MÉXICO -- La Semana 11 de la NFL todavía nos tiene reservados cuatro duelos entre equipos con marca ganadora, después de la visita de los Buffalo Bills a los Miami Dolphins para abrir la fecha en jueves, con tres de esos partidos restantes protagonizados por equipos del Top-10 de nuestros Power Rankings.

Sin embargo, de todos los partidos de una jornada que pinta para ser estelar, parece que ninguno llama más la atención que el compromiso entre los New England Patriots y los Indianapolis Colts. Aquí hay cinco motivos para no perderse un duelo de la AFC en el que podría estar en juego la localía en playoffs:

Brazo a brazo. Los mariscales de campo se roban los reflectores en esta partido. Andrew Luck lidera a la liga en intentos de pase (393) y yardas aéreas (3,085), lo que delata una desviación importante en la filosofía ofensiva del coordinador Pep Hamilton, un entrenador que tradicionalmente ha preferido correr el balón más de lo que lanza. Por otro lado, ninguno de los mariscales de campo que ha iniciado todos los partidos para su equipo, ha lanzado menos intercepciones que las tres de Tom Brady (empatado con Aaron Rodgers). No obstante, ambos mariscales de campo entran al partido con una racha negativa frente a su rival en turno. Luck acumula siete intercepciones (el único punto flaco de su juego, en este momento) en sus únicas dos apariciones en contra de los Patriots: tres en la temporada regular del 2012 y cuatro en la pasada postemporada. Por su parte, Brady ha disputado dos partidos en Lucas Oil Stadium (escenario del compromiso de este domingo), y en ambas instancias se llevó la derrota: una vez en la temporada regular del 2009, y la otra en el Super Bowl XLVI, contra los New York Giants. El pasador más exitoso de su generación se medirá ante el que apunta como el más talentoso de la siguiente camada en un encuentro imperdible.

¿El down del dinero? A menudo, se afirma que el down más importante en el fútbol americano es la tercera oportunidad. La defensiva de los Colts es la mejor en la NFL en esta instancia, permitiendo a sus rivales convertir en tercera oportunidad en solamente el 30 por ciento de las ocasiones. La ofensiva de los Patriots, por su lado, convierte en cerca del 55 por ciento de sus intentos de tercera oportunidad, cuando la distancia por recorrer es de 5 yardas o menos. Sin embargo, ese porcentaje se reduce drásticamente a casi la mitad cuando la distancia es de 6 yardas o más. New England no es el equipo de jugadas largas que alguna vez fue, por lo que será fundamental mantenerse en terceros intentos con distancias cortas para darle continuidad a sus avances.

Hay de backfields a backfields. Trent Richardson no ha sido, ni cerca, lo que esperaban los Colts cuando cedieron una selección de primera ronda a los Cleveland Browns por sus servicios. Sin embargo, me cuesta trabajo pensar en un jugador que corra con mayor intensidad que Ahmad Bradshaw, un tipo que parece estar poseído cada vez que tiene el ovoide en las manos. Al otro lado, los Patriots no tienen a ningún jugador de la calidad de Bradshaw, por más que el equipo haya encontrado formas de hacer que Shane Vereen sea productivo, sobre todo en el juego aéreo. Jonas Gray, firmado hace apenas algunas semanas, ha recibido mayores oportunidades que Brandon Bolden, lo que no habla muy bien del estado del backfield en New England. La ventaja para Indianapolis es clara en este departamento.

Tiempo adicional de preparación. Bill Belichick se ha forjado una reputación como uno de los entrenadores que mejor prepara a su escuadra para jugar semana a semana, confeccionado planes de juego muy específicos para cada rival en turno. Esa preparación suele ser más detallada después de las jornadas de descanso, gracias al tiempo adicional del que se dispone. En las 14 temporadas anteriores en que Belichick ha dirigido a los Patriots, acumula marca de 10-4 en los partidos inmediatamente posteriores a la semana de descanso, con una derrota de 24-20 ante los Carolina Panthers en la Semana 11 del 2013 como el antecedente más reciente. Indianapolis presenta un reto de alto nivel para Belichick. Los Colts poseen una ofensiva explosiva que brinda a Luck un buen número de armas ofensivas: Bradshaw, los receptores abiertos Reggie Wayne y T.Y. Hilton, y los alas cerradas Dwayne Allen y Coby Fleener. Defensivamente, el equipo de Pagano está entre los líderes contra el juego terretsre y ya hablamos arriba de su desempeño en terceras oportunidades. Con todo y eso, la historia señala que no es buena idea apostar en contra de Belichick después de la semana de descanso.

¿La patada de la victoria? Si algún día va a ingresar un segundo pateador de lugar al Salón de la Fama, después de Jan Stenerud, no cabe duda de que se tratará de Adam Vinatieri. El pateador de Indianapolis ayudó a los Patriots a conquistar tres Super Bowls, antes de convertirse en pieza fundamental para el título de los Colts en el Super Bowl XLI. Vinatieri no sólo será recordado como uno de los pateadores de lugar con mayor precisión, sobre todo en momentos definitorios, a lo largo de una larga carrera profesional --una que comenzó con los desaparecidos Amsterdam Admirals-- sino que se trata de un jugador que no ha perdido su toque con el pasar de los años. Vinatieri viene montando una racha de 26 goles de campo conectados en forma consecutiva, manteniéndose entre lo mejor de la NFL. Si el partido llega con un marcador cerrado hasta los momentos finales, puede ser Vinatieri el que defina el resultado en contra del equipo para el cual ganó tantos juegos en el pasado.

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