gogh, las pinturas manieristas de El Bosco, las Marylin Monroe de Andy Warhol y la Balsa de la Medusa de Géricault se sientan en una misma mesa. Entre los grandes pintores de las distintas épocas, sólo algunos pocos tienen el poder de conmover. De hacernos mirar sus obras para sentir algo más que un estilo o una serie de trazos particulares sobre el lienzo.

Y entonces, el público podrá elegir. Podrá sentenciar si los cuadros surrealistas de Joan Miró son de su agrado o no. Pero jamás podrá decir que Miró juega mal. Y si piensa eso, es porque no entiende nada de pintura.

En el fútbol y el deporte general, sucede parecido. No digamos igual, porque algun crítico de arte puede ofenderse -alguno de esos que de fútbol no entiende un pomo. Un pomo de pintura, claro-. Nos hemos cansado de escuchar frases alardeando sobre la valentía, el temor, la vergüenza o la desfachatez de los equipos. Batallas dialécticas entre ofensivos y soñadores contra defensivos y terrenales. Dos veredas, dos estilos, dos concepciones del fútbol. Y de la vida.

El problema radical aparece cuando intentan explicar líricos y practicistas el concepto de jugar bien. Los primeros dicen que Holanda de 1974, que no ganó el Mundial de aquel año, fue el mejor equipo de la historia porque jugaba bien. A la manera que lo entienden: al toque, al piso, vistoso. Los segundos contestan que el hecho de no ganar hace que valgan menos que un par de zapatos usados. Y por lo tanto jugaban mal.

Adhieren ellos que Italia, campeón de 2006, jugaba bien porque entendía a lo que tenía que jugar (¿?). Esto es curioso, dicen los primeros, teniendo en cuenta que, a priori, se piensa que los 32 equipos que clasifican a un Mundial entienden el deporte que practican. Aunque, claro está, hubo casos a fines de los '70 de selecciones que no tenían muy claras las reglas... pero eso mejor dejémoslo ahi.

El hecho es que hay algo más que el resultado concreto lo que hace que el tipo de equipos aguerridos, racionales y -a ojos de los ignorantes, aburridos- despierte algo. No se sabe qué exactamente, pero es algo: amor en algunos, odio en otros. Si no me creen, piensen en Argentina de 1990. Un equipo que estéticamente era horroroso pero que puede haber transmitido más que la propia Argentina de 1986. Suena absurdo, pero...

Así, hemos visto discusiones a puro grito y hasta algunas trompadas a vuelo rasante entre practicistas y líricos. En los bares, en las calles, en las casas. Cada cual sentado de un lado de la mesa y exponiendo argumentos que piensan, equivocados, que son irrefutables. Señalando con el dedo, injuriando a su rival de turno, intentando convencer. Nada más estúpido que un hincha tratando de convencer a otro de algo. Lo que sea. Lo que uno ve rojo, el otro lo ve verde. Y es por eso que son tan atractivas las discusiones de fútbol, sobre todo si se las ve desde afuera (degustamos como un manjar los programas de TV en los que la gente grita por si hay que jugar con tres delanteros, dos volantes de contención o cinco defensores. Somos todos muy extraños por disfrutar de esto, ellos y nosotros).

El tema aquí radica en el significado, entonces, de jugar bien. ¿Quién tiene razón? ¿Líricos o practicistas? Ninguno de los dos. Lo que desde hace años se percibe como noche o día, puede ser madrugada o atardecer, un horario que los encuentra a los dos con la mitad de verdad en la punta de la lengua.

El deporte, en su estilo, es como el arte. Jugar bien es conmover. Es transmitir algo. Es por eso que Brasil de 1970, Holanda de 1974 y Argentina de 1986 jugaban bien al fútbol, transmitiendo con la pelota en sus pies. O Argentina de 1990, la antítesis de lo nombrado anteriormente, jugaba bien transmitiendo con el corazón de sus jugadores, las lágrimas finales de Diego Maradona, la tapa de Héroes igual. O Grecia de 2004, el equipo de Otto Rehagel, que en la Eurocopa había estacionado en el área un colectivo con las ventanillas cerradas y no se le entraba ni con la mejor puntería de Guillermo Tell.

