Aunque los Yankees de Nueva York han estado recibiendo las llamadas telefónicas sobre Andrew Miller en el último mes, ellos no quieren cambiarlo. ¿Por qué? Porque ellos saben que é les uno de los mejores relevistas zurdos en el béisbol y su contrato es uno razonable y controlable hasta el 2018. Ellos saben además que esta es una oportunidad para renovarse, ponerse más jóvenes y más importante añadir profundidad a su plan a largo plazo para ser contendientes en los próximos años. Claramente Miller es el que más valor de cambio tiene ahora mismo de cualquier Yankee que se pueda ofrecer como carnada de cambio en la fecha límite de traspasos directos de este año.

Los Yankees podrían preferir cambiar a Aroldis Chapman porque él será agente libre al final de la temporada, pero ellos se han dado cuenta que los alquileres no tienen el mismo potencial de recompense que antes, y la recompense por Miller sería mucho mayor debido a que estaría bajo control del equipo hasta el 2018. Así que ellos han estado oyendo ofertas, sopesar el valor y mantener una mente abierta. En mi opinión, es solo cuestión de tiempo antes de que un equipo contendiente esté dispuesto a sobrepagar y hacerle a los Yankees una oferta que no van a poder rechazar.

Hay varios equipos contendientes que han mostrado interés en un cambio por Miller, incluyendo a los Nacionales de Washington, Cachorros de Chicago, Gigantes de San Francisco, Cardenales de San Luis y Vigilantes de Texas. Así que ¿qué buscarían los Yankees en un posible cambio con estos equipos? He aquí mis posibles selecciones en cada caso:

1. Cachorros de Chicago: Los Yankees tienen que comenzar la conversación diciendo que deberían obtener a Kyle Schwarber en un acuerdo por Miller. Schwarber es un futuro bate de impacto en el medio de una alineación, y encajaría perfectamente en el Yankee Stadium con ese corto jardín derecho. Los Cachorros rápidamente van a rechazar esa noción. Después de varias semanas, los Yankees van a reconocer que eso no era una treta y probablemente volteen su atención hacia Javier Báez, y para sorpresa de nadie los Cachorros también van a rechazar esa propuesta; Báez tiene demasiado potencial con una de las mejores velocidades en su bate, habilidad para jugar tres posiciones como un defensor por encima del promedio, y un techo increíble. Los Yankees quizás quieran traer a la conversación al receptor Willson Contreras, solo para escuchar el sonido del tono telefónico al otro lado de la línea.

Eso nos trae a lo que es real. Un acuerdo centrado alrededor del jardinero Jorge Soler probablemente pueda lograrse, aunque podría requerir que ambas novenas esperen hasta la fecha límite para hacerlo. Sin embargo, el mejor acuerdo que los Yankees podrían hacer con los Cachorros por Miller podría ser un fuerte paquete de prospectos del sistema de fincas de los Cachorros. Los Yankees deberían enfocarse en Ian Happ, un segunda base/jardinero que puede batear para promedio, poder y robarse bases. Happ, de 21 años, fue la novena selección en el sorteo del 2015. Si los Yankees quieren tomarse el riesgo con un torpedero de 19 años que tiene el mayor potencial de recompensa de cualquier prospecto de los Cachorros, ellos podrían pedir a Gleyber Torres, pero de acuerdo a fuentes, Chicago no tiene interés en ese tipo de acuerdo.

En mi opinión, para que los Cachorros consigan a Miller desde las filas de los Yankees, ellos van a tener que ceder a Soler o a Happ en un paquete de dos o tres prospectos.

2. Nacionales de Washington: Los Nacionales están repletos de lanzadores prospectos y parean bien con los Yankees, que podrían aprovechar para rellenar un sistema de fincas que está débil con brazos de impacto.

