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Durante una visita a los Steelers para disputar el Campeonato de la AFC, los Patriots tenían ventaja 7-3 en los tramos finales del segundo cuarto, cuando el profundo Lee Flowers rodó sobre la pierna izquierda de Brady, después que éste hiciera un lanzamiento. El tobillo de Brady quedó lesionado producto de la jugada, obligándole a retirarse del partido. Drew Bledsoe, quien había iniciado la temporada como titular, pero terminó siendo reemplazado por Brady tras haber sufrido una seria lesión en septiembre, jugó el resto del compromiso, que terminó en victoria 24-17 para New England.

“Estábamos mejor con un Drew Bledsoe saludable, sin saber dónde se encontraba Tom con su lesión”.

Con apenas una semana entre el Campeonato de la AFC y el Super Bowl XXXVI, Brady fue designado como mariscal de campo titular en la jornada del miércoles previa al juego. Brady ayudó a los Patriots, ampliamente considerados como menos favoritos, a imponerse 20-17 a los Rams, en una de las más grandes sorpresas en la historia de la NFL, siendo el inicio de su histórica trayectoria.

Mientras intentaba un pase en los últimos tramos de la primera mitad de un partido como visitante contra Tennessee, Brady fue impactado por Jevon Kearse, sufriendo una separación de primer grado de su hombro de lanzar. Posteriormente, Brady agravó su lesión en el encuentro de final de temporada contra Miami. En vez de someterse a una intervención quirúrgica luego de disputar el último partido de la campaña, Brady intentó recobrar su buena salud mediante un proceso de rehabilitación, y jugó la totalidad de la temporada 2003 mientras ingería analgésicos y medicamentos antiinflamatorios.

Los Patriots ganaron dos títulos más del Super Bowl, incluso con un Brady que lidiaba con molestias en su hombro. El mariscal de campo inició su carrera en playoffs con marca 9-0. Finalmente, Brady se sometió a una cirugía para reparar su hombro en febrero de 2004, siendo su única lesión notable antes de la dolencia en sus rodillas que le privó de jugar la temporada 2008.

Es cierto que Brady formaba parte del informe de lesionados, aunque parecía ser un mero procedimiento formal, porque en raras ocasiones surgían dudas de que saliera a jugar.

Conocen la jugada, ¿cierto? El profundo de los Chiefs Bernard Pollard se aferró a la rodilla de Brady en la jugada ofensiva número 15 de la temporada 2008, poniendo punto final a la temporada del mariscal de campo antes de que ésta pudiera cobrar ritmo. La lesión dio la oportunidad a Matt Cassell para asumir la posición de quarterback, lo que redundó en el traspaso de Cassell a los Kansas City Chiefs durante la temporada baja (junto con Mike Vrabel). Una infección complicó la recuperación temprana de Brady. Sin embargo, fue reconocido como Jugador Regreso del Año de la NFL en 2009.

“La realidad en este deporte, uno realmente nunca sabe ... Cualquier día podría ser el último día de tu carrera en el fútbol americano ... Ojalá me siga encontrando, relativamente, en la fase inicial de mi carrera. Creo que tendrán que hablar conmigo dentro de unos años”.

El golpe motivó la implementación en la NFL de la llamada “Regla Tom Brady,” que prohibió los golpes bajos sobre los mariscales de campo.

Brady no participó en cuatro encuentros desde 2016, cuando la liga lo suspendió tras la investigación del escándalo conocido como “Deflategate”.

Una persistente fractura por sobrecarga en un hueso en la parte superior del pie derecho de Brady, con la que jugó durante la segunda mitad de la temporada regular, fue atendida mediante un procedimiento quirúrgico en el Hospital General de Massachusetts en enero de 2011. Inicialmente, Brady apareció en el informe de lesionados previo al compromiso de los Patriots contra Steelers de la Semana 10.

Éstos fueron los partidos en los cuales Brady apareció en el informe de lesionados gracias a una molestia en un pie. Sin embargo, su única intercepción se produjo en la derrota de New England ante los Jets en la ronda divisional de la AFC. Brady se sometió a la cirugía poco menos de una semana después de la eliminación de los Patriots.

