Los dueños de la NFL votarán esta semana en una propuesta que, con base a la historia reciente, reducirá el desgaste físico de los jugadores en un .06 por ciento en 2017.
No es el seis por ciento ni tampoco seis décimas de uno por ciento. Es poco más de la mitad de una décima de uno por ciento.
Una investigación de Vince Masi de ESPN Stats & Information, combinada con matemáticas rudimentarias, proyecta que la NFL podría cortar cerca de 20 jugadas por temporada –de un total de más de 32,000—si aprueba una reducción en la duración del tiempo extra de 15 a 10 minutos.
La justificación ligada a la propuesta es “la seguridad de los jugadores”. Presumiblemente, la modificación reducirá el riesgo de sufrir lesiones. Los coaches también creen que minimizará lo que ellos consideran una desventaja competitiva al enfrentar a la semana siguiente a un rival más descansado.
La idea tiene sentido en teoría, pero, en un tema recurrente cuando la NFL cambia alguna regla, su probable efecto parece menor ante el punto más relevante.
Consideren que en 2016 hubo un total de 32,732 jugadas durante la temporada regular. Veinte jugadas de 32,732 es, bueno, una fracción muy pequeña del total. Históricamente no han habido muchos juegos que se extiendan más allá de los 10 minutos del tiempo extra. Cuando eso sucede, la cantidad de acción después de punto ha sido mayormente insignificante hasta que sucedió algo notable la temporada pasada.
Francamente, el mejor argumento para un periodo de tiempo extra es que la calidad de las acciones es brutal en el puñado de juegos que se extienden por más tiempo. Sólo los aficionados más apasionados desean seguir viendo, jugando o dirigiendo.
Ha habido 560 juegos de tiempo extra desde el inicio de la temporada de 1974, de acuerdo al NFL Record & Fact Book. Según Elias Sports Bureau, 133 de ellos han rebasado los 10 minutos. Eso es poco menos de un partido cada cuatro (23.8 por ciento).
Para tener una idea de qué tanto trabajan los jugadores tras rebasar la marca de los 10 minutos, filtramos el número de jugadas que siguieron. Los datos de ESPN Stats & Information son a partir de 2001 y desde entonces, en cinco temporadas entre ese año y 2015, los equipos de la NFL han ejecutado menos de 10 jugadas en total luego de pasar los 10 minutos del tiempo extra.
La temporada pasada hubo seis juegos de tiempo extra que rebasaron los 10 minutios, generando 60 jugadas adicionales, total más alto en 16 años. Ese despunte ciertamente provocó que el comité de competencia hiciera la propuesta de recortar la duración del tiempo extra.
Si se proyecta el promedio de jugadas extra por juego (6.5) por los 560 partidos en tiempo extra desde la campaña de 1974, el resultado es de cerca de 20 acciones extra por temporada.
¿Cuántas lesiones y cuánta desventaja competitiva se puede asociar a tan baja cifra en una temporada de 16 juegos?
Debemos hacer notar dos advertencias.
La primera, la NFL ejecuta más jugadas ahora que en los años 70 y 80 por ser unba liga orientada más al juego aéreo. Eso debería ser tomado en cuenta al comparar los totales de acciones por cada década. Si se checan las estadísticas desde 2001, el promedio de jugadas extra por partido en tiempo extra es de 22.
Segunda advertencia. Se podría afirmar que jugar periodos extra de 10 minutos aceleraría los últimos dos minutos de ese lapso en un partido que, de otra forma, se hubiera extendido a un quinto cuarto.
Luego de ocho minutos en ese periodo extra de 10 podría hacer que el equipo a la ofensiva acelere su ritmo y ejecute más jugadas para evitar el empate. Uno probablemente no vería eso es un tiempo extra de 15 minutos, así que alguna de esas jugadas perdidas por el cambio en la regla se verían más temprano y quizá más frecuentemente en una serie ofensiva de dos minutos.
Mientras más corto el tiempo extra, mejor. No se sabe si, incluso, eso provocará más empates. Como se notó, el equipo que ataque más cerca de los minutos, probablemente lo haría con mayor urgencia, creando la clase de ritmo frenético que regularmente provoca una anotación o el balón perdido que decida el resultado.
La duda es si un tiempo extra de 10 minutos tendrá efecto alguno en qué tan descansados estarán los jugadores o no lo están para su siguiente partido. Muchos coaches afirman que sus jugadores estarían mas descansados y para ser justos, un puño de jugadas podrían ser más importantes para ellos que para el aficionado.
“Lo más importante para nosotros es que queremos mantener el elemento de la muerte súbita en el tiempo extra y recortar el tiempo extra, principalmente para evitar que los jugadores se desgasten y puedan recuperarse (físicamente) para la siguiente semana”, explicó Bill O’Brien, coach de los Houston Texans.
“Nuestra liga hace un gran trabajo en entender que la seguridad del jugador es lo más importante. En un juego de 60 minutos se ejecutan cerca de 156 jugadas por partido. Añadan el tiempo extra y son muchas jugadas. Esa es la cuestión”, agregó O’Brien.
“Primero, el número de jugadas que ejecutan estos chicos y llevar esa carga a la siguiente semana es realmente una desventaja competitiva. Los jugadores se desgastan”, indicó por su lado John Harbaugh, coach de los Baltimore Ravens.
Pero Harbaugh tuvo una segunda observación que podría ser la verdadera razón parala modificación.
“Diez minutos parecen suficientes para el sistema de muerte súbita. Regularmente al minuto 10 (del tiempo extra), parece que todos intentan sobrevivir de alguna forma para los últimos cinco. Es un deporte difícil físicamente”, sentenció Harbaugh.
Parece que todos podemos estar de acuerdo con eso último.