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¿Existen similitudes entre Bill Belichick y Juan Carlos Osorio?

BRISTOL -- En la década de los 60, uno de los programas más populares en la televisión era "Viaje a las estrellas", "Star Trek" en inglés. Al inicio de cada programa describían la misión de la nave "Enterprise" que debería llegar a "donde jamás ha llegado el ser humano". En la nota de hoy voy a llegar a donde jamás antes había llegado -- comentar acerca de la Selección Mexicana en este espacio. No lo puedo evitar. Por todos lados leo acerca de las famosas rotaciones de Juan Carlos Osorio, director técnico del Tri.

Primero quiero establecer mi nivel como experto --no existe. Los comentarios que siguen son los de un aficionado. Sí, fui un centro delantero muy temido en los llanos estériles de la Comarca Lagunera, pero tan pronto emigré a los Estados Unidos en Septiembre 1977, perdí mucho contacto con el fútbol. En mis primeros 18 años de vida jamás vi un partido de fútbol americano. No me gusta el término porque se usa despectivamente, pero en mi juventud fui 100 por ciento "panbolero". Nunca perdí el amor por el "juego bonito" mientras poco a poco, o despacito como dice la canción, se abría un horizonte nuevo para mí en el fútbol americano.

Volviendo a Osorio, su marca al frente de la Selección Mexicana es 20-5-2. En la historia del fútbol mexicano, es el entrenador con 20 ó más partidos dirigidos con el mejor porcentaje ganador, con un 74 por ciento. Le siguen Javier Aguirre (67 por ciento), El José Manuel "Chepo" de la Torre con 66 por ciento, Bora Milutinovic con 65 por ciento y Manuel Lapuente con el 62 por ciento. Aún así, las críticas que recibe son abrumadoras porque usa rotaciones y se ha visto inconsistencia en el rendimiento de sus equipos a pesar de los buenos resultados. Hasta el momento, Osorio no ha repetido alineación en todos sus juegos, y 51 jugadores han sido titulares durante su gestión, incluyendo a cinco arqueros a quienes también les toca rotar.

La pregunta es si este sistema es contraproducente o si podría ir a la vanguardia. La mayoría de los verdaderos expertos que he escuchado piensan que lo que hace Osorio es en detrimento para el desarrollo de un equipo, en particular de una selección cuyos jugadores no entrenan mucho tiempo juntos. Yo me pregunto si Osorio es un visionario.

La historia nos dice que la tendencia humana es rechazar el cambio, seguir con lo acostumbrado. Esto se da también en el deporte. Hace muchos años existía una reticencia hacia lanzar pases cuando un equipo estaba a la ofensiva. Muchos se burlaron de Paul Brown en los 50 cuando colocó radios en los cascos de los jugadores. Recuerdo el enojo de mis compañeros de la defensiva de los New York Giants antes del Super Bowl XXV contra los Buffalo Bills cuando Bill Belichick prácticamente inventó la defensiva "nickel", advirtiendo que Thurman Thomas tendría espacios para correr. Thomas tuvo 135 yardas por tierra y promedió nueve por acarreo, pero los Giants ganaron el partido.

No sé si esto de las rotaciones va a funcionar, pero como dicen en el póker, "pago por ver", aún si México pierde el jueves contra Alemania en la semifinal de la Copa Confederaciones.

Nadie usa mejor las rotaciones que Belichick. Los New England Patriots son notorios por cambiar de esquema semana tras semana. En los playoffs de la temporada pasada, tres jugadores diferentes fueron claves en cada victoria. Contra los Houston Texans en la Ronda Divisional, fue Dion Lewis, quien anotó corriendo, recibiendo y en un regreso de patada. La siguiente semana en el Juego por el Campeonato de la AFC, el turno de brillar fue para Chris Hogan con 180 yardas en nueve recepciones y 2 touchdowns En el Super Bowl, James White anotó dos veces corriendo, incluyendo el touchdown de la victoria en tiempo extra, tuvo 100 yardas recibiendo con una anotación y tuvo una conversión clave de 2 puntos.

