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Tom Brady y Aaron Rodgers buscan una victoria importante para Buccaneers y Packers y otra para su orgullo

Tom Brady, presume más anillos de Super Bowl, Aaron Rodgers más premios como Jugador Más Valioso de la NFL. Los quarterbacks de los Tampa Bay Buccaneers y Green Bay Packers lo han ganado todo y no tienen nada más que probar, pero cuando se encuentran en un mismo campo, el orgullo juega su papel y perder no es opción para ninguno.

En ese sentido, la ventaja es para Brady con marca de 3-1 ante Rodgers, incluidos Playoffs, y más allá de lo importante que es una victoria entre equipos contendientes al título de la NFC, el hecho de ser quien lleve mano en la rivalidad es un aspecto motivador para el pasador de los Bucs.

Del otro lado de la moneda, la posibilidad de quitarse de encima el dominio de Brady también es un aliciente con el que Rodgers saltará al campo del Raymond James Stadium, inmueble que no ha sido nada amable con él.

Brady ha vencido a Rodgers en sus últimos tres enfrentamientos ante los Packers, incluidos los últimos dos ya como quarterback de Tampa Bay, el más reciente el Juego de Campeonato de la NFC de la temporada 2020. A su vez, el pasador de Green Bay ha encontrado en los Bucs a uno de los rivales que más se le complican en su carrera y ante quienes récord de 2-4 y de 1-3 como visitante.

En seis juegos en su carrera ante los Buccaneers, Rodgers ha sufrido 10 intercepciones, ocho de ellas en el Raymond James Stadium. Es el segundo total más alto de Rodgers ante cualquier rival (los Chicago Bears son primeros con 12 intercepciones en 29 juegos).

Para este duelo de la Semana 3, que podría tener relevancia en unos meses para la siembra en Playoffs, Brady y Rodgers, quienes han ganado tres y cuatro premios como Jugador Más Valioso, respectivamente, llegan con un desempeño que está lejos del que han mostrado a lo largo de sus carreras, otro factor que, en lo personal, debe ser un motivador para ambos para salir de su mal momento.

Cada uno suma sólo dos pases de touchdown en la actual campaña, la cifra más baja para ambos en dos juegos en cualquier punto de sus carreras y que refleja los problemas que han tenido para entrar en ritmo con sus receptores en el inicio de esta temporada.

La victoria es razón suficiente para salir motivado al campo, pero cuando se trata de futuros miembros del Salón de la Fama de la talla de Brady y Rodgers, el superar al otro juega un papel determinante en el resultado.