Así, con este concepto, podemos entender por qué Lionel Messi juega bien, y por qué Genaro Gattuso también lo hace. El talento conmueve tanto como el esfuerzo. Los estilos distintos hacen bello al deporte en todas sus características. Por eso es lindo ver cuando un equipo golea 6-0 y cuando otro logra aguantar un 0-0 con tres hombres menos en el campo.

Por eso, el fútbol es fútbol. Por eso, contemplar el arte y el fútbol, que pueden ser dos de las cosas más inútiles que un ser humano puede hacer en su vida si se lo tiene que explicar a un tercero, es tan inmensamente reconfortante.

Jugar bien es conmover. Si no me creen, pueden seguir peleando, aunque llegará el día en que se den cuenta.

Tarde o temprano, lo harán.

BUENOS AIRES -- Aunque casi todos los deportes han optado por incluir dispositivos tecnológicos para ayudar a los árbitros, evitar polémicas y llegar a una verdad absoluta en cierto tipo de fallos, el fútbol siempre eligió mantenerse al margen de esas innovaciones.

Blatter le dice no a las innovaciones

El debate está instalado desde hace varios años y es muy complejo. Hace algunos días, la International Board volvió a decirle no a la tecnología para determinar si una pelota cruzó la línea de gol o no. Ésa es la jugada en la que muchos argumentan que debe implementarse un sistema similar al "Ojo de halcón", que se utiliza en el tenis. En cambio, otros, como la cúpula de la FIFA, creen que el fútbol debe mantenerse como un "deporte cien por ciento humano".

En 1966, Inglaterra se coronó campeona del mundo gracias a un gol que no debió convalidarse. Si en aquel momento el Seleccionado alemán hubiera podido optar por este sistema, otra habría sido la historia. En Sudáfrica, 44 años después, podría repetirse un hecho semejante, porque aún en estos días, la vista del árbitro es el único medio autorizado para tomar una decisión de semejante calibre.

Parece un despropósito que se le dé la espalda a la posibilidad de evitar para siempre irregularidades de este tipo. Está claro que lo que hace hermoso al fútbol es el acierto, pero también el error. Sin embargo, no se puede correr el riesgo de tener un campeón del mundo injusto cuando eso podría evitarse sin ningún inconveniente.

"La tecnología no debe entrar al deporte'', dijo el secretario general Jerome Valcke tras el nuevo rechazo oficial al chip y al Ojo de halcón. Para la dirigencia, los adelantos informáticos son algo así como un demonio.

La IB es el organismo que decide sobre los cambios en el reglamento de todo el planeta y está integrado por las cuatro naciones de Gran Bretaña y por cuatro representantes de la FIFA. Sí, Gales e Irlanda del Norte tienen más votos que toda Latinoamérica, donde el fútbol es casi una religión.

Las tendencias conservadoras nunca dejarán de tener su lugar intocable en todos los órdenes de la vida. El fútbol no escapa a esto y debe sufrir la negativa a mejorar de parte de algunos señores de traje y corbata que pocas veces habrán sufrido la terrible injusticia de un gol que no debió convalidarse.

Los jugadores que no extrañaremos

FECHA
04/03
2010
por Damián Didonato y Pablo Cheb Terrab
BUENOS AIRES -- Es imposible mantener una simpatía unánime hacia todos los representantes de todas las selecciones del mundial. No todo es admirar y repartir amor: siempre hay muchachos que preferimos evitar, jugadores a los que les tenemos idea, hombres que insultamos desde la arbitrariedad. alegría en el fútbol del Mundial. A continuación, los freaks de ESPNdeportes.com perpetran un ejercicio de odio contenido: estos son los jugadores que por carácter o nivel de fútbol no vamos a extrañar en Sudáfrica 2010.