Los Yankees comenzarán la conversación pidiendo al derecho Reynaldo López, el que los Nacionales rechazarán incluir en un acuerdo. Los Nacionales entonces propondrían un paquete de otros lanzadores prospectos que ellos podrían ceder por Miller. Erick Fedde, el seleccionado en primera ronda por los Nacionales en 2014, estaría en la mesa. Los Yankees le dejarían saber a los Nacionales que ellos tienen interés en brazos derechos de poder tales como Koda Glover, A.J. Cole, Austin Voth, Joan Báez y Abel De Los Santos. Una combinación de tres de estos lanzadores podría ser suficiente para que Miller haga sus maletas rumbo a la capital de la nación.

3. Gigantes de San Francisco: Los Gigantes están en modo de ir con todo para ganar una Serie Mundial este año, y Miller está en la cima o cerca de ella en su lista de objetivos de cambio. A lo largo de los años San Francisco ha probado que tiene voluntad para cambiar prospectos cotizados en la fecha límite si el equipo puede adquirir un elemento que pueda ayudarles, y este año no es la excepción. A cambio de Miller, los Yankees podrían requerir un paquete que incluya a uno de dos derecho, Tyler Beede o Phil Bickford. Nueva York también pediría al jugador del cuadro Christian Arroyo - a lo que los Gigantes responderán con un resonante "no". La posición de los Yankees sería que ellos necesitarían algo más que solo Beede o Bickford. Si los equipos van a cuadrar un acuerdo, entonces Nueva York podría terminar recibiendo un segundo o hasta un tercer jugador a cambio de Miller.

4. Vigilantes de Texas: Los Vigilantes han tenido más conversaciones sobre abridores que sobre relevistas, pero eso no significa que no tengan interés en Miller. Texas tiene un fuerte sistema de fincas lleno de cotizados jugadores de posición, y la pregunta real vendría siendo si ellos están dispuesto a dar uno de sus mejores prospectos por Miller.

Los Yankees tendrían que comenzar la conversación pidiendo al jardinero central Lewis Brinson, a lo que les responderían que "no". El próximo nombre en su lista sería Joey Gallo; al igual que Schwarber de los Cachorros, Gallo encajaría muy bien en el Yankee Stadium con el potencial de ser un bateador de 40 jonrones. Los Yankees preferirían a Schwarber sobre Gallo porque el bate de Schwarber es mejor que el de Gallo, y la alta tasa de ponches de Gallo no es ideal. Sin embargo, es poco probable que los Vigilantes cedan a Gallo sin obtener un abridor para encabezar su rotación.

El siguiente nombre que se podría añadir a la mezcla sería el del jugador del cuadro Jurickson Profar, pero con Starlin Castro en la segunda base y Didi Gregorius en el campocorto, realmente no encajaría bien allí. Luego de Profar, los Yankees podrían ir detrás del derecho Dillon Tate (la selección de primera ronda de los Vigilantes en el sorteo de 2015) o Luis Ortiz, su selección de primera ronda en el 2014. Los Vigilantes no dejarían que ninguno de ellos se meta en su camino para obtener a Miller, ya que los Yankees podrían pedirlos a ambos.

5. Cardenales de San Luis: Los Cardenales podrían darle buen uso a Miller, especialmente con los problemas de Trevor Rosenthal con su control y comando. A los Yankees les encantaría tener a Alex Reyes, el cotizado lanzador prospecto de los Cardenales que lanza consistentemente sobre las 100 mph y que tiene el mayor techo de cualquier prospecto de los Cardenales. Sin embargo, basado en el historial de los Cardenales, es dudoso que ellos se interesen en salir de Reyes - ni siquiera por Miller. San Luis tiene algunos jugadores de posición que los Yankees desean, incluyendo a los jardineros Magneuris Sierra y Nick Plummer. Si ellos no pueden conseguir a Reyes, los Yankees van a insistir en el lanzador derecho Junior Fernández como parte del acuerdo. Quizás Sierra y Fernández podrían ser las carnadas para traer a Miller, pero creo que los Yankees van a insistir en una tercera pieza que les ayude ahora a nivel de Grandes Ligas - como el relevista derecho Sam Tuivailala o el zurdo Tyler Lyons -- como opciones de última hora.
El rumbo cuesta abajo de los Yankees parece sin freno, al sufrir su tercera derrota en fila el martes en la noche, y ahora están a nueve juegos del primer lugar en el Este de la Liga Americana. Nueva York no ha terminado con record por debajo de .500 en 24 años, pero eso parece como una buena posibilidad para el 2016, ya que los Yankees se encuentran dos juegos por debajo de los .500 - y quizás están jugando por encima de lo esperado, ya que de acuerdo el record Pitagoreano de victorias y derrotas de Baseball Reference deberían estar muy por debajo de los .500. Su ofensiva es esporádica, el pitcheo abridor ha sido un pantano, y restando 33 días para la fecha límite de cambios, los Yankees parecen estar en el proceso de definirse como vendedores.

