Aficionados y Fanáticos al "Rey de los Deportes": La llegada de Robinson Canó y Edwin Díaz a los Mets se hizo oficial, y será el 10 de junio del 2019, la fecha que inmediatamente circularán en sus calendarios varios fanáticos al Beisbol en la ciudad de Nueva York.

Ese día, los Metropolitanos jugarán en el Bronx y aunque no será la primera vez que Canó regrese a lo que fue su casa durante los primeros nueve años de su carrera, sí será su presentación en Yankee Stadium con el uniforme de los rivales de ciudad.

Más alla de llegar a llenar un tremendo vacío que los de Queens tuvieron en la posición de la intermedia durante el 2018 (los 2B de los Mets batearon para .281 con .788 de OPS, mientras Canó .303 y .845 respectivamente), el arribo del dominicano hace inmediatamente remitirnos a la lista de peloteros importantes que han jugado con las dos organizaciones.

La primera referencia obligada, y probablemente la de mayor repercusión, ha sido la de Yogi Berra. El insigne receptor de los Yankees, el que ganó 10 anillos de Serie Mundial con los del Bronx, el que se convirtió en una verdadera estrella dentro y fuera de los diamantes con el uniforme a rayas entre 1946 y 1963, llegó a vestir el uniforme de los Mets en 1965 y aunque lo hizo solo por unos cuantos juegos, regresaría después para más temporadas como manager.

La llegada de Berra a los de Queens se presentó en una época en la que aún no era tan común ver a los peloteros cambiando de uniforme con frecuencia y además se trataba de uno de los Yankees más importantes de la historia.

Contrastando con ese movimiento, tenemos a tres de los peloteros más trascendentales en la historia de los Mets que al final en algún momento se vistieron de Yankees: Darryl Strawberry, Dwight Gooden y David Cone. Los primeros dos, elementos fundamentales en aquel campeonato de los Mets en 1986 y casi 10 años después estarían vistiendo el uniforme a rayas en el inicio de una época dorada de los del Bronx a la que se sumaría también Cone.

Otro de los símbolos yankees por muchos años y parte de aquellos campeonatos consecutivos en 1977 y 78 que seguiría los pasos de Yogi Berra para irse a terminar su carrera de jugador y también como dirigente del otro lado del puente, Willie Randolph, llegó a tener buenas campañas al timón de los Mets, mismas que le valieron para ser considerado en su momento como una de las opciones para dirigir al equipo con el que tuvo sus años de gloria como jugador, una situación que nunca llegó a concretarse.

La lista es muy grande, y otros nombres importantes que aparecen en ella son Rickey Henderson, Lee Mazilli, Dave Kingman, Al Leiter, Frank Tanana y Gary Sheffield, asi como Jesse Orosco, otro de los elementos fundamentales en aquel campeonato de los Metropolitanos sobre Medias Rojas en 86.

Peloteros latinos que han vestido ambos uniformes también los hay y de sobra, casi de cada país beisbolero en América. Desde el cubano Orlando Hernández, uno de los más importantes de esa lista que también abarca a otros grandes nombres como John Candelaria, Carlos Beltrán. Rey Ordóñez, Bobby Abreu, Armando Benítez, Miguel Cairo, Bartolo Colón, Tony Fernández, Rafael Santana, Alvaro Espinoza y tres mexicanos: Juan Acevedo, Luis Ignacio Ayala y Karim García.

La historia ha demostrado que quienes primero juegan a gran nivel con los Yankees, no tienen el mismo éxito después con los de Queens, pero quienes fueron históricos de los Mets, llegan al Bronx a escribir páginas importantes. Robinson Canó tiene ese punto en su contra, pero su gran calidad, su consistencia y, sobre todo, su amplio conocimiento de los medios, el público y la ciudad en donde va a jugar, trabajarán a su favor, por lo que podría todavía tener muy buenas temporadas en el tercer uniforme que vestirá en su carrera.

