Luis Pérez mostró en el juego de campeonato nacional que su etiqueta de mejor jugador de futbol americano colegial División II no fue casualidad, sino más que merecido.
El quarterback de origen mexicano completó 23 de 30 pases para 323 yardas y dos anotaciones en su último partido con la Universidad de Texas A&M en Commerce y conquistar el campeonato nacional de su categoría.
Texas A&M en Commerce (14-1) venció 37-27 a los Argonauts de la Universidad de West Florida (11-4).
“El equipo jugó muy bien”, afirmó después del partido Pérez en español. “La defensa, como muchos dicen, gana campeonatos y eso es lo que hoy hicieron ellos. Esta defensa frenó en 200 yardas de ofensiva total”.
“Cuando tienes una defensa así, el trabajo para la ofensa es muy fácil”, agregó. “Especialmente, cuando la línea ofensiva me da mucho tiempo y los receptores son muy rápidos y veloces”.
Perez reconoció que fue una semana que jamás hubiera imaginado en la que ganó el Harlon Hill Award, que es el equivalente en el futbol colegial de la NCAA Divison II al Trofeo Heisman que se otorga al mejor jugador en primera division, además de que recibió su título universitario.
“Eso es una cosa que ni siquiera sueña uno”, comentó Pérez, de 23 años, nacido en Chula Vista, California, hijo de padres mexicanos. “Todo esto es súper, súper especial. Nada más esto pasa con Dios”.
El equipo texano de Pérez nunca dejó duda de que iban por el campeonato al estadio Children’s Mercy Park de Kansas City, luego de abrir el partido con una serie de 97 yardas, en la que destacó un pase de 50 yardas a Shawn Hooks.
A partir de ahí, los Lions de Texas A&M en Commerce, un suburbio localizado a unas 70 millas del centro de Dallas, nunca voltearon para atrás.
El partido incluso pudo terminar por un marcador mucho más abultado, pero Texas A&M pareció bajar el acelerador en la segunda mitad del último cuarto.
Pérez se convirtió en el primer quarterback en la División II que lanza para más de 300 yardas en el partido de campeonato y cerró su impresionante temporada con 4,999 yardas por pase.
“Yo estoy muy agradecidos con todos los entrenadores, jugadores y todos en la universidad”, dijo Pérez. “Este ha sido el mejor momento de mi vida. Fuimos un equipo de destino. Simplemente creímos en nosotros toda la temporada”.