Pablo Cheb Terrab

Román dijo que no. Mucho mejor (Getty)

RAÚL(España/Real Madrid): No es cuestión de faltar el respeto a la historia: idolatrado por una generación española el Ángel se mostró como un ejemplo de profesionalismo, vigencia y oportunismo mientras duró su pico de rendimiento. Sin embargo, también hay que ser inteligente para reconocer los momentos de cada jugador. Hoy, España cuenta con varios de los mejores delanteros del mundo envueltos en actualidades furiosas. Se me ocurre que la presencia de Villa, Torres, Güiza, Mata, Pedro, Silva, Negredo, Navas y hasta los propios Bojan, Canales o Llorente están hoy por encima del máximo goleador histórico de la furia roja. Todos ellos pueden aportar una cuota más valiosa de gol y desequilibrio a su seleccionado.

JUAN ROMÁN RIQUELME (Argentina/Boca): El talentoso rey del capricho. Durante su carrera renunció dos veces a la selección de su país. En la primera ocasión, alegó que su madre se deprimía por las duras críticas que recibía tras sus actuaciones. Se dijo que tuvo conflictos con Palermo, con Verón, con Messi... Asegura no compartir códigos con el entrenador actual de Argentina (a quien nunca nombra) y juega de a ratos en Boca. Su problema no es su nivel. Es muy bueno, un gran jugador con excelente pegada y panorama envidiable. Su problema es ese personalismo que lo lleva a la posición psíquica de estrella indiscutible. Y esa inmutable cara de trastorno depresivo. Claro que todo el séquito de personajes que le da invariablemente la razón tampoco ayuda. Dejá, Román, hombre de escupida finita. Dejá. Lo ves por tele.

NELSON CUEVAS (Paraguay/Olimpia): Es interesante lo de este delantero, porque siempre tuvo delante de él a jugadores con mayor despliegue, talento, capacidad técnica y altruismo en la selección de Paraguay. Y siempre se las ingenió para terminar jugando en los Mundiales. En 2002 sacó réditos de un entrenador italiano que ni siquiera conocía del todo a los jugadores que tenía a cargo. Marcó dos goles y se ganó un lugar. En 2006 le hizo un tanto a Trinidad y Tobago para transformarse en el máximo goleador paraguayo en la historia de las Copas del Mundo. Vaya suerte. Más atleta que jugador, corredor incansable en el peor de los sentidos, amante del traslado de pelota y el lucimiento personal, Cuevas siempre supo brillar más allá de su equipo. Ahora no estará: un acto de justicia.

PAOLO MALDINI (Italia/Milan): Mundial '90, Italia: Maldini. Mundial '94, Italia: Maldini. Mundial '98, Italia: Maldini. Mundial '02, Italia: Maldini& Sí, sí. Ya sé que está retirado del fútbol. A decir verdad, ya había sentido cierto alivio en 2006 cuando el defensor anunció que no jugaría más en la selección nacional. Después de todo, fue él quien nos asedió con ese físico trabajado al centímetro y su cara de playboy irredento. Figurita estética y efectiva de un catenaccio mucho menos lucido que sus ojos claros, el gran capitán italiano representó una escuela, patentó un estilo, marcó una dinastía. Menos mal que se terminó.

Damián Didonato

DIMITAR BERBATOV (Bulgaria/Manchester U): Dicen que es un temible goleador, pero nunca marcó más de 21 goles en una temporada, ni siquiera en la poderosa liga búlgara. Berbatov es un centrodelantero fuerte pero no potente, tiene ductilidad pero no es elegante. En suma, es un atacante más de muchos otros que no tuvieron ni su suerte ni su exposición mediática. Los años en los que Bulgaria contaba con jugadores de la talla de Stoichkov, Letchkov o Kostadinov quedaron en el pasado, hoy la gran figura de ese Seleccionado es Berbatov. La decadencia llegó a Europa oriental.

Éramos amigos. No extrañaremos a Bridge

ROBBIE KEANE (Irlanda/Celtic): Tiene 29 años, pero todavía es una promesa. Prometió ser ídolo, prometió ser crack, prometió ser figura del Mundial 2002. Nunca cumplió. El irlandés Robbie Keane siempre fue admirado como uno de los mejores futbolistas británicos, pero la realidad es que nunca se destacó demasiado. Tuvo tres grandes oportunidades de triunfar, pero las desaprovechó. Fracasó en Inter, no gravitó nunca en el Liverpool y fue un fiasco en el Mundial de Corea y Japón. Tiene talento, eso no se puede negar, pero nunca llegó a ser todo lo que podría haber sido.