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Aficionados y Fanáticos al "Rey de los Deportes": Llega diciembre y los equipos de las Grandes Ligas comienzan a darse regalos navideños anticipadamente. No iniciamos todavía con las Posadas, cuando ya los Bravos se apresuraron a encontrar bajo el Árbol de Navidad a yJosh Donaldson y Brian McCann, los Mets están ya envolviendo a Robinson Canó y Edwin Díaz para, aparentemente, recibirlos de regalo antes de la Noche Buena, y los Nacionales también ya recibieron la visita de Santa Claus al hacerse de los servicios de Yan Gomes, uno de los mejores receptores cuando hablamos de defensiva, desde su debut a tiempo completo en las mayores en la temporada 2013.

Brasil es un país netamente futbolero, por eso la importancia del gran papel que ha desempeñado Gomes en el mejor béisbol del mundo, en donde en las recientes seis campañas ha sido el cuarto mejor cátcher en porcentaje de atrapados robando (32.5%), estadística en la que solo ha sido superado en ese período por los boricuas Martín Maldonado (34.9%) y René Rivera (33.8%), además de James McCann (33.3%).

Sao Paulo, una de las ciudades más importantes de Brasil, ha dado grandes deportistas a la historia, comenzando por el mejor piloto de Fórmula 1 que ha existido, Ayrton Senna da Silva; otros como Emerson Fittipaldi y Helio Castroneves, además por supuesto de futbolistas como Roberto Rivelino, Cafú y Neymar, que nació a 40 kilómetros de Sao Paulo, y que destaca no solo en el balompié, sino en los clavados.

Cuatro de los cinco brasileños que han llegado a las Grandes Ligas, son originarios de esa ciudad, incluido Yan Gomes, que poco a poco se va consolidando como el más destacado representante de su país en las mayores. 

Desde que los Nacionales llegaron a Washington, la posición de la receptoría ha encontrado estabilidad solamente con Wilson Ramos, que se apoderó de ella entre 2012 y 2016 entregando además excelentes resultados. Otros que han desfilado por ahí: Brian Schneider, Paul LoDuca, Jesús Flores, Wil Nieves, el propio Iván Rodríguez y, lo más reciente: Matt Wieters y Pedro Severino.

Yan Gomes tiene 31 años de edad y estará seguramente con el equipo por las próximas tres temporadas, por lo que puede ser quien regrese la estabilidad en esa posición para unos Nacionales que tienen excelente pitcheo, por lo que necesitan de alguien con la capacidad del brasileño para manejarlo y optimizar esas piezas.

El béisbol en Brasil se ha arraigado gracias a los inmigrantes japoneses que comenzaron a practicarlo en tierras amazónicas. Peloteros como Gomes o como Eric Pardinho, que va en camino y por la vía rápida a las Grandes Ligas, y que si bien tiene ascendencia japonesa aunque en tercera generación, van provocando que se tengan más jugadores desarrollados en el país sudamericano y con cada vez menos características orientales. Brasil ya tiene su liga de béisbol, ya tuvo participación en el Clásico Mundial y ahora, con representantes de calidad en las Grandes Ligas, va haciendo que la pelota gane su espacio en un país que se ha destacado por ser uno de los mejores en el futbol a nivel mundial. 

Por lo pronto, Gomes llega con esa gran responsabilidad a la capital de los Estados Unidos, y los Nacionales esperan que finalmente con ellos pueda explotar todo su potencial. La samba llegó a Washington y eso hay que celebrarlo. ¡No hay nada mejor!

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HOUSTON, Texas. - Cinco años después de haber conseguido su más reciente campeonato, los Medias Rojas de Boston estan de regreso en una Serie Mundial, y lo hicieron derrotando ni más ni menos que al ganador del Clásico de Otoño del 2017. La batalla ante Houston se ganó en todas las trincheras, pero no cabe duda que las claves fueron el haber ganado el cuarto juego, el bateo más que oportuno de Jackie Bradley Jr. y la soberbia actuación de David Price en el tercer juego en Houston, que a la postre les dio la serie a los patirrojos.

Los Astros de Houston , que perdieron un solo juego como locales en toda la postemporada anterior, cayeron en tres duelos seguidos en casa, y eso difícilmente se puede perdonar en una serie de postemporada.

