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Con un equipo discreto, Cuba sin muchas opciones en el Clásico

Hoy debería estar escribiendo sobre el equipo Cuba unificado. La sucesión de hechos apuntaba hacia esa dirección. Comienza el deshielo entre Cuba y Estados Unidos. Major League Baseball se acerca a la mayor de las Antillas. Peloteros considerados héroes por el pueblo y "desertores" por el gobierno pisan suelo patrio y protocolarmente estrechan la diestra a muchos de aquellos que en alguna ocasión le llamaron traidores.

También Tony Castro, hijo del fallecido ex gobernante Fidel Castro -sobrino del actual- y especie de mediador entre MLB y el gobierno cubano, dijo lo siguiente a ESPN, y cito: "Oh, sería increíble. Si usted camina por las calles y le pregunta a la gente, las personas le dirán con seguridad que es un sueño. Ellos quieren ver a estos peloteros jugar un partido con el equipo nacional cubano. Y usted sabe que el problema existe y (Cuba y la MLB) necesitan resolverlo. La pregunta es ¿por qué no? ¿Por qué no encontramos la solución? Lo único que necesitamos es la voluntad de hacerlo. Por seguro que podemos encontrar una solución, pero tenemos que trabajar juntos, todo el mundo".

Tantas señales no debían estar equivocadas, pero sí, estaban erradas. De equipo unificado...nada. A pesar de que muchos peloteros en las mayores expresaron su deseo de integrar la selección nacional, el gobierno de la Isla ordenó cerrar las puertas.

¿El clamor popular? Intrascendente.

Las palabras del federativo de apellido "ilustre"; una burla, retórica para congraciarse con la "gente de afuera" (Estados Unidos y MLB).

Higinio Vélez, presidente de la Federación Cubana de Béisbol, declaró ¡pública y "espontáneamente"! que se estudiaba para el Clásico de 2021 armar una selección unificada. Maquiavélica estratagema para pasarles el problema a otros, no convocar a peloteros incomodos ideológicamente y bajar los decibeles de las protestas de los aficionados que soñaban con tener un equipo donde el mejor talento de MLB y otras ligas profesionales confluyera con los mejores de la Serie Nacional.

Arando en el fango

Uno de los más grandes peloteros cubanos de la etapa post 1959 -prefiero no utilizar su nombre para evitarle dolores de cabeza en Cuba- me comentó en una entrevista en 2011 que cada día se hacía más difícil encontrar buenos prospectos por el mal trabajo en todas las categorías y la fuga masiva de jugadores a la pelota profesional, fundamentalmente persiguiendo el sueño de las Grandes Ligas. Recuerdo que dijo textualmente: "estamos arando en el fango".

"Oh, sería increíble. Si usted camina por las calles y le pregunta a la gente, las personas le dirán con seguridad que es un sueño. Ellos quieren ver a estos peloteros (de Grandes Ligas) jugar un partido con el equipo nacional cubano." Tony Castro, mediador en las negociaciones entre el gobierno cubano y MLB

Más de seis años después de aquella conversación, el número de los que se fueron o se "extraviaron" de selecciones cubanas en el extranjero creció a cifras estratosféricas. En medio de ese contexto aparece la selección que defenderá a Cuba y que está incluida en el Grupo B con asiento en Japón. Allí enfrentará el 7 de marzo a los anfitriones (5:00 a.m. ET) y a China (10:00 p.m. ET) y a Australia (10:00 p.m. ET) el jueves 9.

Quien vio a Granma en la Serie del Caribe de Culiacán tendrá una idea casi exacta de lo que presenta Cuba.

Los rostros más visibles del conjunto son los jardineros Alfredo Despaigne (32 años) y Frederich Cepeda (36), el receptor Frank C. Morejón (30) y los lanzadores Vladimir García (28), Miguel Lahera (31) y Jonder Martínez (38), todos con experiencia en este tipo de justas.

Los peloteros que deben cargar sobre sus hombros las mayores responsabilidades son Despaigne, quien ha estado en la selección nacional desde 2008 y acaba de firmar un contrato entre 13 y 16 millones de dólares con el equipo Fukuoka Halcones de Soft Bank de la liga profesional japonesa, y Cepeda, a quien no le fue nada bien en su experiencia con los Gigantes de Yomiuri, pero ha sido el mejor bateador en la historia de los Clásicos Mundiales.

