Christian Horner, director del equipo Red Bull, está optimista con el motor Honda y lo que este puede lograr.
“Estamos muy emocionados de trabajar con Honda en lo que es una verdadera asociación, contrario a lo que es una relación cliente-proveedor. Realmente estamos sintiendo los beneficios por ello”, señaló el inglés quien en los últimos tres años tuvo roces con la gente de Renault, hasta que la asociación se perdió y decidieron por Honda.
“No será un proceso rápido, no hay balas de plata, y creo que conforme las organizaciones aprendan más la una de la otra y sobre sus fortalezas y relativas debilidades, será algo que crecerá en un periodo de tiempo. Pero no tenemos una escala de tiempo al respecto”, dijo en Barcelona, sede de los test de pretemporada de la Fórmula 1.
Horner, quien tomó las riendas deportivas de Red Bull Racing F1, está sorprendido con la eficiencia de los japoneses para trabajar y poner las Unidades de Potencia a punto y completas, sin demora.
“Es la primera vez en 12 años que en nuestra fabrica hay cuatro motores completos. No había pasado antes”, lanzó otro dardo a los franceses.
Sin embargo, Honda desde su regreso a la máxima categoría –en 2015- no ha destacado por su potencia y fiabilidad, aunque las mejores han sido claras y Toro Rosso el año pasado terminó contento con el motorista nipón.
Horner de momento está encantado por como luce el propulsor en el nuevo RB15.
“La potencia es un factor dominante, pero debo decir que la instalación de este motor al chasis ha sido la mejor que hemos tenido”.
“Cuando observas lo pulcramente que entra en el chasis, es en realidad una belleza. Todo el equipo de ingeniera y Honda han hecho un excelente trabajo en términos de instalación en lo que parece un pedazo de relojería suiza en nuestro chasis”.