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¿Peligra el puesto de Mike Tomlin para el "Lunes Negro"?

Dicen que la esperanza muere al último. Si no, que le pregunten a Buffalo que se coló a playoffs con una jugada improbable --un pase de touchdown de 49 yardas de Andy Dalton a Tyler Boyd en cuarta y 12-- en un partido que significó la eliminación de Baltimore en 2017. Exactamente lo que esperan los Acereros de Pittsburgh, un favor de Cleveland. Philadelphia está en una situación similar esperando una asistencia de Chicago. Es más factible que llegue Philadelphia, pero en la NFL no hay nada escrito.

De llegarse a dar victorias de Cleveland y Chicago, no me sorprendería en lo absoluto ver un Super Bowl entre los Acereros y las Águilas, dos equipos que al inicio de temporada catalogué como los dos con más talento en la NFL.

Es una pena ver a Pittsburgh desperdiciar oportunidades año tras año con el nivel de talento que tienen. Mike Tomlin ha sido un entrenador en jefe que los ha llevado a playoffs los últimos cuatro años perdiendo en casa frente a Baltimore en 2014, en Denver en 2015, en New England en el campeonato de conferencia de 2016, y en casa frente a Jacksonville en la ronda divisional.

Durante el receso de temporada la directiva tomó la decisión de no firmar a Le'Veon Bell. No fue el nivel de salario lo que impidió el acuerdo, sino la cantidad garantizada. Oportunidades de llegar al Super Bowl no se dan muy seguido. Con Bell, Pittsburgh tenía todo para dominar este año. La situación, aunque muchos digan lo opuesto, creó un ambiente inestable en el vestidor. Aun sin Bell, Pittsburgh tuvo todo para ganar su división sin ayuda de nadie, pero tuvieron derrotas inexplicables ante Denver y Oakland, equipos cuyo pobre nivel pudimos constatar en el último "Monday Night Football" del año. Contra New Orleans, el equipo N°1 de los ridículos “Power Rankings”, estuvieron en posición de ganar el partido, o de por lo menos empatarlo al final.

Tomlin seguido toma decisiones controversiales. El domingo, pensó que tenía mejores posibilidades de vencer a los Santos reteniendo el balón, faltando poco más de cuatro minutos en el partido, que confiando en que su defensiva frenaría a Drew Brees. Bill Belichick tomó en una ocasión una decisión similar contra Indianapolis y Peyton Manning. Lo cuestionable fue haberlo hecho con una finta en una patada de despeje usando una jugada en la que pusieron a un jugador en movimiento, algo que inmediatamente pone en alerta al equipo rival.

Entiendo la razón por la que Tomlin se la jugó. No estoy de acuerdo con la jugada que escogieron para hacerlo. Muchos fans de Pittsburgh piden la salida de Tomlin, pero hay muchos otros que quieren que siga. La directiva y los dueños han sido pacientes al grado de tener solamente a tres entrenadores desde 1969. Pudieron haber despedido a Tomlin después de temporadas consecutivas de 8-8 en 2012 y 2013. Es poco probable, pero todavía podrían ganar el Super Bowl de llegar a calificar. Dudo que despidan a Tomlin, incluso si son eliminados.

El caso de Philadelphia me tiene pasmado. Me queda claro que la directiva movió cielo y tierra para estar en la posición de seleccionar a Carson Wentz. Wentz es un talento especial, y fue obvio que todavía no estaba del todo recuperado de la lesión tan seria que sufrió en la rodilla. Doug Pederson volvió a declarar que Wentz es su quarterback del futuro con base al desempeño que tuvo previo a su lesión. Pero están apostando a posibilidades cuando Nick Foles ha sido una realidad.

Foles empezó mal 2018, cuando Alshon Jeffery no estaba recuperado del hombro, y no tenían estabilidad en su ataque terrestre. En sus dos partidos estaban todavía en una etapa de transición en la que operaban sin entrenadores como John DeFilippo y Frank Reich. Y ya vimos el nivel de entrenador que ha sido Reich en la manera como ha manejado a Indianapolis.

