MONTE CARLO -- De estar en duda su presencia en el torneo a ser el nuevo "Príncipe de Mónaco". Sí, en cuestión de días, Novak Djokovic pasó de sufrir con su tobillo derecho, que lo tuvo a maltraer inclusive en algunos partidos, a convertirse en el nuevo campeón del Masters 1000 de Monte Carlo, en el club donde se entrena, para cortar la histórica racha de Rafael Nadal de ocho títulos consecutivos. Por eso, ESPNtenis.com lo eligió La Figura de la Semana.

Fue hazaña del serbio porque terminó con el reinado del español en ese selecto certamen y ratificó ser claramente el mejor tenista de la actualidad. Sí, por si alguno tenía dudas, Djokovic confirmó que es por lejos el jugador más regular, sumando tres títulos en 2013, año que lo inició nada menos que con una victoria en el Abierto de Australia.

Esas dudas del principio se fueron disipando y ya en semifinales, contra el italiano Fabio Fognini, demostró su pasta de Nº 1 y de gran campeón. Frenó la marcha de un rival en alza, le cerró todos los caminos y ya se mostró más suelto, arriesgando más con sus golpes desde el fondo y siendo más estable emocionalmente.

Fue, indudablemente, el preámbulo de lo que se vio en la finalísima. Djokovic se mostó agresivo, con paciencia cuando fue necesario, apabullando a Nadal en el set inicial y sabiendo recuperarse cuando quedó en desventaja en el segundo, para cerrarlo con un tie-break impecable. Así, el serbio se convirtió en el jugador que más finales le ganó a Nadal en arcilla, con tres, en cada uno de los Masters 1000 en esa superficie, superando al suizo Roger Federer.

Con su gran triunfo, Djokovic le cortó a Nadal un invicto de 46 partidos y 8 títulos en Monte Carlo y ahora el N° 1 ya se adjudicó 8 de los 9 Masters 1000, ya que sólo le resta imponerse en Cincinnati, en la cita previa al US Open.

"Era una gran montaña a escalar. El desafío más grande en arcilla y tuve éxito. Ha sido un gran momento para mí porque quería el trofeo, lo quería desde que vivo aquí", afirmó el balcánico, dueño de 14 coronas en los Masters 1000.

"Esto aumentará mi confianza para el resto de la temporada y no podría haber llegado en un mejor momento, después de dos meses complicados. Pero ahora estoy exactamente donde quería estar, por nivel de confianza y juego. Y estoy listo para los retos del futuro, porque quiero ganar Roland Garros", agregó.

Claro, el próximo Grand Slam, en la famosa arcilla de París, es el único título grande que falta en sus vitrinas. "Los primeros seis, siete u ocho games fueron increíbles, lo mejor que jugué sobre arcilla, dando mi mejor nivel contra Nadal, era la única solución", comentó 'Nole', orgulloso y muy contento.

"Después del primer set, era una cuestión mental mantener ese alto nivel de juego, no cometer demasiados errores, y si hacer golpes ganadores. Pero sabía que iba a cometer más fallas, porque eso es lo que pasa cuando te enfrentas al mejor jugador de la historia en arcilla, pero salió adelante", dijo.

Para Djokovic, la molestia en el tobillo post-Copa Davis en Estados Unidos, lo obligó a una medida difícil. "Tomé la mejor decisión de mi vida al decidir jugar. Acepté el desafío mental y físicamente, y fui mejorando. Después de mi victoria sobre Fognini, estaba convencido de que tenía la oportunidad de vencer a Rafa, sentí que jugué muy bien", remató.

Por su parte, Nadal tampoco dudó: "Esto no me cambia nada y no es ninguna tragedia. No estoy ni triste ni enfadado. Competir con el jugador más en forma del momento y tener opciones de ganar el segundo set es para estar satisfecho". Qué mejor elogio para el rey Djokovic, que volvió a pleno y se postula para el Abierto de Francia. Por ahora, que aproveche a disfrutar.

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