Durante la práctica del miércoles, antes del partido por el Campeonato de la AFC contra los Jaguars, Brady enviaba el ovoide a Rex Burkhead y la pelota golpeó su pulgar, extendiéndolo con fuerza. Inmediatamente, surgió la preocupación de que la lesión obligara a Brady a quedar fuera de acción cuatro días después, ya que los asistentes describieron una escena en la que Brady gritó mientras brotaba sangre. A pesar de ello, Brady jugó durante la victoria, antes que los Patriots cayeran a manos de los Eagles en el Super Bowl LII.

“Pensé: 'De todas las jugadas posibles, mi temporada no puede terminar con un lanzamiento durante una práctica. No llegué tan lejos para acabarlo todo con un lanzamiento'”.

Un pasaje en el libro “The Dynasty” recién lanzado al mercado, dedica todo un capítulo a la lesión, con el médico que trabajó con la mano de Brady expresando su incredulidad con respeto a las posibilidades de que Brady pudiera jugar ese partido. Brady temía que su carrera había llegado a su fin, de acuerdo con el libro.

Brady, de 43 años, probablemente atribuiría su durabilidad al método TB12 (y un poco de suerte). Independientemente de las causas, existe una razón por la cual Brady se encamina a consolidarse como el Más Grande de Todos los Tiempos y actualmente mantiene su brillo con los Buccaneers en el año 21 de su carrera.

En el que sería su último partido con los San Diego Chargers, Brees sufrió una devastadora lesión que alteraría el curso de la historia de la NFL. Brees se dislocó el hombro de lanzar y sufrió una rotura de 360 grados en el labrum, junto con una rotura parcial del manguito rotador, cuando un defensor de los Broncos cayó sobre él mientras se deslizaba para atrapar un balón perdido, en un partido que terminó en derrota en la Semana 17. Brees temía que su carrera había quedado en peligro ... y predijo correctamente que los Chargers le dejarían ir como agente libre, debido a lo severo de sus lesiones. Tres meses después, Brees firmó un contrato por seis años y $60 millones con los New Orleans Saints.

“De muchas formas, eso fue lo mejor que pudo haberme sucedido. Sentí que mi hombro estaba más fuerte que nunca, después de ese proceso de rehabilitación”.

Cabe destacar que Brees nunca dejó de jugar un solo partido, a pesar de la gravedad de la lesión. Se recuperó justo a tiempo para asumir la titularidad en todos los juegos de su nuevo equipo en 2006 y condujo a New Orleans a disputar el partido por el Campeonato de la NFC. Desde entonces, ha impuesto prácticamente todos los récords aéreos de por vida en la historia de la NFL.

Posteriormente, Brees dijo que el Dr. James Andrews, reconocido cirujano especializado en lesiones de hombros “salvó mi carrera,” insertando 11 anclas en el labrum y dos en el manguito rotador.

Brees se mantuvo ausente de los campamentos de entrenamiento en 2014, aunque asumió la titularidad de todos sus partidos disputados en 2014, empatando el liderato de la NFL con 4,952 yardas de pase. Sin embargo, esa no fue su temporada más eficiente (33 anotaciones, 17 intercepciones) y los Saints quedaron eliminados de los playoffs, sumando marca 7-9. Posteriormente, Brees reveló que sintió haber estropeado su mecánica al intentar jugar lesionado ... lo que le llevó a sufrir una persistente molestia de hombros a finales de esa temporada.

Brees pasó dos meses de la temporada baja trabajando con Tom House, quien ha sido por largo tiempo su entrenador de lanzamientos, enfocándose en reconstruir su mecánica.