Foles ganó el Super Bowl con una actuación magistral ante la presión de jugar contra Tom Brady y los Patriotas. Brady tuvo un partido excepcional ese día. Foles revivió las esperanzas de Philadelphia en 2018, con grandes actuaciones ante Carneros de Los Angeles y Houston, dos líderes de división --Houston, por el momento--. Son dos equipos ya clasificados para la postemporada, y la actuación de Foles fue fundamental en ambas victorias. En pocas palabras, Foles ha probado que es la solución en Philadelphia mientras que Wentz es sólo el futuro, y el futuro no está prometido para nadie. Lástima por Foles.

Recuerdo que después del partido entre Kansas City y los Carneros de Los Ángeles se comentaba que habíamos visto el futuro de la NFL con ofensiva abiertas y partidos de muchos puntos. El cierre de temporada ha sido diferente. Los equipos que nadie querrá enfrentar en playoffs son los que corren bien y son duros defensivamente, en particular Seattle, ya clasificado, y Baltimore, actual líder de división. Como el título de la película de los '80s, vamos de regreso al futuro. Para defender ofensivas abiertas los equipos se han abastecido de linebackers ligeros y rápidos y han aumentado el número de jugadores en las defensivas secundarias. La manera de atacar este estilo nuevo de defensiva es corriendo con poder y nadie lo está haciendo mejor que Seattle y Baltimore. Baltimore necesita todavía calificar y tiene una prueba muy dura contra Cleveland. No han olvidado lo que pasó el año pasado.

En esta nota he mencionado a Indianapolis, Seattle y Chicago. Hago alusión a estos equipos cuyos entrenadores, deberían terminar como 1º, 2º y 3° lugar en la votación de entrenador del año. Matt Nagy es buena opción, pero heredó un equipo con una gran defensiva y luego le llevaron a Khalil Mack. Ofensivamente, contaba también con varias piezas fundamentales. Ha hecho un gran trabajo manteniendo el nivel defensivo, estableciendo un ataque eficiente, pero principalmente, habiendo creado un ambiente positivo y ganador en el vestidor. Se ve que este es un equipo en el que existe armonía y en el que disfrutan cada día de la semana y cada partido que juegan.

Pete Carroll ha hecho el mejor trabajo de su carrera. Empezó por despedir a sus coordinadores y a Tom Cable, el coach de línea ofensiva. Reestructuró esta unidad y regresó a la fisonomía de correr con poder.

Nadie entró a la NFL con menos expectativas que Frank Reich, quien ni siquiera había sido la primera opción de Indy. Obtuvo el puesto después que Josh McDaniels cambió de opinión. Hubo reportes de que McDaniels había contratado a Matt Eberflus como coordinador ofensivo y a John DeGuglielmo para la línea ofensiva. Reich decidió retenerlos y tanto la defensiva, como la línea ofensiva, han sido fundamentales en el éxito de los Potros. Había también la incertidumbre respecto al estado físico de Andrew Luck y la falta de talento en muchas posiciones, principalmente de la defensiva. Empezaron 1-5, y el equipo se pudo derrumbar, pero desde entonces tienen marca de 8-1. Se juegan la clasificación ante Tennessee el domingo por la noche.

Otros que deberán ser considerados para esta designación son Mike Vrabel de los Titanes y Anthony Lynn de Cargadores, quien debió haberlo ganado en 2017. Mi criterio siempre ha sido reconocer al que hace más con menos, y este año ha sido Frank Reich.

Finalmente, el próximo lunes es el “Lunes Negro”, el día en el que ruedan cabezas de entrenadores. Ya perdieron sus puestos Hue Jackson y Mike McCarthy. Anticipo que Todd Bowles de Jets, Steve Wilks de Arizona, Vance Joseph de Denver, Marvin Lewis de Cincinnati y Jay Gruden de Washington se unirán a la lista de despedidos.

Con Bowles, los Jets han sido un equipo desordenado. A Wilks le parece haber quedado grande el puesto, que es el mismo caso de Joseph. Lewis debió haber sido despedido el año pasado, pero los dueños no olvidan lo que fueron los Bengalíes antes de su llegada. El equipo juega con poco espíritu de lucha lo que es señal que el entrenador ya perdió el vestidor. Gruden tuvo una situación complicada con las lesiones de Alex Smith y poco después de Colt McCoy. Hubo bajas fuertes también en la línea ofensiva y nunca tuvieron receptores de calidad. Es posible que le den otro año, pero Dan Snyder no tiene mucha paciencia. Mike Tomlin será evaluado, pero me sorprendería si lo despiden, al igual que Adam Gase de Miami.

Sin más, ¡rumbo a Atlanta!