MÉXICO -- El tercer día de actividad de la agencia libre perteneció, finalmente, a los cazadores de mariscales de campo.

Para unos hubo buenas noticias, para otros no tanto.

La primera gran noticia del día la dieron los Oakland Raiders, quienes consiguieron amarrar a Justin Tuck de los New York Giants por dos temporadas y 11 millones de dólares. Los mismos Raiders dieron de qué hablar más tarde cuando sumaron a LaMarr Woodley de los Pittsburgh Steelers, también por dos temporadas, pero por 12 millones de dólares. No debemos olvidar que apenas ayer los Raiders vieron despedirse a Lamarr Houston, quien recibió de parte de los Chicago Bears un contrato por cuatro años y 28.5 millones de dólares.

Entre Tuck y Woodley se combinan para 117 capturas, tres viajes al Pro Bowl y tres anillos de Super Bowl en 16 temporadas. Houston, en cuatro temporadas de NFL, lleva apenas 16.5 capturas, y nunca ha registrado más de seis en un año --el pasado--, mientras que tanto Tuck como Woodley tienen cuatro temporadas en doble dígitos de capturas cada uno. No hay duda que la juventud está del lado de Houston. Sin embargo, estoy dispuesto a apostar que la productividad de la dupla nueva de defensivos en Oakland superará a la del nuevo cazamariscales de Chicago. Veremos si el tiempo me da la razón.

Y ya que tocamos a los Bears, vale la pena notar que el equipo fichó un socio para Houston, un día después de que la organización terminara el contrato del ícono defensivo Julius Peppers. Se trata de Willie Young, quien firmó por tres temporadas y 9 millones de dólares con los Bears, procedente de los Detroit Lions. Young, quien llega con seis capturas en cuatro temporadas de NFL, deberá pelearle algunos minutos en el campo a Shea McClellin, quien fuera reclutado en la primera ronda del Draft del 2012 por Chicago, y quien ha aportado 6.5 capturas en 28 juegos de NFL.

Otro equipo que espera generar mayor presión gracias a la llegada de un nuevo elemento son los Washington Redskins, quienes se hicieron de los servicios de Jason Hatcher, proveniente de los Dallas Cowboys. Hatcher, quien registró números modestos como ala defensiva bajo el antiguo sistema 3-4, fue uno de los pocos jugadores beneficiados con la adopción de la 4-3 de Monte Kiffin, y una mudanza al interior al puesto de tackle defensivo. Hatcher registró 11 capturas en el 2013 y se ganó su primer viaje al Pro Bowl. Tras firmar un acuerdo por cuatro temporadas y 27.5 millones de dólares, Hatcher jugará en un sistema mixto donde, por ahora, se espera vuelvan Brian Orakpo y Ryan Kerrigan como apoyadores externos. Pero a Hatcher podría unírsele un rostro conocido en Washington: el de Anthony Spencer. Los Redskins intentan completar un acuerdo con el ala defensiva, ex apoyador externo 3-4 de los Cowboys, también.

Otro que consiguió nueva casa fue el ala defensiva Chris Clemons, un día después de ser cortado por los campeones Seattle Seahawks. Siguiendo los pasos de su compañero Red Bryant, Clemons acordó con los Jacksonville Jaguars por cuatro años y hasta 22.5 millones de dólares, reuniéndose con su ex coordinador defensivo Gus Bradley. Los Jags también acordaron una renovación de contrato con Jason Babin, quien hace unos días rescindió los últimos dos años de su acuerdo previo con Jacksonville. Los activos Jaguars también sumaron a Ziggy Hood, proveniente de los Steelers, a cambio de un pacto por cuatro años y 16 millones de dólares. Hood viene de jugar la técnica-5 en el frente defensivo 3-4 de Pittsburgh, pero se espera que se acerque más al centro como tackle defensivo técnica-3 bajo el mando de Bradley. Fuera de Babin, los Jaguars lucirán muy diferentes en su frente defensivo respecto al 2013.

El que no recibió noticias tan buenas este día fue James Harrison con los Cincinnati Bengals. El equipo decidió dar por terminada la relación con un apoyador que realmente nunca se vio del todo cómodo en la defensiva 4-3 de Cincy. Harrison había arribado a los Bengals proveniente de los Steelers --después de cinco viajes al Pro Bowl, dos designaciones como All-Pro, y el nombramiento como Jugador Defensivo del Año en el 2008-- para firmar por dos temporadas y 4.45 millones de dólares en abril pasado.

Con la llegada de Harrison a una lista de desempleados que incluye a Spencer, Julius Peppers, Jared Allen y Will Smith, se arma un conjunto que se combina para 448 capturas y 20 Pro Bowls entre cinco jugadores que aún aguardan para saber si tendrán otra oportunidad en la NFL, y dónde será.

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MÉXICO -- Finalmente, le llegó su momento.