WAYNE BRIDGE (Inglaterra/Manchester City): No se puede renunciar a una Copa del Mundo por una mujer. Cientos de millones de personas en el planeta tienen o tuvieron como máximo sueño jugar un Mundial. Sin embargo, hubo uno que dijo que no por un conflicto de polleras. No vamos a hacer juicios morales ni vamos a opinar sobre la relación de Wayne Bridge con John Terry o con Vanessa Perroncel, pero sí no podemos evitar pensar que la chance de jugar un torneo de esta magnitud no debe despreciarse por ningún tipo de conflicto conyugal. Fabio Capello primero perdió a Ashley Cole y luego a Bridge. No tiene lateral izquierdo. Una vez más, el fútbol perdió.

VÍCTOR VALDÉS (España/Barcelona): Alguna vez alguien lo comparó con Ringo Starr, el beatle menos talentoso pero igual de querible. Otros dicen que es el hombre con más suerte del mundo. Víctor Valdés es el arquero de un equipo al que casi no le crean situaciones. Pese a jugar en el mejor conjunto del mundo, jamás se destacó. Nunca fue la figura de un partido, nunca fue el artífice de un empate sufrido. Casi todos sus compañeros jugarán el Mundial, pero él tiene a otros tres arqueros españoles por sobre su cabeza. No lo vamos a extrañar.

BUENOS AIRES -- Los freaks de ESPNdeportes.com le proponemos una entrada en calor que lo convierta en especialista: a 100 días del Mundial, una guía con 100 consejos para ocupar el tiempo, día a día, de manera eficaz antes de que arranque el torneo más hermoso del planeta.

3 de marzo / Día 1: Enterado de que faltan 100 días para el Mundial, pida un presupuesto para ver cuanto cuesta un viajecito para ver los partidos en vivo.
4 de marzo / Día 2: Una vez digerida la decepción del alto precio que no querrá pagar, estudie seriamente cuál de sus amigos tiene la mejor televisión para ver los partidos. Esto puede llevarle unos días extra.
5 de marzo / Día 3: Comience a interiorizarse con el país anfitrión. Mire algún documental de vida salvaje en Sudáfrica o busque en Internet algún dato la historia de la nación.
6 de marzo / Día 4: Mire Roma-Milan, y piense que Ronaldinho no estará en Sudáfrica.
7 de marzo / Día 5: Evalúe a fondo a Cristiano Ronaldo ante un equipo serio: clávese un Real Madrid-Sevilla.
8 de marzo / Día 6: Dedique su día al ocio creativo: escuche una y otra vez la canción del mundial y cántele a su esposa las mejoras posibles que se le fueron ocurriendo durante la exposición previa al hartazgo.

The Palace, el seis estrellas de Sudáfrica (Getty)

