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La cultura marca diferencias entre los equipos de la NFL

Una de las definiciones de "cultura" de la Real Academia de la Lengua Española es : “Conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial en una época , grupo social, etc.”. En la NFL seria: “Conjunto de modos de vida y costumbres, reglas internas y filosofía de trabajo además de grado de desarrollo físico, técnico y mental para competir semana tras semana”. En pocas palabras, es la manera de convivir y trabajar de un equipo mientras compite a un nivel de alta intensidad.

La calidad de talento no define las expectativas de un equipo. Tener talento sin disciplina, esfuerzo y preparación no conduce al éxito. La cultura de un equipo es poner el beneficio colectivo antes del personal, entendiendo claramente que cada persona tiene una función que desarrollar basada en sus capacidades y compromiso de triunfo.

No es coincidencia que los equipos que son contendientes año tras año tienen una cultura establecida. Aquellos jugadores que no la aceptan son desechados sin importar el nivel de talento que tienen.

Es la responsabilidad del head coach establecer la cultura de un equipo.

Que no se malinterprete, es necesario tener talento para ganar, pero como lo he dicho en otras ocasiones, “el talento fija el piso, y la actitud y la dedicación fijan el techo”.

Equipos que tienen culturas definidas en la NFL son: New England, San Francisco, New Orleans, Seattle, Baltimore, Indianapolis, Kansas City, Philadelphia, Chicago, y LAR. Otros están en proceso de desarrollar culturas ganadoras.

En New England le llaman “The Patriot Way”. Esa manera de operar empezó con Bill Parcells. Cuando Bill Belichick asumió el puesto de head coach en New England llevó a ex jugadores y entrenadores que habían jugado para Parcells. Poco a poco fue integrando jugadores que cumplen con el perfil que tiene definido que requiere jugadores versátiles, con inteligencia de futbol americano, desinteresados y que odien perder.

Eso no quiere decir que los jugadores no tengan personalidad, 'Gronk' es un ejemplo, pero la deben expresar dentro de las normas internas del equipo. Un ejemplo es la reciente suspensión de Michael Bennett, un jugador con una personalidad fuerte, que tuvo un altercado con el coach de su posición y que había manifestado descontento por la manera como lo han estado usando.

Los Pats están invictos, pero seguramente tendrán sus momentos de adversidad más adelante. El castigo que está recibiendo Tom Brady, tarde o temprano tendrá sus consecuencias. Los Gigantes, al igual que Washington, lo golpearon en repetidas ocasiones. A los 42 años de edad, esto es motivo de preocupación, pero será la cultura del equipo los que los sacará adelante.

Sean Payton es otro discípulo de Bill Parcells que tiene carácter fuerte y un control total del vestidor. ¿Cuándo fue la última vez que un jugador cuestionó sus decisiones, le faltó al respeto, o fue protagonista escandaloso en redes sociales? Los Santos sufrieron la lesión de su jugador más importante, Drew Brees, pero desde su baja, han ganado cuatro partidos consecutivos con Teddy Bridgewater. Lo han hecho con una excelente defensiva y con un ataque conservador pero disciplinado. Muchos podrían decir que esa racha se debe sólo a su defensiva. La ofensiva no ha sido protagonista, pero tampoco ha comprometido partidos con errores mentales. Han hecho el trabajo que les corresponde en este momento.

En Seattle, después de perder el Super Bowl de manera dramática contra los Pats, surgieron jugadores molestos que empezaron a ser indisciplinados, en particular Richard Sherman, quien hizo que sus diferencias personales con Russell Wilson empezaran a crear divisiones en el vestidor. Tuvo sus seguidores. Pete Carroll se deshizo de todos ellos en 2018, y con un equipo con talento promedio calificó a la postemporada. Hoy son un equipo que ha estado a punto de perder partidos en Pittsburgh, en casa contra LAR y en Cleveland, pero que encontró la manera de ganar todos esos encuentros. Fue la cultura interna y la mentalidad ganadora lo que los sacaron adelante, aunadas al talento de su líder, Russell Wilson.