Tras caer en el primero, el manager A. J. Hinch decidió colocar a su jugador más encendido a la ofensiva, Alex Bregman, como primero en la alineación, y en ese momento se apagó por completo, yéndose de 9-0 en los dos últimos juegos de la serie.

El pitcheo abridor de los Astros en los tres juegos en casa, con Dallas Keuchel, Charlie Morton y Justin Verlander, permitió 9 carreras limpias en 13.1 entradas de trabajo (6.08 ERA) y asi difícilmente llegarían los triunfos, sobre todo porque Keuchel y Morton permitieron par de carreras en la misma primera entrada de sus respectivas aperturas.

Para David Price, por fin tras 12 juegos iniciados en postemporada, llegó su primera victoria como abridor. Al comienzo de la serie, Alex Cora mencionó que querían al zurdo lanzando en casa porque habían detectado sus problemas y eso sería mucho mejor para él, pero la situación de la enfermedad de Chris Sale obligó a modificar todos los planes, y al dirigente no le quedó de otra que darle la pelota a Price en Houston, respondiendo este con una joya de pitcheo que incluyó 9 ponches y sólamente 3 imparables en 6 entradas de labor.

Jackie Bradley Jr. impulsó a la hora buena y por eso, merecidamente se llevó la nominación como Jugador Más Valioso. J.D. Martínez fue el primero en hacerle daño a Verlander en el juego decisivo y Rafael Devers fue el encargado de darle la puntilla, por lo que más que nunca el trabajo en equipo sacó a flote a los Medias Rojas.

El bullpen, la gran incógnita de Boston al principio de la serie, se comportó a la altura. Casi todos pasaron sus problemas, siendo el cerrador, Craig Kimbrel, quien más sufrió. Pero al final hicieron el trabajo y le dieron a su manager un extraordinario regalo de cumpleaños, al llevarlo a la Serie Mundial en su primer año al frente del equipo.

El Clásico de Otoño arrancará en Fenway Park el próximo martes y si no pasa nada con su salud, los Medias Rojas tendrán en la loma a Chris Sale, su carta más importante en el pitcheo abridor.

En Boston, la Red Sox Nation está más que lista para una cita que han esperado por cinco años, y aunque la temperatura bajará considerablemente en las próximas horas, el Fenway Park estará que arde para recibir otro Clásico de Otoño en su historia......

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HOUSTON, Texas. - Aficionados y Fanáticos al "Rey de los Deportes": llegamos a la casa de los campeones de las Grandes Ligas para los próximos tres capítulos de la Serie de Campeonato de la Liga Americana.

Después de haber servido como escenario para la coronación de los Medias Blancas de Chicago en el 2005, el Minute Maid Park demostró el año pasado ser una aduana muy complicada para los visitantes, ya que los Astros de Houston tuvieron marca de 8-1 jugando como locales en la postemporada, incluyendo dos triunfos sobre los Medias Rojas de Boston en la Serie Divisional.

El fin de semana en Boston dejó claro que no va a ser el pitcheo abridor el que decida al representante del joven circuito en la Serie Mundial. El esperado duelo inicial entre Chris Sale y Justin Verlander terminó siendo un fiasco, y ni David Price, ni Gerrit Cole tuvieron buenas aperturas en el segundo de la serie.

Entre los cuatro abridores de esos dos primeros duelos, registraron efectividad de 5.23 con 14 bases por bolas otorgadas en un "gran" total de 20.2 innings lanzados, y peor sería de no ser por la apertura de Verlander, que "mejora" un poco las estadísticas de pitcheo abridor en lo que va de la serie.

Pero muchos dirán que "se trata de la Liga Americana", el circuito de bateo por excelencia. A esos también les tengo una noticia: mientras se han conectado 24 imparables en lo que va de la serie, se han regalado 23 pasaportes. Por donde quiera que se le vea, un inicio de serie en el que el pobre pitcheo ha marcado el rumbo, más allá de los batazos de dos de las mejores artillerías del joven circuito.

Los ajustes que hizo Alex Cora para el segundo de la serie pagaron dividendos, y fueron la clave para que los Medias Rojas lograran salir a mano de casa.

