Cruz Azul se ha cansado de probar con diferentes fórmulas. Antes fue Boy, luego Jémez y ahora es Caixinha. Desde la cancha, la banca, la administración y quien sabe en qué otros rubros. No ha existido manera de hacer funcionar a uno de los grandes clubes del futbol mexicano, un equipo cuya esencia, de inicio, fue siempre la de una faceta ganadora y gloriosa. ¿Qué le pasa hoy? ¿Qué le ha pasado en estos casi 20 años? ¿Por qué ha ocurrido tal deterioro? Nadie tiene la explicación adecuada, pero cuando una empresa presenta esta clase de fallas, necesita de una urgente revisión de bases y estructuras. Cruz Azul necesita volver a explorar cada una de los procesos para la “elaboración” de futbol. Algo se está haciendo mal. Tiene al personaje correcto para hacerlo, a un hombre capaz e inteligente, experimentado, bien intencionado y que estoy seguro jamás le haría daño a Cruz Azul. El balón esta en los pies de Billy Álvarez.
Por David Faitelson
LOS ANGELES, CA. -- Durante las últimas dos décadas, he escuchado diferentes puntos de vista. Primero era, el entrenador. Después, los futbolistas. Enseguida, algunos directivos de mando medio. Luego, el propio presidente de la institución. Algo anda mal en Cruz Azul. Para saber eso no hay que ser un “genio”, pero lo que nadie sabe, a ciencia cierta, es donde radica el principal problema de uno de los grandes clubes en la historia del futbol mexicano.
El Cruz Azul de los primeros años de ausencia contaba su crisis figurando y perdiendo finales y manteniendo la línea de protagonismo acorde a lo que significan sus colores para el futbol mexicano. Es verdad que no cumplía con uno de sus preceptos más sagrados: ser campeón, pero coqueteaba insistentemente con esa posibilidad. Pero el Cruz Azul de los últimos años se alejó de esas condiciones y decidió que debía agravar su trance compitiendo en la parte baja de la tabla y agregando más sufrimiento y angustia a su vasto número de seguidores.
Pero vuelvo y presunto lo mismo: ¿Dónde está el problema de un club que parece tenerlo todo? Campos de entrenamientos, historia, afición, ídolos, una empresa sólida que es capaz de competir ante los clubes de mayores condiciones económicas y una cooperativa seria, exitosa y ordenada. ¿Dónde está el problema, Cruz Azul?
En las últimas temporadas, después de perder de manera insólita aquella final de mayo del 2013 ante el América, el equipo decidió buscar otro tipo de caracteres en el puesto de entrenador. Y llegó Tomás Boy, y fracasó Tomás Boy. Y llegó el español Jémez, y fracasó Jémez. Ahora ha llegado Pedro Caixinha y ha fracasado rotundamente en su intento por colocar a este equipo donde en verdad tiene que estar.
Se supone que tiene futbolistas para ofrecer otro tipo de resultados en la cancha, no es un plantel, quizá, al nivel del de Tigres, de Rayados o de América, pero tampoco es para que sufra ante un equipo del ascenso como Oaxaca que prácticamente lo ha dejado al borde de la eliminación en la fase de grupos del Copa MX y que esté, después de ocho fechas por el torneo doméstico, sin ganar en casa y muy cerca de alejarse nuevamente de una liguilla.
No soy un administrador de empresas, pero cuando empresa empieza a fallar y a no entregar resultados, lo primero que hay que hacer es revisar las estructuras y buscar minuciosamente las fallas. Debe hacerlo escrupulosamente, sin olvidar detalles, con una gran autocrítica y dispuesto a afrontar los cambios que tenga que afrontar para colocar a Cruz Azul en el sitio donde debe estar. Yo creo que el balón está a los pies del personaje indicado: Billy Álvarez es un hombre inteligente y también bien intencionado que jamás haría algo para perjudicar a Cruz Azul, a la cooperativa, a los propios cooperativistas y a los muchos seguidores de este equipo que nada tienen que ver con la cementera. Estoy seguro de que encontrará los problemas que aquejan a este equipo.
De tenerlo todo, a no tener nada. Cruz Azul es también un ejemplo de vida...