Dominio absoluto para dos en uno

La temporada de 2002 ha estado marcada por el absoluto dominio del finlandés Marcus Gronholm y la francesa Peugeot

MADRID -- La temporada de 2002 del Campeonato del Mundo de Rallys ha estado marcada por el absoluto dominio del finlandés Marcus Gronholm y la francesa Peugeot, que arrasaron en los títulos de pilotos y marcas, mientras que el español Dani Solá, ganador del Mundial Júnior, siguió los pasos del español Carlos Sainz, que cumplió una década sin sumar su tercer título.

Marcus Gronholm, al volante de un Peugeot 206 WRC, sumó su segundo título mundial de pilotos (también ganó en 2000) después de ganar cinco de las catorce carreras disputadas y quedarse a una sola del récord absoluto de triunfos en un mismo año, que posee, con seis, el francés Didier Auriol desde 1992.

El espigado piloto escandinavo se impuso en los rallys de Suecia, Chipre, Finlandia, Nueva Zelanda y Australia, fue segundo en Córcega (Francia) y San Reno (Italia), tercero en Alemania, cuarto en el España-Cataluña y quinto en Montecarlo. Tan sólo dejó de sumar en Argentina y Gran Bretaña.

Gronholm, que se proclamó campeón en Nueva Zelanda a falta de dos carreras para el final, acabó la temporada con 77 puntos, nada menos que 40 más que el segundo clasificado, el noruego Petter Solberg (Subaru), que por un solo punto relegó a Carlos Sainz al tercer puesto del cajón final.

El inglés Richard Burns, al volante de un 206 WRC idéntico al del finlandés, fue incapaz de defender el título obtenido en 2001 con un Subaru Impreza y acabó quinto con 34 puntos, sin sumar victoria alguna.

Desde el 25 de noviembre de 1992, cuando llegó victorioso al podio de Chester (Gran Bretaña) al volante de un Toyota Celica Turbo 4WD para lograr, dos años después del primero, un nuevo campeonato del mundo, Carlos Sainz ha perseguido durante diez años, y sin éxito, una tercera corona que, por una razón u otra, siempre se le ha negado.

Carlos Sainz, que este año ganó el Rally de Argentina (su vigésima cuarta victoria mundialista), completó su décima temporada sin títulos, pero ahora, a los 40 años (cumplirá 41 el 12 de abril), seguirá en su empeño, esta vez ligado a la francesa Citroen, la quinta marca que representará en el Campeonato del Mundo de rallys.

Peugeot no tuvo rival en el campeonato, ya fuera sobre nieve, hielo, tierra o asfalto, y se apuntó su quinto título mundial de marcas y el tercero consecutivo.

La marca francesa, representada por el casi invencible 206 WRC, ganó ocho de las catorce pruebas: las cinco victorias de Gronholm y la tres del francés Gilles Panizzi, el "rey del asfalto", que se impuso en Córcega, Cataluña y San Remo.

Esas ocho victorias de Peugeot llegaron además después de copar los dos primeros peldaños del podio, e incluso en una de ellas, la de Córcega (Francia), tres 206 estuvieron en las tres primeras plazas.

El resto de las victorias se las repartieron el finlandés Tommi Makinen (Subaru), que ganó la prueba inaugural del Montecarlo; el escocés Colin McRae, que se despidió de Ford con triunfos en Grecia y Kenia; y el francés Sebastien Loeb, que llevó al Citroen Xsara WRC al triunfo en Alemania, prueba que por primera vez formó parte del calendario.

El protagonista español del Mundial de 2002 fue el catalán Dani Solá, que al volante de un Citroen Saxo se proclamó campeón del Mundial Júnior al imponerse con autoridad en la sexta y última prueba puntuable, el Rally de Gran Bretaña.

Solá, que llegó a Gran Bretaña con un punto menos que el italiano Andrea Dallavilla (Citroen), acabó primero el Mundial Júnior con 37 puntos para convertirse en el principal sucesor del madrileño Carlos Sainz.

El piloto de Vic (Barcelona) dará un paso adelante en 2003, en el que se ha inscrito en el Mundial del Grupo N y, además, disputará con Citroen algunas carreras al volante de un coche de la máxima categoría (WRC).

-EFE

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