El dirigente patirrojo sacó a Eduardo Núñez de la esquina caliente para colocar ahi y como sexto en la alineación a Rafael Devers, quien terminó siendo pieza fundamental a la ofensiva con dos hits en tres turnos, par de carreras anotadas y una producida, pero también a la defensiva, donde jugó una espectacular tercera base, que contrastó de inmediato con los problemas que Núñez tuvo en el primero de la serie.

Cora quiso darle mayor solidez a su infield colocando en la intermedia a Ian Kinsler, a pesar de lo mal que le había bateado (y que le siguió bateando) a Gerrit Cole, e incluyó también a Christian Vázquez en la receptoría, en un movimiento que no extraña, pues así manejó la posición durante toda la temporada, compartiéndola entre el boricua y el venezolano Sandy León.

A. J. Hinch por su parte, presentó la misma alineación en ambos juegos, y probablemente no esté pensando en variantes para el tercero el martes.

A pesar de que Boston sacó la victoria en el segundo, la situación de su pitcheo sigue siendo crítica. Al haber utilizado en relevo a Rick Porcello el domingo, dejó automáticamente a Nathan Eovaldi como abridor para el primer juego en Houston, con toda la fe en que pueda tener una actuación tan sólida como la que consiguió en la serie ante los Yankees.

Pero Porcello tendrá que venir el miércoles ahora en calidad de abridor, y la gran incógnita estará en Chris Sale, que tuvo que ser internado en un hospital por malestares estomacales, y no se sabe cuándo podrá ver acción.

En un escenario ideal, Eovaldi, con una semana sin lanzar, repetiría su gloriosa actuación de 7 entradas sólidas y de dominio; Porcello subiría a la loma para abrir tres días después de haber relevado y tratando de llevar el juego a la séptima y Chris Sale sería diagnosticado solo con un "recargo estomacal" por exceso de tacos y saldría del hospital para cubrirse de gloria lanzando ruta completa el jueves y llevar a los Medias Rojas al Clásico de Otoño.

Como eso no va a suceder, y como la efectividad del bullpen de Boston en la serie es de 4.82, podemos afirmar que los Astros son quienes aprovecharán la ventaja de localía para regresar al Noreste del país con ventaja en la serie. Ciertamente ese promedio de carreras limpias admitidas esta inflado por cortesía de Brandon Workman en el primero de la serie, se puede decir que el resto del relevo intermedio ha hecho su trabajo, pero preocupa y mucho lo que se ha visto de Craig Kimbrel hasta ahora en la postemporada.

La efectividad del cerrador de Boston en lo que va de los playoffs es de 10.80, y a pesar de que ha conseguido tres salvamentos, ha permitido al menos una carrera en todos los juegos en los que ha visto acción durante octubre.

Llegamos a Houston para tres días intensos. Con más batazos, más bases por bolas, wild pitch y passed balls, seguramente con poco pitcheo, pero con tres duelos que prometen demasiado. Las dos Series de Campeonato estan empatadas a una victoria por bando al momento de cambiar de escenario, una situación que no sucedía desde el 2010...

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Aficionados y Fanáticos al "Rey de los Deportes": El 2018 será un año muy especial para los Dodgers, ya que celebrarán 60 años de haber llegado a Los Angeles, pero por el lado negativo, serán 30 calendarios (exactamente la mitad), sin levantar el trofeo de campeones de la Serie Mundial.

En aquel Clásico de Otoño, los Esquivadores comenzaron con el histórico cuadrangular de Kirk Gibson y terminaron derrotando a los Atléticos en cinco juegos. Desde entonces, no habían podido estar de regreso en una Serie Mundial hasta el año pasado, pero solo para caer en siete ante los Astros de Houston.

La consigna entonces no es muy fácil: lo único que podría superar lo realizado en el 2017 sería ver a Dave Roberts y su gente levantando el trofeo de campeones, asi como presenciar un desfile por las calles de Los Angeles un par de días después de eso.

Para ello, los Dodgers han apostado por la continuidad, presentando una versión muy parecida a la del año anterior en la que a pesar de ya no contar con elementos como Adrián González, Brandon McCarthy o Scott Kazmir, la baja más sensible parece que será la de Brandon Morrow, que terminó siendo una de las piezas más confiables en el bullpen el año pasado y durante la postemporada, pero que ahora ha pasado a formar parte de los Cachorros de Chicago.