San Francisco tuvo dos temporadas frustrantes con Kyle Shanahan empezando 0-9 en 2017, y 1-7 en 2019. No sigo al equipo las 24 horas como sus más fieles fans, pero cuando me ha tocado narrar sus partidos, los reportes que recibo es que los jugadores y entrenadores nunca perdieron la fe en Kyle y que “le protegían la espalda” (got his back) cuando las críticas fueron duras. Muchos fans se molestaron por tantos jugadores de línea defensiva seleccionados en primeras rondas. Su línea defensiva es la razón principal de estar invictos hasta el momento.

Lo prometido es deuda y hace dos semanas quedé en dar mi opinión sobre las expectativas de los 49ers. Un equipo que puede correr y domina a la defensiva tendrá la posibilidad de ganar cada partido. Contra LAR, corrieron en 41 jugadas a pesar de no contar con sus tackles ofensivos titulares y Kyle Jusczyk, el mejor fullback de la NFL y pieza clave en el esquema. Esto es adherirse a la filosofía y cultura del equipo. Me preocupa el desempeño de Jimmy Garoppolo y la falta de un receptor, que no sea ala cerrada, de primer nivel. George Kittle es una tremenda arma ofensiva, pero sin un juego aéreo por lo menos promedio, tendrán dificultades en el cierre tan duro de temporada que tendrán y en playoffs. De ser John Lynch, gerente general del equipo, trataría de obtener a A.J. Green en un canje. Eso ayudaría a Garoppolo como la llegada de Amari Cooper ayudó a Dak Prescott.

En Baltimore, John Harbaugh tomó la decisión de dejar en el partido de comodín a Lamar Jackson, a pesar de que estaba totalmente abrumado y confundido. Antes de esta temporada, no le di muchas esperanzas a Baltimore por la actuación tan desastrosa de Jackson en ese partido, pero vaya que ha mejorado. La filosofía del equipo es correr y jugar bien a la defensiva, y a pesar de que el talento del equipo no es élite, están en el liderato de su división.

Indianapolis es otro equipo con un gran head coach en Frank Reich. Su liderazgo los llevó a playoffs en 2018, a pesar de empezar la temporada 1-5. Este año sufrieron el retiro de Andrew Luck. La gran mayoría de los equipos se habrían desmoronado, pero no los Potros. Siguen en la pelea por el liderato de su división y los veo con las mejores posibilidades de ganarla.

Andy Reid es uno de los mejores entrenadores en la historia de la NFL. Es parte del árbol genealógico de Bill Walsh, pero los entrenadores que han salido de su rama han sido exitosos (John Harbaugh, Ron Rivera, Doug Pederson, Matt Nagy). Dos factores le costaron ganar el Super Bowl en 2018, la falta de un ataque terrestre, lo cual no es por falta de talento, y una defensiva mediocre. Aun así, la cultura que inculca Andy Reid a sus equipos los hace contendientes año tras año. Esta temporada ha tenido lesiones en la línea ofensiva que han propiciado una presión constante sobre Pat Mahomes. A pesar de eso desdeña correr el ovoide, como lo ha hecho a lo largo de su carrera de head coach. De no hacer ajustes a su filosofía ofensiva, las deficiencias en la línea podrían crear una situación en Pat Mahomes similar a la de Andrew Luck en Indy.

Chicago ha decepcionado esta temporada y la razón principal ha sido el desempeño tan pobre de Mitch Trubisky al inicio. Es posible que la semana de descanso haya ayudado a que se recupere de su lesión en el hombro, y a que recupere la confianza. Trubisky tiene talento y es buen líder, pero su capacidad en el juego de pase, leyendo defensivas y tomando buenas decisiones, ha sido cuestionable. Otros quarterbacks han tomado tiempo en desarrollar, un buen ejemplo es Tony Romo. Eso esperan en Chicago. La defensiva es dominante y el ataque terrestre podría ser efectivo, pero en algún momento Trubisky tiene que emerger para volverse serios contendientes. El equipo cree en Nagy y eso podría marcar la diferencia.

