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Raúl Allegre 7y

La Ofensiva en Serie de Raúl Allegre a la conclusión de la Semana 5

¿Qué daría por leer la mente del comisionado de la NFL, Roger Goodell, el domingo por la noche? Su dolor de cabeza, y razón principal de sus frustraciones, equipo conocido como los Patriotas de New England, se perfila después de la Semana 5 como el mejor equipo de la AFC. Tom Brady, el "niño desordenado de la clase", regresó sin dar muestra alguna de estar fuera de ritmo por la ausencia de cuatro semanas.

El objetivo de un castigo es afectar negativamente a la parte agresora para que aprenda una lección y enmiende su camino. ¿Sirvió de algo el castigo impuesto por el dictador, perdón, el comisionado Goodell? ¿Qué resultados arrojaron las cuatro semanas de suspensión y la selección de primera ronda que le quitaron a Bill Belichick y Robert Kraft? De los últimos cinco drafts, solamente hay dos jugadores seleccionados en la primera ronda en el plantel: Malcom Brown y Donta Hightower. Este último fue una de dos primeras selecciones en 2012. Las otras dos selecciones de primera vuelta de ese período, Dominique Easley y Chandler Jones, hacen su luchita con otros equipos. New England es de los pocos equipos que no depende del draft para tener éxito. Tienen un sistema en el que consiguen jugadores del estilo Belichick, multifacéticos, desinteresados y de bajo costo. Varios de esos jugadores son suplentes y de equipos especiales. Así que perder una selección de primera ronda, fue un castigo más figurativo que punitivo.

¿Las cuatros semanas de suspensión? Tom Brady jugó poco en pretemporada porque tenían que preparar a Jimmy Garoppolo. Todo haría pensar que llegaría un poco fuera de ritmo. Lo único que hizo fue completar 28 pases de 40 intentos para 406 yardas y tres touchdowns, todos a un jugador con el que nunca había jugado en temporada regular. Cierto, fue contra los Cafés de Cleveland que son el peor equipo de la NFL, pero eso no es la culpa de Brady. La semana próxima enfrentará a una defensiva de Cincinnati que no puede frenar el ataque terrestre, o por lo menos el de Dallas, pero que tiene a dos esquineros que fueron selecciones de primera ronda del draft.

En resumen, New England regresa del castigo de Tom Brady, como líder de división, puntero en la conferencia, y con un QB sumamente motivado a probarle a propios y extraños que no necesita de artimañas para ganar. ¿Afectaron negativamente las cuatros semanas de suspensión a Tom Brady y a los Pats? ¿Tuvo éxito el capricho de Roger Goodell? Si alguien tiene la respuesta, favor de comunicarse con Goodell al 1-800-mesalióeltiroporlaculata.

Hablando de QBs que han faltado a partidos, Cam Newton estuvo fuera del "Monday Night Football" contra Tampa Bay, como es del dominio público. La razón de su ausencia fue el protocolo de conmoción de la NFL, algo positivo que ha salido durante el gestado de Goodell. El protocolo consiste de cinco pasos: 1) descanso y recuperación, etapa en la que ni siquiera recomiendan ver TV, usar aparatos electrónicos o estar expuesto al ruido; 2) hacer ejercicio aeróbico ligero; 3) añadir acondicionamiento con pesas; 4) ejercicios de fútbol americano; 5) regresar a entrenamientos normales.

Cam no fue al partido para no le afectaran el ruido y las luces, decisión comprensible de la directiva. Lo que es incomprensible fue la foto que salió en redes sociales de Cam Newton circulando en el centro de la ciudad de Charlottte en un "Segway", que es un aparato motorizado que consiste de una plataforma sobre dos ruedas.

Cam es un jugador dotado de un gran talento. Fue el Jugador Más Valioso de la liga en 2015, pero su inmadurez llega a alturas épicas. El dejar la entrevista después del Super Bowl se puede, hasta cierto punto justificar. Fue una derrota dolorosa ante un equipo que debieron haber derrotado. Pero, ¿arriesgarse de tal manera el día de un partido cuando te están tratando de cuidar? El Super Bowl lo han ganado QBs que han sido fuera de serie, y también otros con facultades limitadas. Lo que TODOS tienen en común es que fueron líderes de sus respectivos equipos, y personas maduras y responsables dentro y fuera del emparrillado. Carolina, aún con sus bajas en la defensiva secundaria, tiene todo para regresar y ganar el Super Bowl. Lo único que le falta es un líder.

