Sin embargo, conseguir a un genuino cabecera de rotación como Lester tuvo su precio. Los Atléticos tuvieron que desprenderse del jardinero cubano Yoenis Céspedes, un bate que podría marcar la diferencia en la carrera por el título de la División Oeste de la Liga Americana.
Entrando a la primera semana de agosto, Oakland (67-43) tiene ventaja de un juego sobre los Angelinos de Los Angeles (66-44), con ambos conjuntos en una cómoda posición para quedarse con el primer comodín del joven circuito. Los Marineros de Seattle (57-54) están lejos de Oakland, pero a dos juegos del segundo comodín.
A Oakland le quedan 52 partidos, incluyendo 13 contra Anaheim (7) y Seattle (6) en las últimas ocho semanas de la temporada.
La base del desempeño de Oakland ha sido su pitcheo, que tiene efectividad de 3.17, la segunda mejor de la liga, detrás del rival divisional Seattle (3.05). Sus abridores encabezan la liga con un porcentaje de carreras limpias de 3.33, un poco mejor que la de Seattle (3.37).
Lester (10-7, 2.52 con Boston, 1-0 con Oakland) se unió a Scott Kazmir (12-4, 2.53), Sonny Gray (12-4, 2.59), Jeff Samardzija (2.92 con Cachorros de Chicago y Atléticos) y Jason Hammel (8-9, 3.87) en la remodelada rotación abridora del conjunto de la bahía de San Francisco.
Pese a un bajo promedio de bateo (.252), los Atléticos lideran las ligas mayores con 545 carreras anotadas, sin embargo, desde que cambiaron a Céspedes a los Medias Rojas de Boston, han perdido tres de cuatro juegos y solamente anotaron tres veces en los reveses.
Cuando cambió a Céspedes, Oakland sacó de su alineación 17 jonrones, 26 dobles, 62 anotadas y 67 impulsadas. El cubano lideraba el equipo en bateo (.256) y era segundo en dobles y anotadas, y tercero en jonrones, impulsadas y OPS.
No conoceremos el verdadero impacto de la ausencia de Céspedes en Oakland hasta el final de la temporada, pero es evidente que "La Potencia" será extrañado y posiblemente su partida tenga algo que ver con el resultado final de la carrera por la División Oeste de la Liga Americana.
Para los A's, el reforzar la rotación de abridores había sido su misión desde que cerraron el negocio con los Cachorros de Chicago para traer a Jeff Samardzija y Jason Hammel. Sin embargo, Hammel tenía marca de 0-4 en sus cuatro salidas con los A's y salir a buscar a otro abridor se convirtió nuevamente en una prioridad.
En Lester, los A's adquieren a un veterano cuyo ERA de postemporada de por vida es de 2.11 para liderar una rotación de postemporada que incluirá a Sonny Gray, Scott Kazmir y Samardzija , lo que finalmente le da a los A's el elemento que necesitaban para llegar lejos en octubre - una rotación sólida y profunda.
Muchos dirán que el precio que pagaron en Céspedes es demasiado alto, pero en efecto, la inclusión de Gomes en el acuerdo minimiza el impacto ofensivo en los A's que dejará la partida del cubano hacia Boston.
Céspedes estaba bateando para .256 con 17 cuadrangulares y 67 RBI al momento de darse el acuerdo, lo que lo ponía detrás de Brandon Moss y Josh Donaldson en promedio y RBI. Asimismo, Gomes, quien ha estado lidiando con lesiones este año, estaba bateando para .234 con seis cuadrangulares y 32 RBI.
Si algo los A's están sacrificando en la movida es un poco de defensa en el jardín izquierdo. Céspedes había probado que tenía un brazo fenomenal en esa posición, pero fuera de eso el cambio se puede decir está balanceado.
Pero lo más importante en esta ecuación es que los A's están jugando para ganar la División Oeste de la Liga Americana a toda costa y no revivir los errores de pasadas temporadas. La adición de Lester le da al dirigente Bob Melvin la comodidad de tener un abridor probado y un jardinero que podría fácilmente entrar en un "platoon" que le ayudaría a tener la flexibilidad para maximizar las fortalezas de Coco Crisp, Alberto Callaspo y Vogt en cualquier situación que se presente.
Para Boston, el cambio representa un futuro prometedor en miras a su reconstrucción en el 2015. Si algo los Medias Rojas necesitan es rehacer su cuerpo de guardabosques ya que, tras la salida de Jacoby Ellsbury durante el pasado invierno, Boston nunca pudo montar mucho en cuanto a una alineación productiva se refiere. Con la adición de Céspedes, a un precio relativamente módico y bajo control del equipo por las próxmas tres temporadas, los Medias Rojas tienen la piedra angular que necesitaban, con un poco de comodidad en su nómina, para entrar de lleno en el mercado de agentes libres una vez culmine la temporada.
La pregunta que ahora queda es básica: ¿Ripostarán los Angelinos?
En el mercado de cambios todavía hay varios lanzadores. Cliff Lee, Bartolo Colon y posiblemente David Price están en situaciones similares a la Lester, si es que los Philadelphia Phillies, Mets de Nueva York o Rays de Tampa Bay, deciden moverlos.