Por lo demás, la base del equipo se mantiene, pero con algunas piezas adicionales que van a darle a los Dodgers una gran profundidad en la banca.

Para empezar, regresa Andrew Toles, el jardinero que comenzó muy bien la temporada anterior bateando para .271 con 5 jonrones y 15 impulsadas como primero en la alineación, pero tras 31 juegos, se lesionó la rodilla tratando de hacer una jugada defensiva, y perdió el resto de la temporada.

Si de regresos hablamos en Dodger Stadium, el de Matt Kemp tiene que ser el más espectacular.

El "Hijo Pródigo" regresa al lugar en donde llegó a ser héroe antes de irse a viajar por San Diego y Atlanta durante un par de años, y si llegara a mostrar buena forma, volvería para quedarse con la titularidad.

Los Dodgers cuentan también con dos grandes receptores, como Austin Barnes y Yasmani Grandal, asi que cualquiera de los dos que no juegue engrosará esa potencia en la banca, en donde también estarán Joc Pederson, Enrique 'Kike' Hernández y muy seguramente el mexicano Alex Verdugo.

La fractura de muñeca de Justin Turner creará un hueco importante en la tercera base al inicio de la campaña, pero los californianos tienen una alineación muy completa, y personal capaz de llenar esos huecos.

Respecto a la rotación, probablemente estamos hablando de la mejor del viejo circuito, peleando palmo a palmo tal distinción con los abridores de los Nacionales de Washington. Clayton Kershaw (18-4, 2.31 ERA en 2017), la encabeza, pero bien secundado por Alex Wood (16-3, 2.72), Rich Hill (12-8, 3.32), Kenta Maeda (13-6, 4.22) y Hyun-Jin Ryu (5-9, 3.77), por lo que el trabajo complicado para Dave Roberts será fabricar ese puente entre las 5 o 6 entradas de su abridor y la llegada de Kenley Jansen (88 Salvamentos en las dos recientes campañas), sin contar para ello con Morrow.

La directiva del equipo tiene la mirada puesta en la gran generación de agentes libres que viene para después de la temporada (Bryce Harper, Manny Machado, Dallas Keuchel, Charlie Blackmon), y los contratos que se estan ahorrando ahora mismo en relación al año anterior, les permiten comenzar a hacer planes al respecto... pero eso será en noviembre, y los Esquivadores y la afición de Los Angeles esperan que para ese momento, la celebración de sus 60 años de mudanza, y de haberle puesto fin a 30 años de espera, esté ya en pleno desarrollo.

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Aficionados y Fanáticos al "Rey de los Deportes": Son 4 temporadas consecutivas con más derrotas que victorias para los Rays de Tampa Bay, y a juzgar por los movimientos durante el invierno, difícilmente podrán poner punto final a esa racha negativa.

No solo los cambios del equipo, que dejó ir a tres piezas importantísimas, sino los movimientos de los rivales de división, específicamente los Yankees de Nueva York, Medias Rojas de Boston y hasta Azulejos de Toronto, que mejoraron mucho respecto a lo que tenían el año pasado.

Los Rays sentenciaron un año difícil en el 2018 con tres bajas de elementos que han sido básicos en cada línea. Dejaron ir al pelotero insignia de la organización en la década reciente: Evan Longoria partió a San Francisco, llevándose con él casi todos los records ofensivos en la historia de los Rays, que se quedaron sin su capitán, sin su hombre más importante en el terreno.

Además de la partida de Longoria, Alex Cobb, el abridor con más victorias en 2017 (12) y con mejor efectividad (3.66) también dejó de ser parte de la organización al convertirse en agente libre, dejando a Chris Archer y Jake Odorizzi con toda la responsabilidad de encabezar al cuerpo de abridores.