Sean McVay es el coach que todo equipo quiere emular. Por eso Matt LaFleur, y Zac Taylor son head coaches. McVay ha tomado decisiones malas. Contra Seattle fue por dos puntos en el tercer cuarto sin éxito. Perdieron ese partido por 29-30. Contra San Francisco, con una línea ofensiva parchada y mediocre, se la jugaron en cuarta en lugar de sumar tres puntos con un gol de campo. Eso demuestra un par de cosas: 1) que su filosofía es agresiva y 2) que ha perdido confianza en Jared Goff quien ha sido un desastre a partir del Super Bowl.

El equipo cree en él y su actitud es por demás positiva. Pasan por un momento de crisis, pero como lo mencioné antes, todos los equipos los tienen y aquellos con una cultura fuerte salen adelante. Las extensiones de contrato a Todd Gurley y Goff parecen haber sido errores. Jugadores que contribuyeron salieron del equipo en 2019. Ahora veremos qué tan buen HC es Sean McVay.

Tres equipos cuya cultura es buena, pero que no han tenido resultados positivos son Pittsburgh, LAC y Jacksonville.

Pittsburgh ha perdido cuatro partidos contra equipos con marca de 20-3. En tres de esos juegos han estado en posición de ganar, pero varios errores les costaron las victorias. Contra Seattle permitieron una conversión cuando los Halcones Marinos tenían una tercera y 16 con poco más de dos minutos en el reloj. En un par de jugadas consiguieron el primero y diez y liquidaron el juego. Contra San Francisco y Baltimore, balones sueltos de James Conner y Juju Smith-Schuster impidieron cerrar los partidos. La defensiva de Keith Butler tampoco ha jugado al nivel que puede hacerlo. Esta unidad cuenta con nueve jugadores que fueron 1as selecciones y puede dar mucho más. Pero no han desistido. Parece que la cultura del equipo es diferente, y no descartaría que terminaran ganando su división.

Con LAC, Anthony Lynn ha sido un gran head coach. Al igual que muchos equipos, pasan por momentos de crisis debido a lesiones en la línea ofensiva y en la secundaria. Lynn y los Cargadores han estado en este tipo de situaciones y han salido adelante.

Es triste ver como en Jacksonville, Doug Marrone y Tom Coughlin están tratando de establecer una cultura, sólo para ser opacados por el dueño Shad Khan. Jalen Ramsey es un jugador con gran talento, pero es un lastre para el equipo. Coughlin y Marrone lo querían canjear, pero Khan se interponía. Con la situación resuelta, falta por ver si los Jaguares serán factor esta temporada.

Finalmente, en el "MNF" entre Detroit y Green Bay, hubo controversia por decisiones de los árbitros, particularmente dos castigos de “manos a la cara” de Trey Flowers. Su mano quizás no estuvo en la cara, pero si en el cuello de David Bakhtiari. Detroit no perdió el encuentro por estos castigos. Varios factores influyeron en el resultado final incluyendo el regalar un primero y 10 al tener 12 jugadores en el terreno de juego, y T.J. Hockenson soltando un pase de touchdown para después patear uno de cinco goles de campo. Matt Patricia está en proceso de cambiar la cultura perdedora de Detroit. Esta transformación no ocurre de la noche a la mañana, pero van por buen camino.

Los árbitros cometen errores, pero raramente son la razón por la que pierde o gana un equipo. No hay ejemplo en la historia de la NFL que demuestre lo contrario. Por malas o controversiales que hayan sido algunas decisiones arbitrales, el equipo perdedor tuvo oportunidades para ganar.