Por primera vez desde la rotura de ligamento cruzado anterior sufrida en su tercer año de secundaria, Brees se ausentó de un encuentro como titular debido a una lesión. Intentó jugar con la molestia de hombros, cuando ésta se produjo durante una captura en el segundo cuarto de un partido contra Tampa Bay en la Semana 2; sin embargo, Brees no pudo recuperarse para jugar en la Semana 3. Por el contrario, debió resignarse a mirar la acción desde el banco, usando audífonos e imitando cada saque, como si estuviera jugando el encuentro, mientras el suplente Luke McCown estuvo a punto de dar la sorpresa como visitante ante Carolina.

Brees volvió a la semana siguiente y llevó a los Saints a conseguir un triunfo en tiempo extra contra Dallas. En su segunda semana tras su regreso al haberse recuperado de su lesión, le pidió al equipo que retirara su nombre del informe semanal de lesionados. "No me gusta estar ahí", afirmó. Terminó la temporada en el segundo lugar de la NFL en la categoría de yardas de pase, con 4,870.

Brees sufrió una rotura de su fascia plantar durante el segundo cuarto de una derrota contra los Lions en el partido de Monday Night Football de la Semana 15, e inmediatamente surgió la preocupación de que su temporada podía haber llegado a su fin, tomando en cuenta que los Saints tenían récord 5-9. Por el contrario, jugó los dos partidos siguientes y lanzó para un total de 412 yardas, tres anotaciones y cero intercepciones en una victoria sobre los Jaguars seis días después.

“Sólo existe una razón: quiero jugar para mis chicos. Eso es lo más importante”.

Ésta fue la única ocasión en la cual Brees se ausentó por más de un partido durante su carrera. El mariscal de campo sufrió una rotura en el ligamento colateral ulnar de su pulgar derecho cuando fue impactado por Aaron Donald de los Rams mientras hacía un pase en el compromiso de la Semana 2. Posteriormente, pasó por el quirófano y no pudo participar en los cinco juegos siguientes. Su suplente Terry Bridgewater tuvo marca 5-0 en su lugar, y los Saints terminaron la campaña con marca 13-3, con Brees sumando el mejor rating de pases de su carrera (116.3).

Brees, quien cuenta con una reparación de ligamento de pulgar que incluye una abrazadera interna como soporte, debió iniciar su recuperación lanzando ovoides más pequeños hasta tanto recuperara la fuerza de su agarre. Afirmó haber "saqueado" la existencia de balones Nerf y de ovoides de tochito de sus hijos, con el fin de aumentar peso y tamaño de forma gradual.

¿Cuán diferente habría sido la carrera de Brees si éste no hubiera sufrido esa lesión de hombros en la Semana 17 de la temporada 2015? ¿Dónde se encontraría Philip Rivers hoy en día, si Brees hubiera permanecido en San Diego? Esa es una de las conjeturas más grandes de la historia de la NFL. A sus 41 años, Brees juega con New Orleans mediante contratos renovados anualmente, y ya se aproxima el final de su carrera.

En un encuentro contra los Colts, en la ronda divisional de los playoffs de 2017, Rivers se apresuró a lanzar lo que parecía ser un pase inofensivo en el tercer cuarto; sin embargo, cayó de forma engorrosa. Su suplente Billy Volek y los Chargers se mantuvieron en pie para alcanzar la victoria. No obstante, una resonancia magnética practicada esa misma noche, reveló el daño sufrido por el ligamento. A pesar de ello, Rivers se mantuvo decidido a jugar el Partido por el Campeonato de la AFC. “Volveré,” fue su respuesta a varios aficionados que se mofaban de él después del partido.

Rivers logró la mejor actuación de su carrera en un partido de playoffs antes de la lesión, lanzando tres pases para touchdown en 19 intentos, con QBR total de 89.8.

“Honestamente, no fue un dolor insoportable. Surgió en varias oportunidades durante el partido, pero realmente me sentí agradecido. Durante el transcurso del partido, no sentí que me afectara tanto como había anticipado”.

Los Chargers tenían récord 8-4 previo a un crucial partido de domingo por la noche contra los Patriots, cuando Rivers se lesionó su espalda. Fuentes vinculadas al equipo informaron en su momento a ESPN que Rivers había jugado los cuatro partidos anteriores con un disco abultado en su espalda inferior, con el temor de los médicos de que se encontraba a punto de pasar a ser un disco herniado. Rivers jugó de forma sumamente discreta contra New England (su QBR total de 9.2 fue el cuarto registro más bajo de toda su carrera) y pocos días después, debió ausentarse por primera vez de una práctica desde 2007.