9 de marzo / Día 7: Llame a la oficina y avise que está enfermo para quedarse mirando algún partido de octavos de final de la Champions League.
10 de marzo / Día 8: Ya se siente mejor, pero aproveche un día más para fortalecerse con el descanso y recuperarse del todo: segunda jornada de vuelta de los octavos de la Champions.
11 de marzo / Día 9: Lea el libro "Factor Humano" y sorpréndase de las virtudes de Nelson Mandela.
12 de marzo / Día 10: Mire la película "Invictus", de Clint Eastwood, e indígnese por lo poco que se parece al libro en el que está basado, y que usted acaba de leer.
13 de marzo / Día 11: En un principio de efecto contagio, mire las grabaciones del Mundial de Rugby de 1995 que ganó Sudáfrica.
14 de marzo / Día 12: Barcelona recibe a Valencia: Villa y Silva por un lado, Messi, Henry, Xavi, Iniesta, Puyol, Touré, Busquets& Una fuente de saber mundialista. No se lo pierda.
15 de marzo / Día 13: Aproveche para familiarizarse con el elefante, el rinoceronte, el leopardo, el león y el búfalo. En Sudáfrica les dicen "The big 5" y son una especie de símbolo nacional.
16 de marzo / Día 14: Analice si lo favorece el cambio del rand con su moneda local.
17 de marzo / Día 15: Dése una vuelta por las Ligas de África, para ver si descubre algún crack oculto en un club local.
18 de marzo / Día 16: Libérese y vaya a jugar al fútbol con amigos. Si puede, en un relato ficticio refiérase a usted mismo en tercera persona como si fuera un jugador que estará en el mundial.
19 de marzo / Día 17: Revise las recetas locales sudafricanas. Por ahí encuentra que le gusta el Bobotie (una especie de pastel de cordero), los Boerewors (unas salchichas rústicas) o el Vetkoek (un pan lactal levado muy tradicional).
20 de marzo / Día 18: Escuche un disco de Lebo Mathosa, la cantante pop sudafricana que era leyenda y falleció en 2006.
21 de marzo / Día 19: Doble función futbolera. Arranque con Manchester United-Liverpool. Cierre con el superclásico argentino River-Boca.
22 de marzo / Día 20: Tome un mapa y recorra ficticiamente: Ciudad del Cabo y su hermoso puerto, Durban y su sensación de capital victoriana, Port Elizabeth y sus playas. Deje el parque Kruger para el día siguiente.
Póngale sabor, cómase unos Vetkoek (Getty)

23 de marzo / Día 21: Continúa la lección geográfica. Imagine andar por la selva en jeep y mirar animales. El safari del parque Kruger o de las reservas de Mala-Mala. Un paraíso que no puede desconocer.
24 de marzo / Día 22: Sumérjase en los idiomas sudafricanos para comprender la diferencia entre el Afrikáans y el Zulu. Está permitido impactarse por la diversidad étnica del país.
25 de marzo / Día 23: Con sus nuevos conocimientos del idioma descifre el slogan mundialista: "Ke Nako".
26 de marzo / Día 24: Tómese unos momentos para ver a Llorente, Iraizoz e Iraola en el duelo Athletic Bilbao-Atlético Madrid. ¿No merecen un lugar en el plantel español?
27 de marzo / Día 25: En una escapada al video club ejercite la empatía continental. Alquile "Africa mía", "En algún lugar de África", "Diamante de Sangre", "Hotel Rwanda" y "El rey León".
28 de marzo / Día 26: Tiene para elegir: Inter-Roma o clásico de Madrid, Real-Atlético.
29 de marzo / Día 27: Entre tanto fútbol, un poco de revoltijo por el malestar. Ejercite la memoria para entender, revisar y condenar el apartheid.
30 de marzo / Día 28: Hable de nuevo con su jefe, arrancan los cuartos de Champions.
31 de marzo / Dia 29: Insista con el resfrío o el malestar estomacal. Si ya le dieron un día& puede ver la segunda jornada de cuartos también.
1 de abril / Día 30: Ya que está en tema, haga una retrospectiva sobre la actuación de los equipos africanos en Mundiales.
"El rey león", película africana por excelencia (Getty)

2 de abril / Día 31: Haga una búsqueda de los hechos mundialistas más ridículos: estarán aquel jugador de Zaire que pateó la pelota en un tiro libre en contra y el jeque de Kuwait que quiso retirar a su equipo de la cancha por desacuerdo con un fallo arbitral.
3 de abril / Día 32: Manchester United-Chelsea. ¿Hace falta decir algo más?
4 de abril / Día 33: Abra una botella de vino, ponga de fondo Barcelona-Athletic Bilbao y trate de resolver el misterio de cómo esos dos equipos fueron finalistas de la última Copa del Rey. La respuesta la encontrará en el resultado de aquel último partido.
5 de abril / Día 34: Le dije una botella, no cinco. Este día será para reflexionar en la cama los efectos de un exceso de alcohol. Eso sí: si puede enganchar algún partido, no viene nada mal. ¡Le dije un partido, no cinco!
6 de abril / Día 35: Si ya vio la ida de los cuartos de Champions ¿se va a perder la vuelta? ¡Llame al trabajo!
7 de abril / Día 36: No se persiga con el desempleo. Si ya faltó cinco días, no lo van a echar porque falte uno más. Quédese en casa y mire la continuidad de los cuartos.
8 de abril / Día 37: Espíe a Ernie Els y Retief Goosen en el Masters de golf de Augusta. No sé si serán futboleros, pero son sudafricanos. Algo va a aprender.
9 de abril / Día 38: Profundice sus conocimientos sobre la fauna autóctona sudafricana con datos como el siguiente: en Oudtshoorn, es común la costumbre de montar avestruces.
10 de abril / Día 39: Tome un test de actualidad y responda las siguientes preguntas: ¿Cómo es el modelo de gobierno en Sudáfrica? ¿Quién es el actual presidente? ¿Cuál(es) es (son) la(s) capital(es)?
11 de abril / Día 40: Dispóngase a paladear del duelo con más jugadores mundialistas en cancha: juegan Barcelona-Real Madrid.
12 de abril / Día 41: Intente entablar relaciones con octogenarios, preferentemente uruguayos, para que le relaten las grandes gestas mundialistas del pasado.
Para todos los gustos: casacas al por mayor (Getty)