Otros equipos en la NFL han tratado de emular a los Pats pero no han tenido el mismo éxito. Analizando el sistema de Belichick, vemos varios factores en juego: 1) el equipo es primero que el jugador --aquel que pone sus intereses de por medio, antes de los del equipo, no dura mucho en New England; 2) presencia de un núcleo básico de jugadores semana a semana; 3) jugadores capaces de ejecutar su función --la cual puede cambiar semana tras semana, lo que requiere elementos plurivalentes.

Tener un núcleo es fundamental. A la ofensiva, los Patriots en el 2016, alinearon en la recta final, de la Semana 14 al Super Bowl, a la misma línea ofensiva, a Martellus Bennett, y a Tom Brady. No incluyo la última semana en la que muchos equipos descansan titulares. Similarmente, a la defensiva hubo cinco jugadores que repitieron, Alan Branch, Rob Ninkovich, Malcolm Butler, Devin McCourty y Patrick Chung. Dont'a Hightower estuvo fuera un partido por lesión. Los demás jugadores cambiaron al igual que los esquemas.

En la Copa Confederaciones, el señor Osorio cambió a ocho jugadores después del primer partido para enfrentar a Nueva Zelanda. El equipo se vio desarticulado en la primera mitad, pero tuvieron una buena reacción en el segundo tiempo. En el Super Bowl, los Patriots de Belichick tuvieron el peor primer tiempo que jamás les haya visto, pero los ajustes que hicieron, gracias a sus rotaciones y a jugadores que son plurivalentes, ayudaron a remontar una desventaja de 25 puntos. Es obvio que Nueva Zelanda no es un sinodal tan calificado como lo fueron los Atlanta Falcons, pero el concepto es similar y hay que considerarlo.

Hay muchas diferencias entre ambos deportes, empezando con que en el fútbol americano hay substituciones ilimitadas. El entrenador tiene la flexibilidad de hacer cambios si las cosas no van bien. En el fútbol se permiten sólo tres cambios por partido. Esto complica el posible éxito de una rotación. Si los jugadores no están rindiendo, hay sólo tres posibilidades de corregir. Lo que me lleva al tercer punto indicado arriba --es indispensable tener jugadores de buen nivel que cumplan con su función y sean plurivalentes. Esta ha sido la carencia principal de Osorio hasta el momento. Ha alineado a 51 titulares diferentes desde que empezó. Sigue buscando los 23 ideales para el mundial. En una competencia como la Confederaciones hay varios que se han establecido como candidatos, y otros que tuvieron su oportunidad y no la aprovecharon.

Decir quiénes son le corresponde a los expertos.

Todo equipo, o individuo, que gana un campeonato, lleva un proceso de principio a fin. Cada proceso es largo y complicado. El éxito del proceso es no pensar más allá de la función del momento. En junio, los jugadores de la NFL no están pensando en el Super Bowl. Se están enfocando en lograr la mejor condición física posible y aprender el sistema que les corresponde. Para Osorio, quiero pensar que su objetivo en el presente, además de calificar para el mundial, es identificar a los 23 jugadores que puedan hacer una realidad y un éxito la complejidad de su sistema.

Equipos de la NFL sufren para preparase cuando enfrentan a los Pats, quienes cambian su esquema de una semana a la siguiente. ¿Sería posible que México pueda hacer variantes de esquema y rotar jugadores de un partido a otro con elementos que respondan y den un buen nivel de juego? ¿Cómo afectaría a sus rivales? ¿Se podrá lograr este objetivo? Realmente no lo sé. Hasta el momento el camino ha sido escabroso, pero los resultados hablan por sí mismos.

Osorio ha logrado ya el factor más importante y difícil para que las rotaciones sean exitosas: el apoyo de sus jugadores, quienes creen que su sistema pueda resultar. Falta establecer el núcleo básico de titulares, e identificar a otros que puedan complementarlo con base en las exigencias y condiciones del siguiente rival.

Con los métodos tradicionales, llevo toda una vida esperando ese quinto partido en un mundial. Nada ha funcionado.

Estoy dispuesto a darle a Juan Carlos Osorio el beneficio de la duda. Espero le permitan completar su proceso y que lo dejen en paz.