Algunos ejecutivos rivales esperan por completo que los Yankees salgan de Andrew Miller y Aroldis Chapman mediante cambios antes de la fecha límite del 1 de agosto, y que los Yankees tendrán una subasta doble por ambos. Ya que Miller tiene contrato por dos temporadas más, no hay nada más que convenza a los Yankees de moverlo - más allá de la posible recompensa en un cambio ahora mismo. Los oficiales de otros equipos esperan que los Yankees pidan un alto precio por Miller, al solicitar prospectos específicos a otros equipos y diciéndoles a ellos que si no cumplen sus demandas no van a recibir al jugador.

Un evaluador con conocimiento de los intereses de los Yankees espera por completo que el equipo le diga a los Cachorros que si quieren a Miller, ellos van a tener que salir del joven bateador Kyle Schwarber -- y que si los Cachorros se niegan, los Yankees simplemente podrían moverse a conversar con otros equipos interesados en el zurdo. Los Yankees están en posición de montar un mercado extremo de vendedores con Miller, un relevista capaz de hacer la diferencia para un equipo contendiente: Desde el inicio del 2014, Miller ha ponchado a 276 de los 639 bateadores que ha enfrentado en la temporada regular y playoffs, permitiendo apenas 85 hits y 41 boletos en 166 entradas.

Si los contendientes no quieren cumplir con esas altas demandas por Miller, ellos podrían moverse a la opción menos cara con Chapman, quien será agente libre al final de la temporada y se prepara para conseguir un buen contrato: Él ha ponchado a 31 bateadores en 20 entradas, con 16 hits y cuatro boletos, con una velocidad promedio en su recta de 99.7 mph. Los Nacionales, Dodgers, Vigilantes, Cachorros y Medias Rojas están entre los equipos que podrían estar en el mercado en búsqueda de relevistas de alto calibre.

Mark Melancon se encuentra entre los relevistas que podrían ser cambiados antes de la fecha límite.

Los Yankees también podrían salir de Carlos Beltrán, quien sufrió una lastimadura en la corva el martes en la noche.

De la historia de Seth Berkman:

"No es nada importante", dijo Beltrán sobre su corva."Estoy contento por eso".

Aun así, debido a su edad, hay preocupación de que Beltrán saliera cojeando del terreno luego de una jugada aparentemente inocente.

En su primer turno, Beltrán conectó una línea hacia la cerca del jardín izquierdo. A medida que el jardinero izquierdo de los Vigilantes Ryan Rua fallaba el batazo, los fanáticos comenzaron a abuchear a Beltrán por no haber estirado el batazo a un doble.

Poco después, la ira mal desplegada se disipó mientras Beltrán se quitaba sus guantillas de bateo y salía del terreno, siendo reemplazado por el corredor emergente Rob Refsnyder.

Beltrán dijo que sintió un halón y un nudo en la corva, la que le seguía molestando luego del partido. Un examen de resonancia magnética salió negativo, y está listado de día a día.

La lesión de Beltrán podría darle al gerente Brian Cashman la señal que necesita para comenzar la venta a quemarropa.

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Los Yankees de Nueva York deben cambiar a su mejor jugador, Carlos Beltrán. Y mientras más rápido lo hagan, mejor.