Rivers lanzó seis pases para anotación y ocho intercepciones en dichos encuentros. San Diego terminó la campaña 9-7, eliminado de los playoffs.

La lesión de Rivers en su espalda no requirió de una intervención quirúrgica. El jugador comentó a la estación radial 101 KGB FM de San Diego en febrero de 2015 que había “regresado a mis entrenamientos regulares y a correr por allí”.

Rivers fue incluido por primera vez en toda la temporada en el informe de lesionados, tras haber sido impactado por Chris Smith, ala defensiva de los Jacksonville Jaguars, en el choque de la Semana 12. Rivers comenzó la semana como participante con limitaciones en las prácticas y posteriormente esa semana, comenzó a sentir síntomas similares a la gripa. La situación motivó a los Chargers a contratar a Brad Sorenson, quien jugaba dentro de su equipo de prácticas, como póliza de seguros. Para sorpresa de nadie, Rivers mantuvo firme su racha como “hombre de hierro”.

Rivers tuvo discreto récord de 24-43 en pases, sumando 263 yardas y una intercepción, en la derrota ante los Chiefs. Los Chargers concluyeron su temporada con récord 4-12.

La cadena de Rivers con 185 apariciones consecutivas como Mariscal de Campo titular parecía encontrarse en peligro, luego que éste informara al equipo que sufría síntomas de contusión el día posterior al partido de los Chargers contra Jacksonville en la Semana 10. Participó de la práctica con limitaciones a mediados de esa semana y no quedó libre del protocolo hasta la jornada del viernes, dos días antes del encuentro de su equipo contra Buffalo.

“Tiendo a ser un poco descuidado con todo lo que tengo, del cuello para abajo, pero eso no es algo con lo que quiero jugar”.

Rivers lideró a los Chargers a una cómoda victoria 54-24 sobre los Bills; no obstante, su equipo no pudo sobrevivir al inicio de temporada con marca 0-4 y volvió a quedar eliminado de los playoffs, con registro total 9-7.

Rivers se lesionó el pulgar de su mano de lanzar en la primera mitad del encuentro contra los Raiders en la Semana 16, su último encuentro como local con el uniforme de los Chargers. Se dirigió al vestuario, antes de la última posesión de los Chargers en la primera mitad y jugó la segunda con su pulgar forrado en adhesivo. Participó con limitaciones de la práctica de Navidad a la semana siguiente, antes de recibir luz verde como participante por completo al día siguiente.

Sumó 31-46 en pases para 281 yardas, con dos anotaciones y dos intercepciones en la derrota sufrida en la semana 17 ante Kansas City, en el que fue su último partido con el equipo.

Sumó 16 pases para anotación y 17 intercepciones, siendo capturado en 32 ocasiones en dichos partidos.

¿Por cuánto tiempo durará la legendaria racha de “hombre de hierro” de Rivers? Pues bien, tendrá que jugar cinco temporadas más, si desea alcanzar los 297 partidos de Brett Favre y actualmente, Rivers juega con los Colts mediante un contrato por un año. Sin embargo, nunca digas nunca.

Luego de haber transcurrido apenas cuatro partidos tras haber asumido el puesto de Brett Favre, quien sumó 297 partidos de temporada regular en condición de titular, Rodgers parecía encontrarse bajo riesgo de perder su modesta seguidilla. El mariscal de campo se lesionó su hombro de lanzar en su partido contra los Buccaneers y declaró que "no podía lanzar el balón a 10 yardas de distancia" en la práctica del viernes antes del partido de la Semana 5 contra los Falcons. Pero durante el encuentro del domingo, esa idea parecía totalmente alejada de la realidad ...