En tres ediciones, Cepeda ha pegado 31 indiscutibles en 69 turnos, 15 de ellos extra bases (6 HR, 1 3B, 8 2B); además ha negociado 15 boletos, remolcado 23 carreras y su línea ofensiva es de .449 AVE/.538 OBP/.855 SLUG/1.403 OPS.

Como complemento tendrán varios peloteros jóvenes de proyección como el zurdo Guillermo Áviles (23 años), Yoelkis Céspedes (19) -medio hermano de una de las estrellas de los Mets de Nueva York, Yoenis Céspedes-, Víctor Víctor Mesa (20) y el lanzador zurdo Liván Moinelo (21), además del pimentoso jardinero zurdo Roel Santos (29).

Fortalezas

Llegan sin una pizca de presión. Encontraron un manager, Carlos Martí, que les ha inculcado que el béisbol es un juego y si pierden, pues no pasa nada.

Si en el pasado solo valía el oro, en el presente pasar la primera ronda podría calificarse como un buen resultado. Los peloteros lo saben, los fanáticos lo saben y los directivos lo saben.

Jugar a sabiendas de que todo será ganancia podría generar el mismo ambiente que tuvo esta selección en la Serie de Caribe donde lució desenfadada sobre el diamante y a punto estuvo de colarse en la final. De hecho, el criterio generalizado fue que era la mejor selección presentada por Cuba desde su reincorporación en 2014 a la llamada Pequeña Serie Mundial Latinoamericana.

Debilidades

La liga cubana está totalmente depreciada. Hay talento individual, pero no colectivo.

La colega cubana Mayli Estévez publicó en la revista Playoff: "Si Cuba no tuviera el "desangre" constante de peloteros o sumara los que juegan allende los mares, muchos de los 28 jugadores del listado serían un total descarte. (...) Y es que, en una lectura lineal y sin coloridos, este es el team más mediocre que ha llevado la Isla al evento. Un conjunto que dista mucho de aquel que ganó la plata -o perdió el oro, si así se prefiere- en el Petco Park".

La novena cubana no tiene lanzadores que intimiden. Carece de pegada ofensiva. Durante la Serie Nacional sus bateadores apenas ven oponentes que tiren por encima de las 90 millas y tengan un repertorio con varios lanzamientos decentes.

Es vox populi que sufren ante tiradores de la llamada mano equivocada, así que nadie descarte que los tres días de competencia en primera ronda vean en la loma a un pitcher zurdo. Si son incapaces de hacer los ajustes, como sucedió ante las Águilas de Mexicali en la Serie del Caribe, pues será el Clásico más corto para Cuba que fue subcampeón en 2006 y quedó eliminado en segunda ronda en las ediciones de 2009 y 2013.

"Si Cuba no tuviera el "desangre" constante de peloteros o sumara los que juegan allende los mares, muchos de los 28 jugadores del listado serían un total descarte. (...) Y es que, en una lectura lineal y sin coloridos, este es el team más mediocre que ha llevado la Isla al evento." Mayli Estévez, periodista cubana

¿El partido clave? Frente a Australia.

Entre ellos deben definir el segundo puesto de la llave, descontando que Japón sale como amplio favorito para ser líder de grupo. Ya Carlos Martí anunció que reservará para ese encuentro a su mejor carta: Lázaro Blanco (31).

Blanco se convirtió en líder del staff durante la Serie del Caribe 2017. En Cualiacán tuvo balance de una victoria y una derrota, permitió una carrera en 13,1 entradas para una efectividad de 0.68, con un WHIP de 1,13, ponchó a 11 y regaló seis boletos. Por esa actuación fue incluido en el Todos Estrellas del torneo.

No obstante, menospreciar a China podría ser un pecado. La dirección de los asiáticos cuenta en su nómina con el zurdo Bruce Chen, el mismo que le lanzó a Cuba en el I Clásico Mundial (2006) representando a Panamá y que jugó 17 temporadas en Grandes Ligas, y bien podría lanzarlo contra la otrora potencia a nivel de selecciones.

Mi pronóstico: Cuba no pasa de la primera ronda.

Mi deseo: Que Cuba gane el IV Clásico Mundial.