América no jugó para ganar el Clásico. Y Chivas no jugó para amanecer como el peor del futbol mexicano. Noventa minutos después del esperado partido, las cosas siguen sin parecer demasiado claras en el presente y futuro de los clubes más populares del país. Lo que sí podría asomarse como una idea es que uno no esta para Campeón y el otro se olvidó que es el Campeón...
CIUDAD DE MÉXICO -- A la mañana siguiente del Clásico, las dudas prevalecen en mí. Primero, la verdad, no sé cómo ganó el América un partido por el que no hizo demasiado, un juego donde merecía muchas cosas, menos el resultado que se llevó y segundo, lo más preocupante, sigo sin entender el tobogán en el que se metió Chivas, un tobogán sin fin que ha puesto, hoy, al Campeón como el peor equipo del futbol mexicano.
Es un asunto de amnesia: el América no sabe cómo ganó y Chivas no sabe cómo terminó siendo el último de la tabla general. Es un tema de olvido para el olvido. Uno no está para Campeón y el otro se olvidó de que es el Campeón...
El futbol es un juego donde la memoria siempre es importante. El América gana su segundo Clásico consecutivo, el tercero de la temporada, es segundo en la tabla general, ya acecha el liderato del Monterrey, pero sigue sin convencer plenamente en su funcionamiento. El América juega casi siempre sin el balón, Chivas tuvo un casi 60 por ciento de dominio el miércoles en el Azteca, pero cuando sus "latigazos" a velocidad fallan o no tienen variantes, se vuelve un equipo predecible al que le cuesta trabajo profundizar. Se mantiene en el juego con su destacable portero y su línea defensiva cada vez más consolidada. Este América necesitará más, mucho más para aspirar al campeonato. Basta recordarle a Miguel Herrera a y sus futbolistas que este club fracasa siendo subcampeón. Y eso lo dice todo. El América se siente bien ganándole a Chivas, a Cruz Azul y a Pumas, pero necesita el título, el trofeo de Campeón o nada.
La estrepitosa caída de Chivas continuó y sólo necesitó de apenas unos minutos para transformar un partido donde, sin duda, había sido mejor, había tenido más idea y más recursos que el rival. El eterno problema de Chivas: el gol, el gol que no aparece. No puedo explicar qué le sucede a este equipo, en qué piensan sus futbolistas y su entrenador justo en el momento donde pierde el control y se desploma dramáticamente. La realidad es que Chivas ha perdido el Clásico, tiene 9 puntos, esta eliminado de la liguilla y es el último en la tabla general del futbol mexicano o para decirlo con palabras aún más hirientes: el peor de los peores.
Yo creo que la afición de Chivas esta avergonzada por la situación. Creo también que Matías Almeyda debe permanecer en su puesto. Me parece, din embargo, que le faltó cierta audacia ==o tal vez inteligencia== para presentar su renuncia. También, hubiese esperado, en tal, caso, que la dirigencia, de ninguna forma, no se la hubiera admitido. Almeyda debe quedarse hasta donde él aguante y hasta donde soporte también el orgullo de este Guadalajara.
Esperaba y suponía que el Clásico nos otorgaría un veredicto claro de sobre el presente y el futuro de ambos equipos. No fue así. El América no es todavía el equipo que pretende ser. Necesita mejorar mucho para aspirar a lo único que los americanistas no consideran un fracaso: el título. Y Chivas no jugó en el Azteca para perder, ni siquiera para ser el peor de la tabla y del futbol mexicano. A la mañana siguiente, ambos sufren de amnesia. Ninguno sabe cómo fue qué ocurrió. Ni el América es garantía de nada ni Chivas es el más malo entre los malos.