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La Ofensiva en Serie de Raúl Allegre a la conclusión de la Semana 4

Recordando las sabias palabras de Steve Young, “Septiembre, y las primeras cuatro semanas de la NFL, son la nueva pretemporada”. Después de comienzos inciertos en unos casos, y arranques falsos en otros, se empieza a aclarar el panorama de la NFL. Varios equipos de los llamados favoritos, y que tuvieron éxito en 2015, se atoraron en la puerta de salida, particularmente Carolina y Arizona de los cuales escribí la semana pasada. Otros, como Cincinnati, Washington y Kansas City van a medio camino.

Hay varios que fueron subestimados que han jugado mejor de lo esperado.

Ningún equipo ha sorprendido más que los Carneros de Los Angeles. El despliegue de ineptitud e indisciplina que mostraron en la partido inaugural contra San Francisco me llevó a dudar si ganarían seis partidos. Ya van a la mitad de ese camino y con altas pretensiones. Se hablaba antes del inicio de la temporada de contratos nuevos para el entrenador en jefe Jeff Fisher y su gerente general Les Snead. Investigando no encuentro nada al respecto después del 17 de septiembre, por lo que asumo que las negociaciones se enfriaron después del desastre que fue la primera semana. De seguir ganando, aunque ganen feo, Fisher controlará el rumbo de las negociaciones.

Estadísticamente son peor que mediocres, pero las estadísticas no juegan los partidos. Tienen la peor ofensiva en yardas permitidas. Su defensiva es tan sólo la N° 23 en la misma categoría. Dentro de la yarda 20 están entre los 10 más bajos de la liga. Han sido dos factores los que han marcado la diferencia: robos de balón en momentos clave, y excelentes equipos especiales. Han recuperado cinco balones sueltos, uno regresado para touchdown que terminó siendo la diferencia en la victoria contra Tampa Bay. Su pateador de lugar no ha fallado; sus tres goles de campo fueron suficientes contra Seattle. Su pateador de despeje es líder en la NFL en patadas dentro de la yarda 20 del oponente con 15. Le sigue con 12 el pateador de despeje de Minnesota, equipo que está invicto. ¿Coincidencia? Un regreso de despeje de Tavon Austin los puso en la yarda 19 de Arizona casi a cinco minutos del final cuando perdían 10-13. Capitalizaron para alzarse con la victoria 17-13.

¿Tienen lo suficiente para mantenerse en el liderato de la división o para alcanzar un puesto en postemporada? Sigo escéptico y diría que no. De ser Fisher, trataría de cerrar mi extensión de contrato lo antes posible.

Me tocó narrar el partido de pretemporada de Atlanta vs Miami. Esa noche Julio Jones salió lastimado. Perdieron por varias semanas a Keanu Neal, su primera selección del último draft. El tema principal alrededor del equipo era la falta de química entre Kyle Shanahan y Matt Ryan avalada por el paupérrimo rendimiento de “Matty Ice” en 2015. Esa noche la ofensiva de Atlanta se vio desarticulada y su defensiva peor.

La defensiva sigue dejando mucho que desear a pesar de los esfuerzos de la directiva en mejorarla. Dan Quinn es un entrenador de escuela defensiva, pero a diferencia de Mike Zimmer en Minnesota, no ha podido levantar esta unidad. No obstante, la ofensiva ha sido todo un espectáculo. Son la mejor en la NFL en yarda y en puntos. Tiene al dúo dinámico. No hablo de Batman y Robin. Son Devonta Freeman y Tevin Coleman quienes le dan balance al esquema de Shanahan. Enfatizo que mi definición de balance ofensivo es poder correr el tipo de jugadas deseado de acuerdo a la situación del momento.

¿Y las diferencias entre Ryan y Shanahan? Ya nadie habla de ellas. Se remiten a los hechos dentro en el emparrillado que han sido arrolladores. ¿La lesión de Julio Jones? Es cosa del pasado. Tuvo una recaída en el partido contra Raiders y lo cuidaron frente a New Orleans, pero contra Carolina desataron a una fiera que logró 300 yardas en 12 recepciones. Por alguna razón el coordinador defensivo de Carolina decidió marcarlo con un solo jugador y vaya que los hizo pagar. Atlanta comenzó 5-1 en 2015, y terminó con marca de 8-8. Falta mucho camino por recorrer. Los siguientes dos partidos son en Denver y en Seattle. Si se pueden medir con éxito con estas dos varas y habrá que tomarlos en serio.

