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Como arreglar a los Medias Rojas en tres simples pasos

Doce años de juego en Boston le han dado información a Dustin Pedroia para saber que aquí los equipos son juzgados casi diariamente como "una mier---", como dijo él mismo el otro día, o "el mejor de todos los tiempos". En raras ocasiones, dice, Pedroia, hay puntos de vista en medio de esas dos posiciones.

Pero los Medias Rojas de este año están refutando la teoría del intermedista.

Justo al pasar la marca del primer cuarto de temporada, los Medias Rojas juegan para 23-21, medio juego más cerca del primer lugar del Este LA que del sótano. Han anotado 13 carreras más que las permitidas. Ellos no han ganado más de dos juegos en fila desde una corrida de cuatro victorias del 15 al 18 de abril, pero tampoco han perdido más de tres consecutivos. Se ubican en el medio del paquete en la LA en anotadas y slugging pero están últimos en cuadrangulares. Cada cinco días, ellos envían al mejor lanzador en la liga al montículo. Pero entre las salidas de Chris Sale, no hay nada que se aproxime al nivel de interés que generó el retirado toletero dominicano, e ícono de la franquicia, David Ortiz por los últimos 14 años.

Los Medias Rojas han sido enloquecedoramente mediocres. Aunque no se les puede considerar todavía como una causa perdida, se supone que su nómina de $197 millones y su colección de jóvenes estrellas los convirtieran en los reyes del Este LA. En cambio, andan dando tumbos en una desesperada necesidad de algo, lo que sea, que los impulse a jugar como se supone.

Con esto en mente, hay tres maneras de convertir a los Medias Rojas en el equipo que se supone que sea - o por lo menos hacerlos más interesantes para un mercado que bosteza con equipos que apenas sobreviven con records de .500.

1. Cambio por un bateador de poder.

Dave Dombrowski no tiene que esperar hasta después del Día de la Recordación para admitir sus dos peores cálculos en la temporada baja: Subestimó cuánto los Medias Rojas iban a extrañar a Ortiz y apostó por una temporada de recuperación del antesalista de $95 millones Pablo Sandoval.

La temporada pasada, los Medias Rojas lideraron la LA en anotaciones por más de 100 carreras. Ellos trajeron de vuelta casi la misma alineación - liderada por Mookie Betts, Pedroia, Xander Bogaerts, Hanley Ramírez, Andrew Benintendi y Jackie Bradley Jr. - pero están empatados en sexto puesto en la LA en carreras luego de apalear a los Vigilantes Texas 11-6 el martes en la noche.

Perder a Ortiz fue como apagar el interruptor de poder. Los Medias Rojas lideraron la LA en dobles y se ubicaron segundos en hits y porcentaje de embasamiento. Pero estuvieron octavos en slugging y octavos en total de bases, lo que significa que ellos no están recibiendo suficientes extrabases para remolcar carreras. Y solo han conectado 38 jonrones en 43 juegos.

Dombrowski esperará hasta el regreso de Sandoval de la lista de lesionados para buscar grandes cambios. Pero el presidente de los Medias Rojas debe saber ya que Sandoval no es una fuente confiable de poder. Solo ha tenido dos temporadas de 20 temporadas en su carrera, y la más reciente (2011) fue hace mucho tiempo.

El Dave cambiador no titubeó la pasada temporada en atender las necesidades de pitcheo de boston. Adquirió al zurdo Drew Pomeranz de los Padres de San Diego dos semanas antes de la fecha límite de cambios directos. Como tal, no resulta sorpresa que los Medias Rojas han estado atentos al antesalista de los Medias Blancas de Chicago Todd Frazier.

Existe un nombre aún mejor: El antesalista de los Reales de Kansas City Mike Moustakas. Al igual que Frazier, él será elegible para la agencia libre luego de la temporada, por lo que no bloquearía el paso del cotizado prospecto de 20 aos Rafael Devers. Pero él se está ganando $8.7 millones (Frazier se gana $12 millones) y batea a la zurdas (Frazier es bateador derecho). Los 11 jonrones de Moustakas son cuatro más que los que tiene el resto de los bateadores de la alineación de los Medias Rojas.

Moustakas no haría que todos se olviden de Ortiz. Pero colocar ese bate en el medio de la alineación haría que más de esos sencillos de Bogaerts y dobles de Betts se conviertan en carreras.

2. Asegurarse que Price está bien.

Tres de cada cinco días, el manager John Farrell puede contar con una salida sólida de su lanzador abridor. Mientras Rick Porcello, Sale y el ascendente zurdo Eduardo Rodríguez sigan luciendo de confiables a dominantes, los Medias Rojas se puedan dar el lujo de no apresurar a David Price en su asignación de rehabilitación en las menores.

Es cierto que el venidero regreso de Price de un susto en el codo en los entrenamientos primaverales es primordial para la suerte de Boston, y los Medias Rojas no quieren que Price desperdicie balas en un montículo de Triple-A cuando ellos lo necesitan para que lance lo más posible en Grandes Ligas. Pero ellos también necesitan a Price para el resto de la temporada - no meramente por un puado de aperturas antes de sufrir un retroceso.

Price no fue eficiente (65 pitcheos en dos entradas) ni particularmente efectivo (tres carreras con cinco hits, incluyendo un cuadrangular) el viernes en su primera salida de rehabilitación para el Triple-A Pawtucket. Está pautado para salir de nuevo el miércoles en la noche con la posibilidad de unirse de nuevo a la rotación la semana que viene en Chicago.

Si Price puede lanzar incluso al nivel que alcanzó la temporada pasada, cuando admitió que estaba más inconsistente que lo usual, ayudaría mucho a estabilizar la parte trasera de una rotación que en la actualidad tiene a Pomeranz y el vacío que los abridores Brian Johnson, Kyle Kendrick y Hector Velazquez no han podido llenar.

Si Price necesita otra salida de afinamiento en Triple-A antes de estar listo, los Medias Rojas deben asegurarse de que la haga.

3. Darle a Farrell más relevo.

Cuando comenzó la temporada baja, Dombrowski puso como objetivo principal en su lista encontrar un preparador. Luego de dos meses en la temporada, los Medias Rojas siguen en esa búsqueda.

Se suponía que Tyler Thornburg fuese el hombre luego que él fuese adquirido desde los Cerveceros de Milwaukee por el antesalista de poder Travis Shaw. Pero una lesión en el hombro en los entrenamientos primaverales ha evitado que Thornburg llegue al montículo.

Más tarde en la temporada, Carson Smith podría terminar siendo la respuesta. Por ahora, sigue trabajando en su recuperación de su cirugía Tommy John.

El derecho lanzallamas Joe Kelly ha mostrado destellos pero sigue con interrogantes con su control. Heath Hembree ha lucido bien, excepto por algunas salidas en las que se infló su efectividad, mientras que Matt Barnes sigue siendo propenso a permitir cuadrangulares.

Con el cerrador Craig Kimbrel en su mejor momento (0.92 ERA, 12-en-13 en salvamentos, 36 ponches, dos boletos), en ocasiones Farrell debe resistir la tentación de utilizarlo por más de tres outs. Si Dombrowski puede conseguir otro relevista confiable antes de la fecha límite de cambios, será una cosa menos por la que Farrell debe preocuparse.