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México no puede ni debe...

Los 10 juegos que le han "tocado" en la aparente inequitativa repartición de los papeles para el Mundial del 2026 es justo la medida a la realidad que vive México, como país y el futbol mexicano, como industria. No hay más. Es irreal pensar que la situación económica, social y política le de México oportunidad de realizar un Mundial más complejo. Los tiempos han cambiado alrededor de la FIFA y de los Mundiales. No vivimos en el mismo mundo ni bajo las mismas reglas, condiciones y necesidades de hace casi 50 años (México 1970) ni de hace 30 años (México 1986). Hoy, es lo que podemos y debemos hacer, aunque algunos críticos, conducidos por la pasión, insistan en vivir en "el país de Alicia...".

LOS ANGELES, CA.- El futbol mexicano y "Alicia en el país de las maravillas". La pasión, muchas veces, nos ciega. Tapa la realidad y sugiere espejismos, alucinaciones y ofuscamientos.

Algunos parecen realmente muy ajenos a la realidad que México vive como país. Y en lugar de "festejar" la oportunidad que tendrán de ser parte de la organización de un tercer Mundial, en el ya no tan lejano año del 2026, lamentan la inequitativa repartición y el aparente sometimiento del que ha sido parte el futbol mexicano.

"Migajas", "Invitados de segunda mano" y hasta frases como "nos bajaron los pantalones...". La reacción ha sido un tanto visceral en una época donde habrá que subrayar que existe un sentimiento cargado de mucha susceptibilidad cuando se trata de temas que tienen con ver Estados Unidos.

Pero esto es futbol y aún más que futbol, es negocio y en el negocio, está claro que los tiempos indican que Estados Unidos tiene las condiciones --económicas, sociales y políticas-- adecuadas para organizar por si solo una Copa del Mundo. Existe sí, una invitación, a las dos naciones vecinas --puede que por una implicación política-futbolística-- para que sean parte de la organización. Estados Unidos tiene los estadios, la estructura y la infraestructura apropiada para hacer el Mundial y México tiene, en su caso, tres o quizá cuatros escenarios que con una inversión no tan exagerada pueden reunir los requisitos del cuaderno de cargos de la FIFA.

Los 10 partidos que tendrá México significan, por otra parte, una eminente ventaja deportiva. La selección mexicana jugará la primera y la segunda ronda en casa y luego, si sigue avanzando en un Mundial de 48 participantes, actuará como si estuviera en casa en ciudades del sur de los Estados Unidos (Dallas, Houston, Los Angeles, San Francisco, San Diego, Phoenix).

La escasa participación mexicana la propuesta para el Mundial del 2026 es una respuesta obvia al momento que atraviesa el país y que directa o indirectamente afecta a la industria del futbol. El futbol no es ajeno a los graves problemas que atraviesa México en cuanto a seguridad, economía, política y sociedad. Forzar la realización de un Mundial en México no solo sería imposible, también inapropiado. Diez partidos, como afirman exactamente los dirigentes de la FMF, supone ser la medida adecuada para lo que con certeza se puede realizar. Otra cosa, sería vivir en una realidad que no nos corresponde.

@Faitelson_ESPN