Seguro, ellos perderían mucho. Beltrán ha sido el bateador más productivo de los Yankees en esta temporada, liderando el equipo en promedio de bateo (.283), jonrones (18) y remolcadas (48). Él es tan profesional como cualquier otro, según corroboran sus propios compañeros. Es honesto con la prensa. Algún día sin duda deberá estar en el Salón de la Fama.

Pero para cuando llegue la fecha de traspasos directos del 1 de agosto, no debe estar en uniforme de los Yankees.

Una de las partes más importantes del trabajo del gerente Brian Cashman es la valoración de sus activos. El valor de Beltrán no creo que vaya a ser tan alto en el futuro como lo es ahora mismo. Con la edad y su historial de lesiones, probablemente su valía va a bajar en vez de aumentar en las próximas cinco semanas.

Cashman podría optar por quedarse con el jardinero boricua de 39 años con la esperanza de que, de algún modo, los Yankees puedan superar a los otros equipos del Este de la Liga Americana para qudedarse con uno de los puestos de comodín. Sin embargo, esos equipos tienen mejores rosters, y los Yankees están a un juego de los .500.

Lo fácil sería quedarse con Beltrán y darle una oferta calificada en la temporada baja.

Este escenario toma en cuenta la oportunidad de que acepte la oferta, dejando a los Yankees con dos bateadores designados de 40 años, ya que el contrato de Alex Rodríguez terminará finalmente luego del 2017. (En la actualidad Beltrán está jugando en el jardín derecho, pero debería ser bateador designado a tiempo completo.)

Lo que Cashman debería considerar es extender el valor de Beltrán para los Yankees más allá de los siguientes cuatro meses.

Dado el historial de los Yankees con sus selecciones del sorteo en la última década, probablemente sea astuto el tratar de conseguir mediante cambio una mejor cantidad de jugadores conocidos en liga menor que intentar conseguir una buena selección. No hay garantías de que ese modo de operar sea el correcto, pero parece la mejor opción en este momento.

Consideren lo que los Tigres de Detroit hicieron la temporada pasada, cuando el equipo cambió a Yoenis Céspedes a los Mets.

El 31 de julio, los Tigres tenían record de 50-53 y estaban a 3½ juegos de uno de los comodines. Ellos pudieron haber optado por quedarse como estaban e intentar llegar al juego de vida o muerte. Pero en cambio, decidieron salir de Céspedes y enviarlo a los Mets por dos jugadores. Uno de esos jugadores es el novato derecho Michael Fulmer, quien está lanzando a niveles históricos esta temporada.

Aunque quizás sea complicado para Cashman el identificar al próximo Fulmer, los Yankees deberían convertirse en vendedores este año para quedar mejor posicionados para ser competitivos más temprano que tarde.

Cambiar a Aroldis Chapman, que será agente libre al final de la temporada y que solo ha lucido regular como el cerrador del equipo, luce como algo que no hay que pensar mucho. Al igual que con Beltrán, los Yankees podrían hacerle una oferta calificada a Chapman, lo que podría traerles una selección de primera ronda en el sorteo.

La idea de cambiar al relevista zurdo Andrew Miller hace algo de sentido, porque los Yankees tienen a Dellin Betances como cerrador en potencia. Miller, al igual que Beltrán, un profesional dentro y fuera del terreno, tiene un contrato razonable, y es probablemente el mejor de los tres brazos en el bullpen de los Yankees, lo que podría traer la mejor recompensar en un posible cambio.

En cuanto a las otras opciones, Brett Gardner, CC Sabathia (si estuviese dispuesto a obviar su cláusula de no cambio y los Yankees están dispuestos a quedarse con una buena porción de su salario de $25 millones para el año que viene) y Brian McCann (los Yankees tendrían que estar dispuestos a quedarse con una buena tajada del dinero y que él obvie su cláusula de no cambio) podrían estar entre las opciones de cambio. El punto es que los Yankees tienen que comenzar a pensar más allá de esta temporada.