Durante la mañana del día de partido, Rodgers entrenó y convenció al equipo de que podía jugar, a pesar de que apenas podía lanzar a 20 yardas de distancia. Varios años después, el entrenador Mike McCarthy afirmó haber olvidado la promesa hecha a Rodgers de que no le pediría tiros largos. A pesar de su palabra, hizo la solicitud en la primera mitad y Rodgers lanzó con efectividad, terminando con 313 yardas y tres anotaciones. Rodgers no se perdió un solo partido de esa temporada.

“Sólo hay que aprender a tomarla y enviarla en ese punto. Todo depende de la gestión del dolor. Simplemente, uno aprende cómo lidiar con ciertas lesiones”.

Rodgers sufrió su segunda contusión de la temporada 2010 cuando fue impactado en jugadas consecutivas contra los Lions en la Semana 14. Estuvo ausente del partido de la semana siguiente en visita a New England, encuentro que Matt Flynn estuvo a punto de ganar, y los Packers se ubicaron con récord 8-6 y conscientes de que debían asegurar el triunfo (y algo de ayuda) si querían clasificar a los playoffs.

Rodgers volvió para la Semana 16 y lanzó cuatro pases para anotación, imponiéndose a los Giants e iniciando el ciclo triunfal que los llevaría al Super Bowl XLV. Los Packers debían ganar tres encuentros de playoffs como visitante antes de imponerse a los Steelers, para alzar el primer y único título de la carrera de Rodgers. Quizás sea igual de importante el hecho que Rodgers pasaría ocho años hasta sufrir su tercera contusión diagnosticada en la NFL.

Cuando el ala defensiva de los Bears Shea McClellin capturó a Rodgers y el mariscal de campo se lesionó el hombro con el que no lanzaba durante su compromiso de la Semana 9, fue el inicio de prácticamente dos meses de debates semanales con respecto a la probable fecha de regreso de Rodgers. Mientras tanto, los Packers colocaron en el campo a tres titulares suplentes: Seneca Wallace, Scott Tolzien y Matt Flynn. En dicho periodo, Green Bay tuvo récord 2-4-1 en dicho periodo; pero el equipo permanecía metido en la pelea en la NFC Norte cuando Rodgers pudo volver y jugar en la Semana 17.

“Cuando volví a pisar ese campo ... me emociono un poco sólo al pensar en ello, pero ese fue uno de los cinco mejores momentos de mi carrera”.

Rodgers volvió para el encuentro final de la temporada regular en Chicago, lanzando para 318 yardas, con dos anotaciones y par de intercepciones. Fue líder de los Packers en la victoria que les aseguró el título de división, con un pase para anotación de 48 yardas en el último minuto, recibido por Randall Cobb en una cuarta oportunidad. Sin embargo, Green Bay cayó en la ronda del comodín ante San Francisco.

Si podemos sacar alguna conclusión de la lesión de pantorrillas sufrida por Rodgers en su encuentro contra Tampa Bay en la Semana 16, es que le demostró a él (y a todos los demás) que era igual de peligroso como pasador en el bolsillo. Su molestia se mantuvo presente durante el resto de la temporada e incluso le obligó a perderse un par de series, cuando la lesión se hizo ineludible en el encuentro de la semana siguiente contra los Lions.

“Mi idea inicial era que me había lesionado el talón de Aquiles. Fue una sensación sumamente dolorosa”.

Rodgers hizo una de sus demostraciones más magistrales en partidos de postemporada durante una victoria en ronda divisional sobre los Cowboys (316 yardas de pase y tres anotaciones), en un partido mejor recordado por la “no atrapada” de Dez Bryant, en el cual los Packers sellaron su regreso al partido por el título de la NFC.

Fue uno de los peores encuentros de Rodgers entre sus 18 ocasiones como titular en playoffs. Green Bay perdió en tiempo extra y los Seahawks avanzaron al Super Bowl XLIX.

Los Packers tenían récord 4-1 previo a un choque con los Vikings en el marco de la Semana 6, cuando el apoyador Anthony Barr envió a Rodgers al suelo, quedando encima de su hombro de lanzar. La lesión requirió de 13 tornillos para fijar los huesos, y Rodgers afirmó que Barr le había mostrado su dedo tras la colisión.