Después de casi dos décadas de duro trabajo en la NFL --al lado silencioso del balón, el defensivo-- Mike Zimmer recibe la oportunidad como entrenador en jefe por parte de los Minnesota Vikings.

Zimmer no tiene el perfil más llamativo entre los diversos nombres que se barajaron para las vacantes a entrenador en jefe por los siete equipos que optaron por un cambio en el volante. En una liga que se jacta de apuntar cada vez más hacia marcadores típicos de videojuegos, ex coordinadores ofensivos fueron los primeros en ser contratados: Bill O'Brien por los Houston Texans, Jay Gruden por los Washington Redskins, Ken Whisenhunt por los Tennessee Titans y Jim Caldwell por los Detoit Lions. La única excepción hasta el momento era Lovie Smith, quien asumió el mando de los Tampa Bay Buccaneers, y ahora Zimmer, aparte de los Cleveland Browns, quienes siguen acéfalos.

No obstante, es probable ninguno de los recorridos de los nuevos entrenadores en jefe de corte ofensivo se compare a lo que ha hecho Zimmer a lo largo de los años.

Consistentemente, las unidades defensivas de los Bengals, al mando de Zimmer han finalizado en la parte más alta de la tabla en cuanto a yardas y puntos permitidos, y la historia era la misma cuando fungía como coordinador defensivo de los Dallas Cowboys. Sin embargo, impedir puntos es menos llamativo que anotarlos.

En todo caso, los Vikings tomaron una buena decisión inclinando la balanza hacia el lado defensivo en la búsqueda de un nuevo líder.

Es cierto, el problema que más ruido genera en la plantilla de Minnesota tiene que ver con la posición de mariscal de campo, y además, el este club viene de ser dirigido por otro entrenador de corte defensivo.

Pero cuando eres la defensiva que más puntos permitió en la temporada (30 por encuentro), difícilmente vas a ganar muchos partidos, sin importar quién sea el mariscal de campo al otro lado del balón. De los 12 equipos que pasaron a la actual postemporada, nueve se colocaron entre los primeros 11 en puntos permitidos a la defensiva, y tres de esos nueve equipos siguen con vida. Al otro lado de la balanza, también nueve de los primeros 11 clubes en puntos anotados disputaron playoffs, y ahí encontramos a los cuatro equipos que se jugarán las Finales de Conferencia.

Pero los Vikings anotaron 24.4 puntos por partidos, suficientes para empatarlos en el lugar decimocuarto con los Indianapolis Colts, con todo y la debacle en la posición de mariscal de campo. El año pasado, contaron con un corredor de 2,000 yardas en Adrian Peterson y la dupla de alas cerradas de Kyle Rudolph y John Carlson --si logran mantenerse sanos-- puede ser el segundo mejor aliado, después de Peterson, de quien sea que esté lanzando los pases.

El lado defensivo, por otra parte, sólo dio pena.

Es momento para que Minnesota se olvide del esquema Tampa-2. Zimmer seguramente seguirá trabajando a partir de una formación 4-3 como defensiva base, pero el nuevo entrenador en jefe de Minnesota operó a partir de una 3-4 bajo las órdenes de Bill Parcells en Dallas, y puede incorporar algunos principios en ciertas situaciones específicas de juego.

Además, Zimmer fue capaz de convertir en estelares de la liga a jugadores de poco reconocimiento, como el tackle defensivo Geno Atkins --generalmente considerado como el mejor en su posición en la liga-- y el apoyador Vontaze Burfict, una máquina de taclear.

Eso es algo que necesitan desesperadamente los Vikings.

Un recorrido rápido por la plantilla arroja pocos nombres establecidos. Los apoyadores Erin Henderson y Chad Greenway son un excelente punto de arranque para la reconstrucción, pero todo indica que el ala defensiva Jared Allen ha jugado su último partido con el uniforme púrpura. Las expectativas todavía son altas para los jóvenes Harrison Smith, Sharrif Floyd y Xavier Rhodes.

Es cierto, las dudas persisten en la posición de mariscal de campo, e ir al draft por un nuevo pasador es una posibilidad fuerte. Matt Cassel, quien terminó como titular, tiene un año restante en su contrato, pero también tiene la opción de rescindirlo y dirigirse a la agencia libre. Christian Ponder estaría en el último año de su acuerdo en el 2014, pero con un salario de 1.7 millones de dólares, el golpe al tope salarial sería mínimo en caso de cortarlo. El estrepitoso fracaso que supuso el experimento Josh Freeman, se acabó, al haber firmado en Minny sólo por un año.

Será interesante ver a quién logra fichar Zimmer como coordinador ofensivo, y de eso dependerá mucho la dirección que tome el club en cuanto a sus pasadores. Pero eso puede esperar un poco. Mientras tanto, Zimmer tiene un reto hecho a la medida --y más urgente-- del lado defensivo del balón.

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