Varios equipos han sido sorpresa en lo que va de esta temporada: Raiders, Vaqueros, y Águilas son ejemplos. La sorpresa más grande es Atlanta. El domingo viajaron a una de las aduanas más complicadas de la NFL que es Denver y sacaron una victoria con una ofensiva que no fue tan explosiva como en otros partidos, y con una defensiva que de repente encontró la manera de presionar a QBs rivales. Cuando los vimos frente a los Santos, no fueron capaces de incomodar en lo más mínimo a Drew Brees. En los últimos dos partidos encontraron el camino para llegarle a los QBs rivales. Dwight Freeney es un jugador que entra en situaciones de pase, pero que ha sido efectivo. Brooks Reed por fin está justificando su contrato de agencia libre y Vic Beasley el haber sido selección de primera ronda en el 2015. Reed todavía no logra su primera captura, pero ha estado cerca y ha perturbado jugadas de pase. Freeney y Beasley tiene 7.5 capturas. Atlanta empezó 5-1 en 2015 y después se desmoronó. Hay que esperar un poco antes de declararlos contendientes serios. Tiene su prueba de fuego esta semana en Seattle. De ganar, serían el equipo favorito de la Nacional junto con los Vikingos de Minnesota.

¿Quién pensó a principios de septiembre que Philadelphia había hecho atraco en despoblado contra Minnesota cuando obtuvieron una selección de primera ronda y una selección condicional de cuarta ronda, que se podría convertir en otra de primera vuelta, por Sam Bradford? Yo levanto la mano. De haberse hecho este canje en mayo, cuando Bradford se lo pidió a su directiva, dudo que hubieran obtenido más que una selección de tercera ronda, y estoy siendo generoso. Pero las cosas cambias, cuando una persona no ha bebido agua todo el día pagaría una fortuna por una botellita. Es la ley de la oferta y la demanda. Lo que es claro es que la transacción está funcionando. Es lo que enseñan en cursos de negociación: no sirve "ganar", y ver que tu oponente sale perjudicado. Los mejores canjes se dan cuando ambas partes ganar, y esto ha sido el caso de Philadelphia y Minnesota. La marca combinada de ambos equipos es 8-1. Minnesota se perfila como serio contendiente en la NFC. Para muchos es el mejor equipo de la conferencia. Tengo mis dudas sobre su línea ofensiva. De lo que sí estoy seguro, es que Rick Spielman, el gerente general de los Vikingos, gustoso cedería dos selecciones de primera ronda si Sam Bradford lleva a su equipo al Super Bowl. De hecho, todos los gerentes generales de la NFL firmarían un traspaso de dos primeras selecciones si les garantizaran un viaje al Super Bowl.

Es triste lo que está sucediendo en San Diego. Tengo prendidas muchas veladoras para que los Cargadores repunten su camino. Necesitan ganar sus siguientes tres partidos para que el voto del 8 de noviembre les favorezca y puedan tener un estadio nuevo. Mis intenciones son 100 por ciento egoístas: no hay mejor ciudad sede del Super Bowl. Quiero regresar a San Diego a narrar otra final de la NFL. No va a suceder si siguen cometiendo el sin fin de errores mentales que cometen en las postrimerías de cada partido. Los errores mentales le corresponden al entrenador en jefe. Si Mike McCoy quiere seguir en su puesto debe de meter en cintura a sus jugadores e inculcarles responsabilidad y aplomo en momentos de presión.

Finalmente, Roberto Aguayo salvó su trabajo al conectar de 38 yardas para darle la victoria a Tampa Bay sobre Carolina. De haber fallado, Dirk Koetter lo hubiera despedido. Esta fue una patada complicada y de mucha presión. En la NFL no hay goles de campo fáciles, y aquellos para ganar un partido toman una dimensión diferente. Me gustaría platicar con Roberto. Todos los que fuimos pateadores en la NFL pasamos por momentos similares. Aún Adam Vinatieri, en mi opinión el mejor pateador en la historia de la NFL, estuvo a punto de ser cortado en su año de novato. Tuvo una situación similar. Empezó fallando 4 de 7 intentos en sus primeros cuatro partidos, pero Bill Parcells le tuvo paciencia. Respondió en su cuarto partido conectando 5 de 6 intentos y como dicen, el resto es historia. ¡¡¡ Ánimo Roberto!!!

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