Caso distinto a la lesión de clavícula sufrida por Rodgers en 2013, los Packers lo colocaron en la reserva de lesionados en 2017, lo que implicó pasar ocho semanas ausente.

Los Packers permanecieron (por poco) dentro de la lucha por los playoffs, con Brett Hundley como mariscal de campo, sumando marca 3-4. Rodgers fue activado de la reserva de lesionados para el encuentro de Semana 15 contra Carolina, pero los Packers perdieron y quedaron eliminados, por lo que Rodgers volvió a la reserva de lesionados. Así concluyó la racha de los Packers, con un total de ocho temporadas consecutivas clasificando a los playoffs.

Durante la siguiente temporada baja, la NFL enfatizó que los árbitros deben sentenciar que un jugador se encuentra obligado a evitar caer sobre el mariscal de campo, con todo o parte de su peso corporal, inmediatamente después de que éste ha lanzado el ovoide. Si bien nunca se dio una razón específica tras la aclaratoria, muchos consideran que fue producto de la colisión de Barr que fracturó la clavícula de Rodgers.

Con 36 años, Rodgers sigue buscando ese segundo título de Super Bowl; sin embargo, su legado se encuentra firmemente consolidado como uno de los mariscales de campo más talentosos de la historia de la NFL. Y lo ha logrado todo después de un inicio de carrera tardío (y controversial), esperando tres temporadas completas para tomar el relevo de Brett Favre.

La marcha de Roethlisberger a su primer título del Super Bowl estuvo a punto de verse truncada, debido a dos lesiones distintas de rodillas. El mariscal de campo no pudo participar como titular en su compromiso de la Semana 5 tras una hiperextensión de su rodilla izquierda; sin embargo, la lesión más seria fue la sufrida en su rodilla derecha, ocurrida en la victoria sobre los Titans en la Semana 1. Roethlisberger jugó lesionado hasta principios de noviembre, cuando debió someterse a una cirugía artroscópica en su rodilla para retirar un pedazo de cartílago roto.

Sin embargo, los Steelers sufrieron una fuerte derrota en la primera aparición de "Big Ben" como titular luego de haberse recuperado de su cirugía de rodillas; específicamente en su visita a Indianápolis, equipo que comenzó la temporada con marca 13-0.

Los Steelers terminaron la temporada con récord 11-5 y volvieron a enfrentarse a los Colts en otra visita durante la ronda divisional, aunque en esta ocasión se llevaron la victoria (ayudados por una derribada crucial de Roethlisberger) enrumbándose así al título del Super Bowl XL. Roethlisberger se sometió a otra cirugía en su rodilla derecha en 2013.

Lo que inicialmente se había reportado como un esguince en el pie, terminó siendo una fractura del hueso pedal, producida en el encuentro de la Semana 12 contra los Buffalo Bills. Sin embargo, Roethlisberger no dejó de jugar un solo partido: utilizó unos guayos reforzados con metal, para ayudarle a soportar su lesión durante los ocho partidos finales de la temporada, incluyendo la derrota sufrida en el Super Bowl XLV ante los Packers. Utilizó una bota protectora para salir del campo.

“Hubo ocasiones durante las prácticas y partidos en las cuales no me sentía capaz de caminar”.

El pie de Roethlisberger siguió molestándole. La figura de los Steelers declaró durante el verano de 2011 que seguía siendo opción el someterse a una intervención quirúrgica para reparar y aminorar el dolor. Sin embargo, pudo disfrutar de tiempo extra para sanarse durante el paro patronal de 2011. Asimismo, Roethlisberger tuvo que lidiar con una fractura de nariz en 2010, cortesía del ala defensiva de los Ravens Haloti Ngata.