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MINNESOTA -- Dice un viejo y conocido refrán en el deporte, en especial en la época de playoffs, que "es cuando se separan los niños de los hombres", en referencia a que es cuando se sabe en realidad quien es el mejor en ese momento.
Pero cuando se trata del Clásico de Mitad de Verano, mejor conocido como el receso del Juego de Estrellas de Grandes Ligas, el refrán a aplicar es uno parecido, pero con sentido inverso: "cuando los hombres vuelven a a ser niños".
Por ejemplo, en el Festival de Cuadrangulares, que se celebra el día antes del Juego, es preciso ver cuando uno de los jugadores, en especial los latinos (dominicanos y venezolanos mayormente), está al bate, sus compañeros, sean de su equipo o no, se la pasan vitoreándolo y animándolo para que saque la pelota la mayor cantidad de veces posible.
Una de las máximas expresiones de esto lo fue cuando le tocó el turno al descendiente de puertorriqueños Giancarlo Stanton, quien muchos daban como favorito para llevárselo todo en el Festival, por lo descomunal de sus batazos con los Marlins de Miami, y por la contundencia de los mismos.
Y Stanton no defraudó a los que vinieron a verlo. Stanton terminó la primera ronda con 6 jonrones, pero entre todos los participantes, tuvo la mayor distancia promedio con 424 pies, incluyendo un jonronazo que cayó en el tercer nivel del jardín izquierdo, estimado en 430 pies, pero que si hubiese seguido su camino, habría recorrido 510 pies, totalmente increíble.
Esto puso de pie a prácticamente todos los asistentes al Target Field, tanto fanáticos como jugadores, en especial estos últimos, que andaban armados con cámaras y teléfonos inteligentes, atentos a capturar para la historia lo que sin duda fue un gran despliegue de poder.
Sin embargo, Stanton parece que el largo descanso entre rondas le afectó, ya que no pudo conectar cuadrangulares en la 3ª ronda, lo que permitió que Todd Frazier pasara a la gran final por la Liga Nacional.
Y lo mismo le ocurrió al dominicano José Bautista, que conectó la mayor cantidad de jonrones en la primera ronda con 10, asegurando, al igual que Stanton, el pase directo a la 3ª ronda en el nuevo formato del Festival. Pero Bautista apenas conectó 4 en la 3ª ronda para quedar eliminado.
El vigente campeón Yoenis Céspedes comenzó algo frío el evento, con apenas 3 HR en la primera ronda, teniendo que pasar un desempate con su compañero de equipo Josh Donaldson, pero se calentó en la segunda al conectar 9 ante 3 de Adam Jones, y luego conectó 7 en la 3ª para pasar a la gran final, concretando la repetición de su cetro en el Festival, el segundo en la historia en lograr dicha hazaña y el primero desde Ken Griffey Jr., que lo hizo en las ediciones de 1998 y 1999.
Pero no solo los jugadores se disfrutan estos eventos, sino que son los fanáticos los que más se lo gozan.
A pesar de haber comenzado con una hora de demora por el mal clima, y en un estadio de Minnesota inusualmente frío para un mes de julio (la temperatura llegó a bajar a los 55 grados F al caer la noche), los 40,558 fanáticos que colmaron las graderías se disfrutaron el evento por completo, aplaudiendo cada batazo como si fuera de los suyos. Pero fue uno de los suyos, o mejor dicho, de los ex suyos, que arrancó el mayor de los aplausos de la noche. Justin Morneau, quien formó parte de los Mellizos de Minnesota desde su debut en MLB en 2003 hasta el 2013, cuando fue cambiado a los Pittsburgh Pirates, formó parte del Festival en su regreso al Target Field, recibiendo la mayor de las ovaciones. Sin embargo, Morneau no pudo retribuir el cariño de los que le vieron crecer como jugador al conectar apenas dos HR en la primera ronda, y luego eliminarse en un desempate con Todd Frazier.
En resumen, con sus virtudes y defectos, el Festival de Cuadrangulares es un evento único en el béisbol, en el que los hombres, estén dentro o fuera del terreno, se transportan a la época cuando eran niños.
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El Capitán no ha sido ni la sombra del estelar jugador que dentro de cinco años estará entrando en el Salón de la Fama de Cooperstown.
Hasta el viernes, Jeter tenía un anémico promedio de .122, con sólo cinco hits en 41 turnos, un doblete como único extrabase y nueve ponches recibidos.
Es cierto que la pretemporada no debe tomarse a pie juntillas como medidor exacto de lo que veremos en la campaña, pero esas cifras no dejan de preocupar.
Uno que tuvo una primavera para el olvido y una vez que arrancó la temporada recuperó su magia fue el zurdo Clayton Kershaw, de los Dodgers de Los Angeles.
Kershaw trabajó 14.2 innings en cuatro aperturas de la Liga del Cactus y fue vapuleado con 15 carreras limpias, para una efectividad de 9.20 y récord de tres derrotas sin victoria.