Para colmo, tampoco regresa Jim Hickey, por más de una década el coach de pitcheo del equipo, quien se fue a Chicago a reunirse con Joe Maddon, junto a quien logró llegar a aquella Serie Mundial del 2008 con los Rays, en donde Hickey fue considerado clave en el desarrollo de tantos buenos lanzadores que han pasado por esta organización desde poco antes de que alcanzaran aquel Clásico de Otoño.

Dentro del negro panorama para los Rays en la temporada que se avecina, al menos tendrán dos caras nuevas que pueden hacer mucho por el equipo: la de Denard Span, que aportará su experiencia a un jardín en el que junto a Kevin Kiermaier y Steven Souza Jr. pueden llegar a hacer cosas interesantes; asi como la incorporación del cubano Adeiny Hechavarria, un consentido de la afición de la zona y que viene a tratar de aliviar las otras penas que tendrá el equipo durante el calendario regular.

Kevin Cash viene a su cuarta temporada como manager del equipo. A pesar de las carencias y la falta de inversión de su directiva, ha podido hacer papel decoroso en cada una de las anteriores. Hoy se ve más complicado que nunca, cuando los Rays traten al menos de hacer el milagro de dejar atrás su cadena de temporadas consecutivas abajo de .500

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Aficionados y Fanáticos al "Rey de los Deportes": El 2017 trajo muchas satisfacciones en Minneapolis: el equipo ganó 26 juegos más que el año anterior, alcanzaron la postemporada por primera vez en siete años y Paul Molitor se llevó la distinción de Mánager del Año en la Liga Americana. Podríamos pensar que todo se olvidó tras la derrota ante los Yankees en el juego por el wild card, pero lejos de eso, la campaña dejó muchas satisfacciones y esperanzas de mejorar para el 2018.

La base de jugadores de los Mellizos es muy sólida y da para pensar que se puede llegar lejos este año. Miguel Sanó, ya alejado de lesiones, terminó con 28 jonrones, 77 carreras producidas y asistencia al Juego de Estrellas por primera vez en su carrera; Byron Buxton ganó el primero de los que se esperan muchísimos Guantes de Oro en el jardín central de los Mellizos, Joe Mauer tuvo su mejor temporada desde el 2013, cuando comenzó con sus problemas de conmoción y ahora viene al último año de su contrato en mejores condiciones físicas y mentales, gracias al gran trabajo que Molitor ha hecho con él en ese sentido, Briand Dozier es uno de los mejores intermediaristas de las Grandes Ligas, casi a la altura de José Altuve y Robinson Canó, aunque con menos luces por supuesto.

Eso hace pensar que la clave para Minnesota estará en su pitcheo. Mientras el año pasado estuvieron entre los mejores 6 o 7 equipos de la liga en categorías ofensivas importantes, fueron novenos en efectividad colectiva con 4.59 y es ahí en donde se tiene que trabajar.

Fernando Rodney llega a apuntalar el bullpen. El dominicano salvó 39 juegos para los Diamodmbacks en 2017 y llegó a 300 rescates en su carrera, pero tiene 41 años de edad, así que ya veremos hasta donde puede seguir escalando en esa lista de salvamentos de todos los tiempos, en donde se ha instalado en el lugar 26.

La rotación estará anclada por otro dominicano, Ervin Santana (16-8, 3.28 ERA), que será secundado por los boricuas José Berríos (14-8, 3.89) y Adalberto Mejia (4-7, 4.50), y acompañados por Kyle Gibson (12-10, 5.07), por lo que sin lugar a dudas, representan la incógnita mas grande para los Mellizos cuando hablamos de avanzar en postemporada.

El año pasado terminó la sequía de playoffs en Minneapolis, las esperanzas de llegar más lejos tienen sustento, ahora hay que demostrarlo cuando se cante el Play Ball.

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Aficionados y Fanáticos al "Rey de los Deportes": Hace apenas 29 meses, los Mets de Nueva York perdían la Serie Mundial en casa ante los Reales de Kansas City, pero el mundo del Beisbol hablaba de lo lejos que estos Metropolitanos podrían llegar, de cuántas veces más alcanzarían el Clásico de Otoño y de los títulos de campeón que podrían llegar a acumular en las próximas temporadas. La juventud y la calidad de la rotación de abridores del equipo daba para pensar que aun con jugadores mediocres en la alineación, los de Queens estaban para cosas grandes.

