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La Novena: La nueva perspectiva de Ohtani, los corredores fantasmas y la resurreción de Trea Turner

El desgarro de ligamentos del codo y la probable cirugía Tommy John le brindarán a Shohei Ohtani, una vez golpeé la agencia libre, una nueva perspectiva de los equipos de MLB.


1. HAY SITUACIONES en la vida que revelan el valor de las personas, y también de las instituciones. Ahí es cuando verdaderamente conoces lo que dan. En época de vacas gordas todo es fiesta y pachanga. Las cosas se tuercen cuando llega la sequía. Hasta la semana pasada se especulaba sobre el valor del contrato que recibiría Shohei Ohtani en la agencia libre. Un escritor de negocios aseguró, después de un análisis de tendencias de los contratos en los últimos años, que su valor rondaba los $70 millones anuales y que nadie se sorprendiera si sobrepasaba los $700 millones por diez años. Pero todo eso acabó, una rotura de ligamento en el brazo de lanzar acabó el debate o, al menos, rebajó el valor del jugador, podría decirse que a la mitad. Ya los equipos no estarán pagando por un jugador de dos vías, la razón de mayor peso que esgrimió el especialista en negocios. Estarían simplemente pagando por un bateador temible porque, ¿quién se arriesgaría a apostar que Ohtani, si finalmente necesita una segunda cirugía Tommy John, volverá a ser desde la lomita el pitcher impresionante que ha sido hasta ahora?

2. SON POCOS LOS LANZADORES que han regresado y brillado. Y eso lo saben todas las oficinas centrales que pretendían pujar por el pelotero (y esta es mi humilde opinión) más impresionante del siglo XXI y probablemente de la historia de este deporte. Ahora Ohtani tendrá la oportunidad de saber realmente qué equipo está dispuesto a pelear por él y darle el beneficio de la duda acerca de la posibilidad de volver a lanzar. Él afirmó que seguirá jugando como bateador designado y por lo mostrado hasta este momento dudo que renuncie a su empeño de regresar a la lomita. Si alguien tiene el talento, la fuerza mental y la rectitud para hacerlo es él. El béisbol es un negocio y seguramente los sabermétricos aconsejarán a los dueños de sus respectivos equipos que oferten a la baja. Nadie paga por un carro defectuoso como si estuviera nuevo. Eso no pasa y los sabermétricos tienen la razón para dudar. Pero ¿habrá algún romántico (como un servidor) que apueste todas las fichas a su recuperación y le dé el contrato que mereció hasta la semana pasada? No lo sé, pero si fuera yo el del billete, sí me la jugaría. Todo o nada.