El sistema de fincas de los Yankees podría tener algo de potencial, pero también tiene algunos símbolos de. La carrera del abridor Luis Severino en Grandes Ligas está ahora mismo en pausa en Triple-A. El jardinero Aaron Judge no ha podido dominar del todo las ligas menores y quizás no esté listo para ser titular en Grandes Ligas para el 2017 como se esperaba. El inicialista Greg Bird está fuera por toda la temporada por una cirugía de hombro.

Los Yankees podrían ser astutos en utilizar esta temporada para rellenarse de talento, ponerse más jóvenes y construir un nuevo núcleo. Eso significa cambiar a Beltrán y a otros. Si no lo hacen, posiblemente lo lamenten de aquí a algunos años en el futuro.

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CC Sabathia estaba en Hawai el 28 de diciembre cuando le llegó un mensaje de texto de cuatro palabras a su teléfono.

Chapman, Dellin y Andrew.

El nombrede Andrew Miller había sido mencionado en rumores de cambios, y la interpretación inicial tergiversada de Sabathia a ese enigmático mensaje fue que Dellin Betances y Miller habían sido cambiados por Chapman.

Inmediatamente un sorprendido Sabathia llamó a Betances y escuchó la verdad que no se le había ocurrido: Que era posible que los únicos tres relevistas de Grandes Ligas que habían ponchado 100 bateadores la temporada pasada formaran parte del mismo bullpen.

A medida que Sabathia procesaba los detalles, la idea de que eso causara algún tipo de problema - una controversia por quién sería el cerrador - nunca le cruzó la mente, porque él conoce desde hace años Betances, y aprendió el año pasado sobre la devoción de Miller a ganar.

¿Una controversia por el puesto de cerrador con Miller y Betances? Eso no va a pasar, y mirando adelante, la disposición de Miller de hacer lo que le pidan los Yankees va a ser crucal mientras navegan por posibles aguas turbulentas en el futuro.

Sin importar el tipo o la extensión del castigo que enfrenta Aroldis Chapman -- sea suspendido o no - los Yankees están posicionados para ajustarse a cualquier situación, debido a la habilidad de Miller, y a su flexibilidad. Si Chapman es castigado por el béisbol, Miller podría volver al rol de cerrador nuevamente, luego de ganar el Premio Mariano Rivera el año pasado por ser el mejor relevista en la Liga Americana.

Si Chapman está disponible, Miller se encargaría de la octava entrada, o incluso la séptima. Él terminará haciendo lo que le pidan los Yankees, sin problemas, y sin quejas.

"Es algo increíble, especialmente viniendo después de la temporada que tuvo el año pasado", dijo Sabathia. "Es un testamento a quién es él y de lo que está hecho. A él no le importa su rol, o cuántos salvamentos logre, o sus números. Él solo quiere ganar un anillo. Eso es algo increíble, siendo su compañero de equipo, que Andrew tome esa posición y que ayude al equipo a ser mucho mejor".

Los Yankees tuvieron una situación similar con su bullpen en 1978, y se convirtió en una distracción seria. En 1977, Sparky Lyle era el apagafuegos de los Yankees, como se le decía a ese rol en aquel momento, y terminó lanzando en 60 partidos, cifra máxima en la liga, con marca de 13-5 y 26 salvamentos - y ganó el Cy Young de la LA.

Pero en ese invierno, los Yankees firmaron al lanzallamas Goose Gossage para mejorar el bullpen y Lyle perdió su dominio allí, y estaba furioso por eso. Su frustración impulsó uno de los libros de béisbol más notorios de la historia, "The Bronx Zoo (El Zoológico del Bronx)".

Miller es un lector voraz. No es un escritor. Y no está interesado en crear titulares, a pesar de que fue sacado del rol de cerrador sin haber hecho un solo lanzamiento.

"Yo luciría bastante tonto si comienzo a hacer expresiones sobre algo, cuando he visto la forma en que Carlos Beltrán o CC o Alex [Rodríguez] han manejado sus problemas", dijo Miller. "Yo no soy nadie en comparación a ellos, y si salgo y hago todo tipo de declaraciones fuertes, me vería ridículo.

