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Buenas noticias para la F1: ¡Hay tiro entre Mercedes y Ferrari!

Lo mejor que le pudo haber pasado a la Fórmula Uno, pasó el domingo en Melbourne: Ferrari mostró que puede pelear y gannarle a Mercedes.

Y esto no es un asunto de colores, aficiones o querencias, no. Es por la categoría que llevaba tres años de un diálogo de dos entre los pilotos del equipo Mercedes y que no permitía que nadie más alzara la voz, a menos de que se tratara de un descuido de las flechas plateadas.

La historia de la Fórmula Uno es también la historia del dominio alterno de equipos grandes, y uno que otro ‘chaparro’ como Brawn que aprovechó una coyuntura, que tienen etapas donde arrasan con el resto.

Lo mejor siempre ha sido que, al menos, dos equipos tengan el potencial para ganar carreras, eso alienta la competencia y mejora el espectáculo, pero no siempre pasa.

Las etapas de dominio total, entre más cortas mejor para el espectador, y los momentos de transición pueden llegar a ser muy disfrutables, como este en el que Ferrari parece estar, al menos con Sebastian Vettel en posibilidad de pelear en cada carrera.

El domingo Ferrari no tuvo la pole position, esa la ganó a toda ley el tricampeón Lewis Hamilton, pero Vettel estuvo en la primera línea de partida y desde ahí llenó todo el tiempo los espejos al británico con alma de hip-hopero.

La estrategia de Mercedes, que ya no tiene en sus filas a Paddy Lowe, pareció errónea, al llamar a pits a Hamilton en la vuelta 17, para dejar a Vettel en pista y en tres giros puso los tiempos suficientes para hacer un ‘colchón’ que le permitió volver por delante y de ahí mantenerse hasta que la de cuadros desmayó sobre la meta.

A todas luces una derrota estratégica de Mercedes que subestimó el paso del Ferrari o que siguió a rajatabla un plan establecido antes de la carrera cuando el ritmo de Vettel detrás de Lewis mostraba que había que mantenerse dentro lo más posible.

Decirlo ahora, con la hoja de resultados en la mano, es fácil, tendríamos que estar en los zapatos de los ingenieros de Mercedes, pero la reacción de Toto Wolff, captada en vivo por la televisión, de tirar un manotazo (bastante tibio, por cierto, hasta para enojarse le falta práctica el directivo) al ver que habían perdido la punta nos enseña un lado desconocido del equipo alemán: la frustración.

Para Vettel y ‘Gina’ (nombre que le puso a su monoplaza esta temporada) fue amor a primera vista, la primera victoria desde hace año y siete meses, la número 43 de su vida, pero seguramente vendrán más en 2017 y, por el bien de la competencia, también deben llegar triunfos para Hamilton, ojalá para Valtteri Bottas, Kimi Raikkonen, Max Verstappen y Daniel Ricciardo y, menos probable, pero para pilotos de las escuderías de ‘media tabla’, porque entre más autos tengan chance de pelear arriba será mejor para el aficionado.

Ahora, si somos realistas, sólo hay ahora tres autos que pueden aspirar a ganar algo: Mercedes, Ferrari y RedBull, como en 2016 o 2015, pero soñar no cuesta nada.

El cambio de reglamento en la Fórmula Uno nos dio autos más robustos, con llantas más anchas y alerones traseros más bajos. Autos más exigentes en el manejo para los pilotos, pero no vimos muchos rebases por posición, pero se pueden destacar los momentos en que Sergio Pérez puso a su ‘pantera rosa’ por delante de Carlos Sainz y su Toro Rosso (que es muy azul, por cierto) en un adelantamiento con el sello del mexicano: manos, cabeza y arrojo.

El otro fue el doble rebase que aplicaron a Fernando Alonso, Esteban Ocon y Nico Hulkenberg por la décima posición. Pobre Alonso, debe haberse sentido muy frustrado de no poder defenderse con un McLaren del ataque de un Renault y un Force India, y entre vergüenza y una falla dejó la pista en un inicio de temporada que augura que la maldición del equipo de Woking no tiene para cuándo terminar.

Pérez, en su séptima temporada en el Gran Circo, demuestra que la madurez no lo quitado la velocidad ni el empuje. Su séptimo puesto es una nota sobresaliente para el trabajo que me atrevo a pensar que ningún piloto en la parrilla podría haber hecho mejor en ese auto.

Si Force India tiene para caminar entre 10 y 11, Checo lo pone en Top 7, seguramente con un monoplaza mejor pelearía a cualquiera. Otra temporada como la anterior debería poner al tapatío en un equipo Top en 2018, pero aunque todavía falta mucho, este fue un buen comienzo.

La F1 está aquí y parece que, como dice el gran campeón mexicano JC Chávez, ¡¡Hay tiro!!