"Siempre que (los dirigentes de la FIVB) pisaron suelo argentino lo hicieron pensando que somos un desastre, unos sudacas e infradotados culturales, pero después demostramos otra cosa", dijo Goijman en declaraciones que publica el viernes el diario "La Nación", de Buenos Aires.

El dirigente argentino indicó que la organización del Mundial debió afrontar una fuerte devaluación de la moneda argentina (superior al setenta por ciento) en momentos en que estaban comenzadas las obras en los estadios.

Al respecto afirmó que en un momento de crisis como el actual, si el Mundial logra recuperar el dinero de las inversiones, se quedará conforme.