Es este domingo en el Luzhniki, en un escenario donde el futbol mexicano es inferior en calidad, en mentalidad y en historia ante una potencia llamada Alemania. Es la jornada largamente esperada y siempre añorada por el futbol mexicano, un día ideal para mostrar qué tan cerca estás de los mejores en este deporte, cuáles son tus virtudes y en qué grado puedes soñar con realmente competir en un Mundial. No hay otro día. Es el del domingo el más importante de todos…
MOSCU, Rusia.- Jugar al futbol con los alemanes debe ser una de la tareas más complicadas que existen en la vida. Puedes tener el mejor de tus días, acercarte a ellos, soñar con el triunfo, y al final, terminas, como siempre, viéndoles salir del estadio con la gloria a sus pies.
Sigo pensando que es una nueva jornada largamente añorada por el futbol mexicano. Lo es, con toda la dimensión de la repercusión del resultado y de las formas que surjan alrededor del partido. Es el día, el “Día D”, el que puede volver a marcar a todo un futbol.
México nunca le ha ganado a Alemania en un choque de carácter mundialista, pero en el futbol como en la vida siempre hay una primera vez. Si se trata de calidad -que es para muchos la parte más trascendente del juego- los alemanes son mejores. Si se trata de mentalidad -que para algunos especialistas es un rubro que se coloca por encima de la calidad- los alemanes también están al frente y se trata de historia -que para efectos de competencia podría traducirse a experiencia- los alemanes siguen al frente. Por donde se le vea y se analice el duelo, México esta en inferioridad.
Creo que México debe salir a hacer su juego sin importarle mucho lo que tiene enfrente. Debe jugar un partido casi perfecto: concentrado, unido, sin errores y tratando de enseñar algunas de las virtudes que posee su juego. Solo así podrá, al final, equilibrar lo que línea por línea y hombre por hombre parece muy disparejo y distante.
Más allá de que si accede a la siguiente fase o de lo que vendrá en los duelos ante Suecia y Corea del Sur, prevalece la sensación de que el futbol mexicano vive y sueña con una jornada ante un cuatro veces campeón el mundo, en la capital de Rusia y en el estadio principal del Mundial. La jornada marcará futbolistas en lo individual, a una generación que podría estar viviendo sus últimos suspiros vestida de verde y a un entrenador que ha soportado estoicamente más de tres años de incesante critica. Todo ello y mucho más esta en juego este domingo en Moscú.
Jugar ante los alemanes al futbol es complejo. La realidad la conoces después de noventa minutos o más, cuando volteas y ves el mercador y sus gestos arios sonrientes y orgullosos. Es justo ahí cuando el sueño termina siendo una pesadilla.