"Estamos rodeados de jugadores del Salón de la Fama, jugadores Todos Estrellas. Brian McCann nunca se saldría de sus casillas a decir algo".

Miller reconoció la naturaleza humana de todos los competidores, el deseo de estar en un rol de mayor prominencia. "Todos lo tenemos en diferentes niveles", dijo. "En universidad, uno quiere lanzar un viernes en la noche. O uno quiere lanzar en el partido grande en las eliminatorias regionales. Los cinco abridores quieren ser el que esté en el montículo en el Día Inaugural, porque es un reconocimiento a lo que has hecho y donde estás parado, lo bien que te preparas.

"Pero al final del día, en los equipos buenos, eso no se debe convertir en una distracción. Todo el mundo tiene cierta cantidad de orgullo, un cierto lado de ego que juega un rol en ser exitoso, pero los buenos equipos tienen chicos que echan eso a un lado".

La decisión de Miller de no causar problemas con su cambio de rol tiene algo de estrategia. "La prensa aquí [en Nueva York] es un poco diferente", dijo. "En cualquier momento que uno abre una puerta para ellos, ellos crean una tormenta. Las distracciones sin innecesarias si se pueden evitar, y debemos tratar de evitarlas. Es la manera en que veo las cosas. No estoy diciendo que es la manera correcta, pero prefiero evitar eso. Preferiría, en cierto sentido, aplastar la historia. No es bueno para ustedes, muchachos, pero para mí, es más fácil evitarlo. Además es la verdad".

La verdad. Que lanzar en el rol de cerrador no es algo que Miller necesite para su afirmación personal.

"Lo he dicho un millón de veces desde que llegué aquí: Yo no firmé aquí para ser cerrador. Yo solo firmé aquí. La pasé muy bién el año pasado. Me siento orgulloso de lo que hice el año pasado. Pero no es algo que sea el todo, la meta máxima para mí. Si nosotros ganamos al final del año, eso va a ser mucho mejor para mí que cualquier otro logro individual".

Cuando Miller lanzó con los Medias Rojas de Boston en el 2013, vio un grupo de jugadores que puso a un lado sus preocupaciones personales por el bien común, conducta que reforzó lo que ya creía. Y cuando se le preguntó sobre cuáles jugadores han servido de ejemplo para él, citó a uno de sus compañeros del 2015.

"Yo solo puedo seguir el ejemplo de Dellin del año pasado", dijo Miller. "Probablemente él quería cerrar el año pasado. Probablemente tenía muchas cosas en juego como alguien que estaba a punto de entrar al proceso de arbitraje. Yo ya tengo mi contrato. Yo sé que mi salario no va a cambiar si lanzo mal, o si lanzo en la octava o novena entrada".

El ser cerrador no va a afectar nada para Miller, dijo. "Para [Betances], sí le va a afectar. Y él lo manejó con tanta clase, y nunca dejó que eso le afectara en el terreno. Si puedo seguir su liderato, va a ser pan comido, y ciertamente él estableció el tono para eso".

La primavera pasada, el manager de los Yankees Joe Girardi se reunió con Betances y Miller en Washington para darle a los relevistas algunas ideas de como ellos serían utilizados. "Andrew me dijo, 'Joe, yo solo estoy aquí para ayudarte a ganar; en la situación que me quieras poner, yo voy a estar de acuerdo con ella'", recordó Betances. "Esa fue la actitud para ambos. Todo el mundo estuvo de acuerdo".

Miller escuchó sobre el cambio de Chapman cuando el gerente de los Yankees Brian Cashman lo llamó, y el mensaje de Miller a Cashman fue: Lo que usted necesite hacer para ganar. Betances escuchó sobre el cambio de Chapman mientras se dirigía a un evento de firma de autógrafos, medio dormido en la parte trasera de un auto. "Me despertaron un montón de mensajes de textos y llamadas telefónicas, y primero no podía creerlo", dijo Betances.

"Pero entonces, cuando uno piensa sobre ello, es como que, wow, es algo bastante loco tenerlo a él y a Miller en la parte trasera del bullpen. Va a ser algo emocionante, y los fanáticos están emocionados por ello - yo sigo escuchando comentarios dondequiera que voy".

