Un vistazo a los entrenadores en jefe con las sillas más calientes para la próxima temporada.
Yarda a yarda, se aproxima la temporada regular del 2024 de la NFL, y aunque todos los equipos arrancan con idéntica marca de 0-0, la seguridad laboral para los 32 head coaches de la liga no es equitativa.
Presentamos a los siete entrenadores en jefe que entrarán a la nueva campaña con mayor presión, clasificados, desde nuestro punto de vista, de acuerdo a lo caliente que está su asiento, de mayor a menor.
Brian Daboll, New York Giants
Apenas en el 2022, gracias a una marca de 9-7-1, una aparición en postemporada y una victoria en Ronda de Comodines se conjugaron para hacer de Daboll el Coach del Año para The Associated Press. Al poco tiempo, llegó una extensión de contrato de cuatro años y 160 millones de dólares para el quarterback Daniel Jones, una lesión que abrevió su temporada pasada, y una campaña de 6-11 que tiene a Daboll sosteniendo con alfileres su empleo como entrenador en jefe. Ahora, Saquon Barkley no está más como eje del ataque de los Giants, y el gerente general Joe Schoen sentenció que "Le pagas a un tipo [Jones] 40 millones de dólares. No es para entregarle el balón a un corredor [Barkley] de 12 millones de dólares", claramente dejando en claro dónde está la vara para su quarterback, y por extensión, su head coach como responsable del pasador.
Matt Eberflus, Chicago Bears
Los Bears están en la envidiable posición de haber elegido al quarterback más codiciado del pasado draft --y al menos de los últimos tres años-- después de una campaña en la que estuvieron relativamente lejos de ser el peor equipo de la liga, con una marca de 7-10. Eso significa que el camino hacia donde desean estar no es tan largo, ¿no es así? Sin embargo, Eberflus ha ganado solo 10 partidos en dos temporadas como head coach en Chicago, y ya fracasó en el desarrollo de su quarterback previo de primera ronda, Justin Fields. Una sexta temporada no ganadora consecutiva para los Bears, con las expectativas en torno a Caleb Williams hasta las nubes, podría sentenciar a Eberflus.
Dennis Allen, New Orleans Saints
El predecesor de Allen, Sean Payton, se encargó de crear una de las máquinas ofensivas más formidables de la NFL, de la mano de Drew Brees. En dos años al mando de los Saints, Allen ha estado lejos de recrear ese éxito. Ya son tres campañas sin postemporada en fila para New Orleans, dos de ellas con Allen al mando, y si bien el año pasado lograron marca ganadora, la franquicia no ha sabido aprovechar que juegan en una de las dos divisiones más débiles de la liga. New Orleans podría ser uno de los equipos interesados en un quarterback nuevo para encabezar un proyecto de reconstrucción el año pasado, y la extensión de esa limpia podría extenderse hasta el entrenador en jefe.
Mike McCarthy, Dallas Cowboys
Los Cowboys son campeones divisionales vigentes en el Este de la Nacional, y tienen tres campañas consecutivas de 12 triunfos. Pero, son los Dallas Cowboys, y la expectativa para Jerry Jones es el Super Bowl. Para ser justos, Jones no es impaciente con sus head coaches (véase la tolerancia con Dave Campo o Jason Garrett), pero la presión por ganar puede ganarle si no hay un progreso palpable este año. No fueron pocos los rumores que circularon recientemente vinculando a Bill Belichick con este equipo, aunque aparentemente no hubo nada de seriedad en ese sentido.
Jonathan Gannon, Arizona Cardinals
La temporada debut de Gannon como head coach de los Cardinals fue un desastre, culminando con registro de 4-13, segunda temporada consecutiva para la franquicia con idéntica foja. Hace no mucho tiempo (2018), despidieron a Steve Wilks con solo una campaña de 3-13 al mando, aunque para ser justos, eso ocurrió bajo otro gerente general. Pero, si los Cardinals se inclinan por una reconstrucción total en el 2024, una que podría incluir la posición de quarterback, posiblemente un coach especializado en trabajar con quarterbacks, y no uno con especialidad defensiva como el caso de Gannon, sea la opción. Otra temporada con menos de cinco triunfos sería, casi con seguridad, todo para él.
Robert Saleh, New York Jets
La deuda histórica en New York es cara, después de 13 temporadas consecutivas sin playoffs, la racha en activo más larga en la NFL. Las expectativas que pesan sobre los hombros de un quarterback de 40 años de edad --Aaron Rodgers-- que no jugó de manera grandiosa su última temporada completa (2022) y viene de una rotura en el tendón de Aquiles (2023) como salvador de los Jets parecen irreales, y Saleh no conoce una marca ganadora como head coach en tres temporadas al frente de la organización. Una cuarta campaña perdedora apuntaría al final del proyecto Saleh en New York.
Nick Siriani, Philadelphia Eagles
El precio del éxito es elevado. Hace dos años, los Eagles estuvieron a cuatro minutos de coronarse en el Super Bowl LVII. El año pasado, fueron el equipo más dominante, por mucho, durante la mayor parte de la primera mitad de la campaña, antes de un colapso en la recta final que les arrebató todo momento cuando llegaron los playoffs. Otro año en retroceso podría marcar el final de la era Nick Sirianni. En tres temporadas al mando de la franquicia, Sirianni ha clasificado a Philly a la postemporada, pero algunas actitudes --como los gritos hacia Patrick Mahomes durante el Super Bowl-- han estado por debajo de la investidura de su puesto. Y, por si fuera poco, este equipo no dudó en cortar lazos con Doug Pederson apenas tres años después de ganarlo todo. El estándar es muy elevado en Philadelphia.