13 de abril / Día 42: Tómese un momento para pensar que este será el séptimo mundial del impresentable Bora Milutinovic. Ni usted ni yo jugamos ninguno. Vale rendirle un homenaje con alguna frase mal pronunciada en español. Ahí va el mío: "Siempre positifo, nunca nejatifo".
14 de abril / Día 43: Para ir viviendo la competencia, recorra blogs y foros de hinchas. Evite discutir con encarnizados fanáticos brasileños: ellos siempre tienen más argumentos que usted.
15 de abril / Día 44: No quiero preocuparlo, pero faltan solo cuatro años para el Mundial de Brasil. Además, piense lo siguiente: en 5 años llegaremos a la época que planteaba la película "Volver al Futuro II" y es imposible que el mundo alcance a ser así.
16 de abril / Día 45: Busque un video de Just Fontaine que no sea de mundiales. Si lo consigue, avise. Nosotros lo queremos.
17 de abril / Día 46: Clásico de Manchester, City-United. Tome partido a favor de Tevez o contra Tevez y dedíquese a seguir al argentino (ídolo o traidor según el caso).
18 de abril / Día 47: En Italia, Inter-Juventus. En España, Real Madrid-Valencia. Juegan pegaditos, así que desde el zapping puede ver los dos.
19 de abril / Día 48: Para hablar con conocimiento de la pelota del Mundial, sométala a el más riguroso examen empírico. Pésela, mida su circunferencia, tome su presión e incluso fíjese como pica si la tira de un quinto piso. Entenderá mejor a los arqueros.
20 de abril / Día 49: Como su jefe no come vidrio, haga que alguien llame por usted. Igual quédese en su casa y mire las semis de la Champions.
21 de abril / Día 50: No puede volver a la oficina todavía. ¿O quiere enfrentar a su jefe en plena esfervesencia? Mejor espere un poquito y mire la segunda jornada de semis.
22 de abril / Día 51: A mitad de camino, plantéese lo indispensable: "¿Está bien esto que estoy haciendo?".
El Barça buscará defender su título en Champions (Getty)