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Los Yankees de Nueva York poseen dos de las armas más poderosas en Grandes Ligas en los brazos de los relevistas Dellin Betances y Andrew Miller.

Betances lanzó la octava entrada sin permitir carreras el pasado domingo en la victoria 2-1 sobre los Marineros de Seattle para sumar su sexto triunfo de la temporada, y Miller lanzó una novena entrada perfecta para su vigésimo salvamento en 20 oportunidades.

La historia se repitió la noche del martes en la victoria 3-2 sobre los Orioles de Baltimore, con la cual los Yankees aumentaron a cinco juegos su ventaja como líderes del Este de la Liga Americana y se colocaron por primera vez esta temporada a 10 juegos sobre la marca de .500.

Betances entró en la parte baja del séptimo inning para ponchar al estelar tercera base Manny Machado y obtener el tercer out con la carrera del empate en tercera base, y luego permitió un solo hit sin carreras tras completar el octavo.

El zurdo Miller entonces hizo lo propio para sumar su salvamento número 21 de la temporada en igual número de oportunidades.

Betances y Miller se ubican en tercer y cuarto lugar entre los relevistas calificados en Grandes Ligas con un promedio de 14.48 y 14.20 ponches por cada nueve entradas respectivamente, los dos mejores en la Americana. Betances lidera a todos los relevistas en MLB con 81 ponches en 50 innings y un tercio.

Los espigados lanzadores también cuentan con dos de las mejores porcentajes de carreras limpias entre todos los relevistas en Grandes Ligas con 30 entradas lanzadas o más esta temporada, con ERA de 1.43 para Betances y de 1.39 para Miller.

El cuerpo de abridores de los Yankees tiene una inflada efectividad de 4.21, que ha sido contrarrestada por una espléndida ofensiva. No obstante, los relevistas se han combinado para una efectividad de 3.32, y si nos trasladamos a la octava entrada en adelante, cuando generalmente veríamos lanzar a Betances o a Miller, la efectividad baja a 2.65.

Si evaluamos las estadísticas combinadas de los relevistas de los Yankees de la octava entrada en adelante, han registrado 233 ponches, el mayor número en todo MLB, y limitado a sus oponentes a un promedio de bateo de .201, empatados con los Astros de Houston para el menor en contra.

Es por ello que con esa dupla Betances-Miller, los Yankees han logrado de nuevo tener una fórmula ganadora que los ha mantenido relevantes esta temporada, en un momento en particular en el cual sus abridores no han sabido dar regularmente más de seis entradas.

Los abridores de los Yankees se han combinado para lanzar 534 entradas y dos tercios, número 23 entre los 30 equipos de Grandes Ligas. En comparación, los cuerpos de abridores líderes en la categoría, los Mets de Nueva York, Atléticos de Oakland y Angelinos de Los Angeles, han lanzado más de 575 episodios.

Otro dato que refleja la carga que ha tenido el cuerpo de relevistas es que los abridores neoyorquinos también han fallado en tener un gran número de "aperturas de calidad" esta temporada, una estadística que define un partido donde el abridor completa al menos seis entradas y permite tres carreras limpias o menos.

Los Yankees en total cuentan con 39 aperturas de calidad, la tercera menor cantidad en la Liga Americana, y limitadas a 34 en su rotación actual. Trece de los 30 equipos de Grandes Ligas cuentan con 50 aperturas de calidad o más entre sus abridores.

Así es como gracias a esa fórmula Betances-Miller que los Yankees han registrado un espléndido récord de 43 victorias y sólo dos derrotas al tener la ventaja después de siete entradas, y no han perdido un solo partido de los 49 donde han dominado el marcador tras ocho.

Y es ese monstruo de dos cabezas que hace a los fans de los Yankees recordar los años de apaga y vámonos de Mariano Rivera y John Wetteland, y más recientemente del mismo Mo junto a David Robertson, y el cual podría ser la clave de la clasificación a la postemporada.

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