Hoy en día, ese mencionado grupo de lanzadores es un verdadero desastre, un fracaso. En 2017, Jacob deGrom fue el único en responder a esas expectativas, al terminar con marca de 15-10 y 3.53 de efectividad en 31 aperturas. El resto: Noah Syndergaard con problemas de lesiones abrió 7 juegos, Matt Harvey con situaciones físicas y mentales abrió 18 con efectividad de 6.70 y los que supuestamente venían a dejar atrás sus problemas físicos y tener grandes temporadas, Steven Matz y Zack Wheeler, 5-14 entre los dos, ninguno abajo de 5.20 en carreras limpias admitidas.

El bullpen no se salvó, y el gran cerrador del equipo, Jeurys Familia, pasó por un bochornoso año de lesiones y suspensión.

Los jugadores de posición, igual que ha venido sucediendo con el equipo desde hace varias temporadas, tampoco estuvieron sanos. Yoenis Céspedes jugó solo en 81 juegos, y también dijeron presente en la lista de lesionados Asdrúbal Cabrera, Juan Lagares, Michael Conforto, Brandon Nimmo y..., mejor aquí le paramos porque se nos acaba la columna.

Llegó el momento en el que Sandy Alderson, gerente general del equipo, reconoció abiertamente que sus políticas de manejar las lesiones estaban equivocadas (necesitó casi 8 años para notarlo), pero en concreto nada pasó.

Hoy se espera que con Mickey Callaway como el nuevo mánager la situación cambie. La relación con Terry Collins ya estaba desgastada, el clubhouse dividido, David Wright semi retirado, Matt Harvey haciendo su santa voluntad igual que otras estrellas del equipo, y la afición.... envidiando a los Yankees.

La nueva era incluye la contratación de Adrián González, que sin duda podrá aportar a la ofensiva si lo dejan las molestias en la espalda, factor que definirá también si el "Titán" vive su última temporada en Grandes Ligas o decide continuar. Amed Rosario será titular indiscutible todos los días lo mismo que Michael Conforto. Yoenis Céspedes seguirá siendo el encargado de cargar la ofensiva del equipo, y pueden venir muchas variables más. Pero si los Mets no ponen disciplina en casa, si continúan viendo como sus peloteros se dedican más al golf que al béisbol sin hacer nada, esa gran generación de lanzadores será desperdiciada, sin haber regresado a su equipo a una Serie Mundial.

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Aficionados y Fanáticos al "Rey de los Deportes": En el 2017, los Rockies de Colorado dejaron atrás una racha de 6 temporadas con más derrotas que victorias, alcanzando la postemporada por primera vez en 8 años.

Para esta campaña, y basados en esa espectacular ofensiva, Colorado debe superar lo conseguido el año pasado, sobre todo porque su pitcheo joven contará ya con un año más de experiencia y porque la directiva realizó una 'remodelación' importante en su bullpen.

De la ofensiva no hay ninguna duda. Charlie Blackmon encabezó a todos los bateadores de la Liga Nacional con .331 y como primer bate, registró 137 carreras anotadas, la cifra más alta en todo el viejo circuito.

D.J. LeMahieu fue el campeón bate en 2016, y la presencia de estos dos, junto a Nolan Arenado, Trevor Story y el regreso de Carlos González, entre otros, y el hecho de que juegan la mitad de la temporada en Coors Field, casí les asegura que no hay nada de que preocuparse.

La rotación de abridores proyectada promedia poco más de 24 años de edad, con los venezolanos Germán Márquez (11-7, 4.39 ERA en 2017) y Antonio Senzatela (10-5, 4.68) como elementos importantes, acompañados de Kyle Freeland, Jon Gray y Jeff Hoffman.

El manager Bud Black es considerado uno de los mejores en la actualidad para trabajar con los lanzadores, por lo que este grupo joven seguramente mostrará mejoría en relación al año pasado, y no extrañarán demasiado a Tyler Chatwood, que partió al Norte de Chicago.