23 de abril / Día 52: Haga un tour virtual por "The Palace", el único hotel de seis estrellas de Sudáfrica, instalado en la desértica ciudad de Sun City.
24 de abril / Día 53: Espíe un rato de Arsenal-Manchester City. Asegúrese de estar sin compañía para reírse tranquilo de Wayne Bridge.
25 de abril / Día 54: Un homenaje al engañado Bridge, disfrute en Internet de las fotos sugestivas que se han sacado las novias de todos los jugadores mundialistas. No son pocas, pero conózcalas. Ellas también dicen algo de los protagonistas.
26 de abril / Día 55: Aproveche para burlarse de sus amigos españoles por su falta de títulos mundiales. Puede ser la última vez.
27 de abril / Día 56: En un gesto de pacificación, comuníquese usted mismo con su jefe y deje de engañarlo: invítelo a ver la vuelta de la primera semifinal de Champions.
28 de abril / Día 57: Si lo anterior funcionó, intente pasar la noche de juerga junto a su jefe y mirar la vuelta de la segunda semi. Si no funcionó, mejor vaya a trabajar.
29 de abril / Día 58: En algún juego de computadora complete los grupos tal cual se darán en el Mundial y deje que se resuelvan los resultados automáticamente. Anote el desarrollo del torneo para, más tarde, evaluar las coincidencias.
30 de abril / Día 59: Hable bien de México y de Portugal. Esperanzan siempre. No ganan nunca. Pero caen simpáticos.
1 de mayo / Día 60: En el mundo, feriado por día del trabajo. Tómese un té y disfrute del muy británico Liverpool-Chelsea.
2 de mayo / Día 61: Si no lo hizo aún, es un buen momento para empezar a recorrer los kioscos y pedir las figuritas del Mundial para su hijo. Si el kiosquero sabe que no tiene hijos, lo ve arañando algún paquete desprevenido o festejando porque le tocó Rafa Márquez y le faltaba, no disimule: dígale la verdad: "Son para mí". Se sorprenderá al ver que el también colecciona. Esa la tengo, esa no, ¿Cambiamos?
3 de mayo / Día 62: Haga un tratamiento anti-stress.
4 de mayo / Día 63: Regodéese pensando en las actuaciones brillantes de Leo Messi en los últimos partidos con la certeza de que en el Mundial no se repetirán.
5 de mayo / Día 64: Vaya al casino y juegue todo lo que tiene al 14. Si gana será muy feliz, si pierde tendrá un motivo de distracción para olvidarse del Mundial. Recuerde: faltan 36 días.
6 de mayo / Día 65: Categorice: busque al jugador más alto, más bajo, más gordo, más joven y con el apellido más largo. Se anticipará a algún relator.
7 de mayo / Día 66: Lea las desgrabaciones completas de las últimas 100 conferencias de prensa de Marcelo Bielsa. El volumen aproximado serían 1.341.225 páginas. La oferta para la recepción debe ser vertical.
8 de mayo / Día 67: ¡Rápido, anticipe en su grupo de amigos que tiene segunda nacionalidad! No vaya a ser cosa de quedar afuera en primera ronda. Siempre es bueno tener un guardaespaldas de turno.
9 de mayo / Día 68: Investigación documental: puede ver las películas "Héroes" y "Héroes (II)".
10 de mayo / Día 69: No seré yo quien le diga que hacer en el día 69. A buen futbolero, pocas palabras.
11 de mayo / Día 70: Sea previsor. Ahora que cuenta con algo de tiempo, desconecte el teléfono. Si la gente piensa que no funciona no lo van a interrumpir durante los encuentros: "No dejá, ni lo llames. Hace como un mes que no le anda".
12 de mayo / Día 71: Descanse del trajín futbolístico con un partido. Se juega la final de la Europa League. Si tiene suerte, verá al Benfica.
Algo de historia: Just Fontaine en el '58(Getty)