Derek Carr es un excelente QB y tiene a dos excelentes receptores en Michael Crabtree y Amari Cooper. Los fans de Raiders han de estar pensando que estoy descubriendo el hilo negro, pero hay que recalcar lo que estamos viendo en Oakland. Lo que no es tan obvio es el rendimiento de Seth Roberts, el tercer receptor. Tiene sólo 10 recepciones, pero tres han sido para TD. Son un equipo netamente pasador, pero como es el caso de Atlanta, tienen a dos corredores que lo han hecho bien hasta el momento. La única derrota de la temporada fue en casa contra Atlanta.

Tienen marca de 3-1 a pesar de abrir la temporada de visitante en tres de cuatro ocasiones. La defensiva no se ha enterado que ya empezó la temporada y ha brillado por su ausencia. Bruce Irvin, Reggie Nelson y Sean Smith no han marcado la diferencia para desquitar lo que les pagaron en la agencia libre. No es raro que jugadores que llegaron de otros sistemas tarden en entrar en ritmo y producir. Muchos nunca lo hacen. Además, hay tres novatos de titulares, Jihad Ward, Cory James y Karl Joseph.

Las mejores defensivas que estamos viendo en la NFL, Denver, Minnesota y New England tienen a un cuadro base que ha jugado junto por lo menos dos años. Toma tiempo para que una defensiva engrane y empiece a producir. No es el año todavía de los Raiders, por las deficiencias defensivas, pero si llega a cuajar su defensiva para las últimas seis semanas, cuidado.

Philadelphia es otro equipo que ha sido sorpresa, pero esperaré un par de semanas más para hablar de Carson Wentz y de los QBs que han debutado esta temporada con grandes resultados. Tuvieron una gran y merecida victoria ante Pittsburgh, pero el resultado no refleja el nivel de ninguno de los dos equipos. Tampoco incluyo aquí a Dallas por la misma razón. Dak Prescott es parte del tema de los QBs jóvenes que será parte de otra columna en unas semanas.

Hablando de Pittsburgh, en la nota previa a la semana uno de la temporada en la que di mis predicciones, escribí que el panorama de la Conferencia Americana era nebuloso. Después de cuatro semanas, a los pesos pesados de la conferencia los han mandado a la lona de manera estrepitosa. Pittsburgh cayó por 34-3 contra Philadelphia. Houston fue humillado por los Pats. Los Pats fueron blanqueados en casa por Buffalo. Kansas City, quizás no peso pesado todavía, pero sí semi-completo, fue arrollado por Pittsburgh. ¿Qué está pasando? Repito la frase del primer párrafo: “Septiembre y las primeras cuatro semanas de la NFL son la nueva pretemporada”.

Los equipos apenas están entrando en ritmo. En el caso de New England, tienen el beneficio de la duda porque perdieron sin Tom Brady. ¿Por qué no incluí a Denver? Porque fue otro de MIS subestimados. No me imaginé a principios de septiembre que llegaran a estar invictos después de cuatro semanas con Trevor Siemien de QB. El joven ha jugado muy por encima de lo que había mostrado tanto en el colegial como en pretemporada y eso es mérito de Gary Kubiak y de Greg Knapp, el coach de QBs. Sus primeros cuatro rivales tienen un marca total de 5 y 11 perdidos, pero eso no es su culpa.

Después de cuatro semanas, Denver, New England y Pittsburgh, se perfilan como los tres mejores en la Conferencia Americana.

Finalmente, algunos subestimaron a Baltimore, pero yo no. Los incluí entres mis finalistas para playoffs después de una temporada complicada y llena de lesiones en 2015. Hay quienes no dejan de recordarme que fueron mi candidato para no sólo llegar al Super Bowl 50, sino para ganarlo. Cuentan con una buena defensiva, estadísticamente la N°1 en yardas de la liga, y jugadores a la ofensiva que podrían marcar la diferencia en la segunda mitad de la temporada. Tuvieron una derrota dura en casa frente a Oakland, pero no los perdería de vista en las próximas semanas.