Sin Greg Holland, que cumplió con un extraordinario trabajo como cerrador en 2017, el alto mando gastó 106 millones de dólares en tres elementos que pueden estructurar muy bien el bullpen del equipo: le dieron 52 millones de billetes verdes a Wade Davis, cuya capacidad como cerrador esta más que comprobada, además de 27 millones para Bryan Shaw, parte fundamental del éxito reciente de los Indios y otros 27 para volver a firmar a Jake McGee, a quien ya conocen muy bien por esos lares.

La estadía de los Rockies en postemporada el año pasado fue demasiado breve. Arizona los dejó fuera apenas en el juego entre comodines. Pero este año, la gente de Bud Black busca superar ese papel, y tienen motivos suficientes para pensar en que lo pueden conseguir.

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Aficionados y Fanáticos al "Rey de los Deportes": Tras dos años sin alcanzar la postemporada, los Cardenales de San Luis tenían como consigna primordial el mejorar una ofensiva que fue mediocre en el 2017, una ofensiva que quedó a media tabla en casi todas las estadísticas de bateo colectivo en la Liga Nacional y que necesitaba urgentemente un par de piezas importantes.

San Luis estuvo negociando por Giancarlo Stanton y llegaron lejos, pero fue el propio pelotero el que no quiso ir a la "Ciudad de la Puerta al Oeste".

Al no funcionar dicha negociación, los Pájaros Rojos terminaron aterrizando a Marcell Ozuna, que a la postre es un pelotero cuyas características se adecúan más a una organización como la de San Luis.

Ozuna bateó .312 con 37 cuadrangulares y 124 carreras producidas con los Marlins de Miami en el 2017 y viene a completar un trío de jardineros con Dexter Fowler y Tommy Pham que luce como el mejor de los últimos años para la escuadra de Mike Matheny.

Sin embargo, es precisamente el manager quien tendrá que proveer estabilidad en el equipo. Matheny ha pecado de sobremanejo en las recientes campañas y es eso lo que ha llevado al equipo no solo a quedarse sin postemporada, sino a cuestionar seriamente la continuidad de su dirigente.

Matt Carpenter es el gran ejemplo. Un extraordinario pelotero que no ha podido consolidarse simplemente porque no tiene una posición fija. El año pasado, el alto mando le dijo que ocuparía la inicial de tiempo completo y que dejara de preocuparse por cubrir otras posiciones.

Hoy, Carpenter llegó al entrenamiento primaveral a cambiar de mentalidad nuevamente, pues su consigna será jugar tantas posiciones como le sean requeridas. En el béisbol moderno, es frecuente tener ese tipo de peloteros, pero no puedes manejar un equipo sobre esas bases con la mayoría de los jugadores. Los resultados están claros en San Luis.

El caso de José 'Cafecito' Martínez es el otro ejemplo. Cada vez que Matheny lo requirió, el venezolano respondió a la ofensiva y a la defensiva, de hecho terminó bateando .309, pero jamás le dieron la titularidad, a pesar de que el equipo siempre estuvo en problemas.

Por el lado del pitcheo, no hubo muchos cambios en el roster, pero si uno muy importante en el staff de coaches de Mike Matheny.

El traer a Mike Maddux como nuevo coach de pitcheo, se reflejará en los resultados, tal como lo hizo Maddux cuando llegó a los Rangers de Texas.

La rotación se anclará nuevamente en el dominicano Carlos Martínez, pero hay dudas en torno a los demás.

Un Adam Wainwright que a sus 36 años ya no es el mismo, Michael Wacha y su inconsistencia, Bud Norris que llega a tratar de apoyar y un Alex Reyes que, tras ser considerado el mejor prospecto entre los lanzadores de su organización y de los mejores del país, se sometió a operación Tommy John y podría estar listo para mayo, pero nuevamente los benditos rumores de los Cardenales lo pueden llegar a afectar, pues en el entrenamiento primaveral se ha comentado que podría ir al bullpen y que no se sabe exactamente cómo lo van a manejar.

Hace dos décadas que los Cardenales no ligan tres años seguidos sin postemporada y cuidado, porque de presentarse ahora un tercero seguido, algunas cabezas podrían rodar.

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