La victoria en tiempo extra contra los Kansas City Chiefs en partido disputado en la Semana 10 fue costosa para Roethlisberger, quien sufrió un esguince en su articulación esternoclavicular, una lesión sumamente rara, cuando fue objeto de una captura por Tamba Hali y Justin Houston. Adicionalmente, la jugada le produjo una desarticulación de costillas. Roethlisberger, quien suele jugar lesionado, acusó dolor significativo luego de esta situación y debió ausentarse por espacio de tres partidos. "Big Ben" utilizó un chaleco protector de compresión hecho a la medida cuando volvió a la acción en la Semana 14 de la temporada.

“Puedo mover [el brazo], ese no es el problema. A veces, cuando lo muevo, la costilla puede volver a salirse de su lugar, lo que es sumamente doloroso. Simplemente, intento mantenerla lo más quieta posible, durante la mayor parte del tiempo”.

Roethlisberger se encontraba disfrutando del mejor año de su carrera hasta que sufrió la lesión. No obstante, confrontó dificultades para poner punto final a la campaña, con los Steelers sumando marca 1-3, para terminar con registro 8-8 y eliminados de los playoffs.

Una de las lesiones más dolorosas de la carrera de Roethlisberger se produjo en la Semana 3, cuando el apoyador de los Rams Mark Barron se tropezó para caerse mientras se aferraba a la pierna del mariscal de campo. Roethlisberger sufrió una torcedura del ligamento colateral medial; sin embargo, el dolor fue producto de una profunda magulladura ósea sufrida durante la jugada. Roethlisberger debió ausentarse por espacio de cuatro juegos, sin volver al campo hasta el 01 de noviembre. Fue la primera vez desde 2005 que “Big Ben” dejaba de participar en cuatro encuentros en una misma temporada.

“Ustedes me conocen bien, puedo soportar mucho dolor ... esto es sumamente doloroso”.

Roethlisberger volvió para jugar con los Steelers durante su gesta con rumbo a los playoffs en la segunda mitad de la temporada, que concluyó con una derrota en ronda divisional ante los Broncos, que eventualmente serían coronados como campeones del Super Bowl. "Big Ben" volvió a lesionarse su rodilla izquierda al año siguiente, afirmando haber "sentido algo extraño". Se sometió a una cirugía artroscópica, perdiéndose sólo una aparición como titular.

Durante varios años, Roethlisberger sintió un molesto dolor en su codo de lanzar (los Steelers fueron sancionados con una multa por no haber revelado la dolencia del mariscal de campo). Sin embargo, en el partido de la Semana 2 contra los Seahawks, el dolor se sentía distinto. "Big Ben" intentó hacer un pase profundo a JuJu Smith-Schuster a finales del segundo cuarto y terminó rompiendo tres de los cinco tendones flexores de su codo derecho. Roethlisberger debió ingresar al quirófano un par de semanas después, poniendo punto final a su temporada. No volvió a lanzar un ovoide hasta el mes de febrero.

Roethlisberger se lesionó en los tramos finales del segundo cuarto. Se agarró el codo, luego de haber intentado un pase en la marcha final de su equipo en esa mitad del partido.

“Por lo que me han dicho, esto nunca le había ocurrido a un mariscal de campo de esta magnitud. Creo que al menos otro mariscal de campo sufrió una lesión con un tendón roto, quizás dos; pero, según entiendo, nunca se habían desgarrado tres”.

Luego de haber trabajado durante toda la temporada baja para rehabilitar su codo, Roethlisberger se reincorporó a tiempo al campamento de entrenamiento y ha sido titular en todos los partidos jugados por los Steelers en 2020. Durante los partidos jugados en clima frío, "Big Ben" utiliza un protector de codos, hecho con una parte de una gruesa chamarra del equipo, con el fin de proteger y mantener cálido su codo reparado quirúrgicamente. Sin embargo, Roethlisberger promedia apenas 7.1 yardas por intento, el menor registro de su carrera desde 2008.

“Big Ben” es uno de los mariscales de campo más rudos que jamás haya jugado al fútbol americano, y la figura de 38 años se encuentra brillando con unos Steelers que se mantienen invictos esta temporada, a pesar de que ha lanzado una menor cantidad de esas clásicas bombas que hemos visto en años anteriores.