Sin embargo, se subió a la lomita contra los Diamondbacks de Arizona en el juego que oficialmente dejó inaugurada la temporada 2014 por allá, en la lejana Australia, con el mismo ímpetu que le ha dado dos premios Cy Young de la Liga Nacional.
En 6.2 episodios oficiales permitió una limpia y cinco imparables, con siete ponches, para conseguir su primer triunfo del año.
Mucho esperan los Dodgers de Puig, quizás el pelotero más seguido por los medios el pasado año por su explosiva manera de jugar al béisbol.
Al igual que Derek Jeter, el cubano apenas ligó cinco imparables en 41 oportunidades (.122) y abanicó cinco veces.
Pero a diferencia de Kershaw, el inicio de la temporada fue una extensión de las miserias primaverales, al irse en blanco en cinco turnos, con tres ponches recibidos ante los pitchers de Arizona.
Céspedes ha recortado su swing en busca de mayor contacto, pero al parecer, los cambios recomendados por el cuerpo de entrenadores de Oakland han sido para mal.
En 46 turnos, el jugador mejor pagado de los Atléticos ha disparado seis hits (.130) y se ha tomado 11 chocolates.
Sus únicos extrabases son dos dobletes y dada su frecuencia de ponches, es obvio que el swing más corto no ha producido mejor contacto y además le ha restado fuerza al poderoso toletero, cuyos jonrones han desaparecido.
Choo, quien será el primer bate en la potente tanda de Texas, lleva de 46-7 (.152), con 11 abanicados y promedio de embasamiento de .231, mediocre en extremo para quien debe ser la punta de lanza en el ataque.
La esperanza de sus respectivos equipos es que las cosas cambien radicalmente cuando ya entren en acción todos los equipos a partir del 31 de marzo.
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NUEVA YORK -- Hace dos años, Yoenis Céspedes estaba en Cuba soñando con algún día jugar en Grandes Ligas. El martes fue el más poderoso de todos los bateadores que participaron en el Derby de Jonrones del Juego de Estrellas de Grandes Ligas.
El jardinero de los Atléticos de Oakland dominó el show de principio a fin para convertirse en el primer jugador que gana el pulso de los cuadrangulares sin ser convocado al partido de estelares.
"Para mí representa mucho", dijo Céspedes, luego de recibir un trofeo y una camioneta Chevrolet Silverado del 2014 por su titánico esfuerzo. "Agradezco mucho a todos los que tuvieron confianza en mi", agregó.
"Yoenis, bien hecho", dijo en español el antiguo manager Tony LaRussa, actualmente un vicepresidente de Grandes Ligas, cuando presentó el trofeo de ganador a Céspedes.
"Gracias a los los que me invitaron al Derby y a mi familia, que vino a verme, por su apoyo. Esto me motiva para hacer mejor las cosas en el futuro", dijo Céspedes, rodeado por seis miembros de su familia, incluyendo su madre, Estela Milanés, una antigua lanzadora de la selección nacional cubana de softból.
"Hablé ayer con mi hijo Yoenis, de cuatro años, que está en Cuba y me pidió que le dedicara los jonrones que lograra pegar. Los jonrones y el trofeo son para él", dijo Céspedes.
Con más de 43,500 aficionados en las gradas del Citi Field --la mayoría a favor del héroe local David Wright y el líder jonronero de la primera mitad, Chris Davis-- Céspedes comenzó la noche bateando 17 pelotas fuera del parque, la tercera mayor cantidad en una ronda en la dos décadas de historia del Derby de Cuadrangulares.
"La Potencia" superó 9-8 al jovencito Bryce Harper y terminó la noche con 34 vuelacercas, la mayoría de más de 400 pies de distancia.
"La clave es no acelerarte, no tratar de estar más rápido que el pitcheo", dijo Céspedes sobre su técnica.
Céspedes, de 27 años, abandonó Cuba en el verano del 2011 y se estableció en República Dominicana, donde fue firmado siete meses después por Oakland por cuatro años y $36 millones de dólares. En su primera temporada en Grandes Ligas, bateó .292 con 23 jonrones y 82 carreras impulsadas y llegó segundo en la votación del Novato del Año de la Liga Americana.
Este año, su promedio descendió a .225 en la primera mitad, pero despachó 15 jonrones e impulsó 43 carreras. Cuando Robinson Canó, el Capitán de la Liga Americana, lo invitó a la Competencia de Cuadrangulares se convirtió en el cuarto pelotero que asiste a la exhibición sin estar incluido en el Juego de Estrellas. Rafael Palmeiro (2004), Hee-Seop Choi (2005) y Ryan Howard (2007) fallaron en ganar.
Céspedes es el tercer cubano y el noveno latinoamericano que se lleva a casa el trofeo de la disputa de los batazos largos. Los otros fueron el puertorriqueño Juan González (1993), los cubanos Tino Martínez (1997) y Luis González (2001), el venezolano Bobby Abreu (2005) y los dominicanos Sammy Sosa (2000), Miguel Tejada (2004), Vladimir Guerrero (2007), David Ortiz (2010) y Canó (2011).
"Ahora voy a trabajar para llegar al Juego de Estrellas y posiblemente regresar a la competencia de jonrones", dijo Céspedes.
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