13 de mayo / Día 72: Escriba su formación del once ideal en la historia de los mundiales. Si no puso a Schillaci, comience de nuevo.
14 de mayo / Día 73: Piense en lo más importante que tiene que hacer y asegúrese a sí mismo: "Sin falta, después del mundial".
15 de mayo / Día 74: Vibre con el partido que determinará al campeón del fútbol mexicano.
16 de mayo / Día 75: Juegan Milan-Juventus, dos de los italianos que mejor espectáculo ofrecen cuando se enfrentan entre sí. No lo desaproveche.
17 de mayo / Día 76: Se acabó el ocio y es hora de estudiar. Empiece a bucear en las estadísticas y familarícese con los goleadores de todos los mundiales hasta hoy.
18 de mayo / Día 77: Continúe con su tarea, y repase quiénes fueron los mejores arqueros.
19 de mayo / Día 78: Revise las formaciones de los campeones desde 1930. Si puede, memorícelas.
20 de mayo / Día 79: Ahora húndase un poco más, y encuentre aquellos grandes equipos que no ganaron títulos. Holanda del '74 es el ejemplo modelo. También vale Hungría del '54.
21 de mayo / Día 80: Cuente la cantidad de jugadores que se llaman Choi o Wang en las dos Coreas. Individualicelos y diferéncielos según posición en cancha. Que los duelos ante selecciones orientales no lo tomen con la guardia baja.
22 de mayo / Día 81: Disfrute del último gran hit del fútbol premundial: la final de la Champions League. Jugadores de selección asegurados.
23 de mayo / Día 82: Termina Lost. Mire el útlimo capítulo. No tiene nada que ver con el Mundial pero tendrá algo de qué hablar con sus amigos.
24 de mayo / Día 83: Aproveche el relax para tratar de convencer a su señora y a su hija de la importancia de la Copa del Mundo.
25 de mayo / Día 84: Si es argentino, vaya a festejar el bicentenario de la revolución de mayo. Caso contrario, aproveche que los argentinos están de juerga para criticar duramente a su pobre selección.
26 de mayo / Día 85: Ya que Europa descansa, busque la manera de mirar la primera final del torneo de Colombia.
27 de mayo / Día 86: Compre un cuaderno y anote las excusas que le dará a su jefe ahora que son amigos- para faltar al trabajo en esos días en los que juega su selección favorita. No se conforme con menos de 700.
28 de mayo / Día 87: En todos los lugares posibles donde haga alguna compra de turno, robe cuanto fixture ande dando vueltas. Después, ensayo y error hasta el hartazgo. No se fije en las casas de apuestas y sueñe: Argelia goleará a Inglaterra. Bueno, no sueñe demasiado.
29 de mayo / Día 88: Vaya a algún café de su barrio y pispee un diario. Cuando llegue el mozo, pida un cortado y de refilón haga un comentario intrigante: "Claramente Eslovenia saldrá campeón del mundo". Eso desatará una charla con el mozo y se contagiará el cliente de la mesa de al lado. Nada como propagar el virus mundialista a sólo 12 días del arranque.
30 de mayo / Día 89: Averigüe si cerca de su casa se venden vuvuzelas, esas tan ruidosas cornetas sudafricanas. Si encuentra alguna, no lo dude: compre.
31 de mayo / Día 90: Compre videos vírgenes. Un buen fanático graba todos los partidos del Mundial. Los necesitará en 2014.
1 de junio / Día 91: Aprenda lo que pueda de todos sus rivales de grupo. Si le sobran tiempo y confianza, avance a posibles contrincantes de octavos.
2 de junio / Día 92: Ni hablar de liberar la cabeza. En Colombia se juega la final de vuelta. Cumpla con su deber futbolero y festeje, sea quien sea el campeón.
3 de junio / Día 93: Dedique el día completo a analizar cuál puede ser el 11 inicial de las 32 selecciones.
4 de junio / Día 94: Piense en Brasil, sólo en Brasil. Desde Dunga al color de la camiseta, desde la caipirinha hasta las playas de Buzios, todo vale. Usted piense en Brasil. El pentacampeón se lo ganó por su historia mundialista.
5 de junio / Día 95: A esta altura, el álbum del Mundial tiene que estar lleno. Si le falta alguna, camine por los colegios, y si los púberes coleccionistas no hablan con desconocidos, pruebe seduciendo a las madres. No llenarlo antes del debut trae mala suerte. Sí, justo ahora.
6 de junio / Día 96: Compre una bandera de su selección favorita y cuélguela de su balcón.
7 de junio / Día 97: Estudie los modelos y marcas de camisetas que vestirán a los equipos en Sudáfrica.
8 de junio / Día 98: Estudie todos los modelos y marcas de camisetas en la historia de todos los equipos, tanto en Mundiales como en cualquier otra competencia internacional.
9 de junio / Día 99: Tras semejante preparación intensiva, avise a sus conocidos quién piensa que será la sorpresa del Mundial. Es clave tener testigos para después pavonearse: "Yo avisé".
10 de junio / Día 100: Apague la televisión, rechace los diarios. Usted ya sabe todo lo que tiene que saber. Vaya al supermercado y compre su provisión favorita (recomendamos papas fritas, cerveza, alguna gaseosa). Tenga en cuenta que se viene un mes intenso por delante.
11 de junio / Día D: Relájese y goce. Sudáfrica y México arrancan con el Mundial.