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Terminó el sueño para los Bravos... por ahora

Con su jonronazo de tres carreras al jardín izquierdo en el séptimo inning, el dominicano Manny Machado envió de regreso a su casa a una buena parte de los más de 39 mil fanáticos que se dieron cita en el SunTrust Park para el cuarto juego de la serie divisional entre los Bravos de Atlanta y Los Angeles Dodgers.

Fueron pocos los que se quedaron para ver cómo los Dodgers festejaban el triunfo que les dio el boleto a la serie de campeonato de la Liga Nacional, que disputarán contra los Cerveceros de Milwaukee .

Con la derrota de este lunes, terminó el sueño de Atlanta, protagonista de una de las mejores historias del 2018.

Lejos, muy lejos, llegó este grupo conformado por algunos veteranos como Freddie Freeman y Nick Markakis y una banda de chicos impetuosos que no quisieron esperar.

Nadie apostaba por este equipo en proceso de reconstrucción cuando se dio la voz de play ball en la primavera.

Pero energizados por el jovencito venezolano Ronald Acuña Jr., los Bravos dominaron prácticamente de principio a fin el Este del viejo circuito, una división que la lógica señalaba como propiedad indiscutible de los Nacionales de Washington.

La ansiedad los mató esta vez en la serie ante los Dodgers, al no saber ser pacientes en el plato para aprovechar las pocas oportunidades que les regaló el pitcheo de Los Angeles.

En más de una ocasión, cuando algún bateador de ellos recibía un pasaporte, prueba de descontrol de los lanzadores rivales, el siguiente trataba de poner pelota en juego al primer pitcheo, siempre sin éxito.

Dos veces trabajaron la paciencia en el plato y les dio resultado: en el segundo inning del tercer juego, cuando fabricaron un racimo de cinco ante el derecho Walker Buehler, y en el cuarto episodio del cuarto choque, cuando anotaron sus dos únicas carreras frente al zurdo Rich Hill.

Ese desespero los llevó a perder una valiosa oportunidad en el cierre del sexto, cuando una imprecisión defensiva de Justin Turner y un error de Manny Machado permitieron llenar las bases en el quinto, con un solo out, cuando ganaban 2-1 y les hubiera facilitado despegarse en el marcador.

Y como dice el refrán, al que no hace, le hacen. Una entrada más tarde David Freese, de emergente, remolcó dos que le dieron vuelta a la pizarra, mientras que el tiro de gracia lo dio Machado en el séptimo con su bambinazo de tres carreras.

Pero, ánimo, el sueño no terminó. Simplemente se pospuso por ahora.

Con el futuro mostrado por esta versión de los Bravos, el sueño apenas comienza.