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Bengals deberán sobreponerse a la pérdida del lesionado Andy Dalton

En la NFL te toca. Te toca tarde. Te toca temprano o a mitad del camino, pero de que te toca te toca. Me refiero a los baches en los que cae un equipo. De vez en cuando se dan temporadas como la de los Seattle Seahawks en 2013, en donde no hay contratiempos, pero es raro.

El pasado fin de semana le tocó a los Cincinnati Bengals. Una de las razones de su buena temporada había sido el haber podido evitar lesiones serias. Algunos jugadores habían faltado a partidos por lesiones menores, pero nada como lo que vivieron en los playoffs del año pasado cuando Andy Dalton no contó con A.J. Green, Tyler Eifert y Marvin Jones para el juego de la Rondas de Comodines en contra de los Indianapolis Colts.

Ahora el lesionado es Dalton quien sufrió una fractura en el pulgar derecho. El reporte oficial es que Dalton no requerirá de cirugía, la cual es una buena noticia para los aficionados del equipo, y que su condición será evaluada día a día. Escuchaba un reporte de nuestro colega Trent Dilfer acerca de la importancia del pulgar derecho para un quarterback diestro. De acuerdo a Trent, el pulgar no sólo da estabilidad cuando se aprieta el balón a la hora de lanzar, es también fundamental cuando se entrega el ovoide a un corredor. En cada acarreo, el impacto que recibe este dedo es fuerte, y sucede alrededor de 25 ocasiones durante un partido. En pocas palabras, va a tomar tiempo para que Dalton puede funcionar bien otra vez. No sólo necesita sanar, necesita que el pulgar y la mano estén fuertes. Necesita mantener el ritmo y la sincronización con sus receptores. Será difícil que vuelva a ser el mismo mariscal de campo que estaba teniendo una excelente temporada.

La responsabilidad de la ofensiva recaerá ahora en AJ McCarron, quien completó 22 de 32 intentos con dos touchdowns y dos intercepciones en trabajo de relevo frente a los Pittsburgh Steelers. Nada mal para un pasador que hacía su debut ante un odiado rival de división en un partido de alta presión, y con un plan de juego diseñado para Dalton.

La ofensiva de los Bengals será diferente. Jeremy Hill tendrá que despertar y recuperar el nivel que tuvo al final de 2014. Otro factor que pasó desapercibido ante el impacto de la lesión de Dalton fue la salida de Eifert por conmoción, otra más que sufre en su carrera. Eifert es líder de touchdowns por recepción en la NFL junto con Odell Beckham Jr., y Allen Robinson. Tiene 12, a pesar de que sólo lleva 48 recepciones. McCarron necesitará a un jugador de este calibre dentro de la yarda 20. Cincinnati tiene un plantel repleto de talento. Aún con la baja de Dalton les debe alcanzar para derrotar a los San Francisco 49ers y Baltimore Ravens. Contra los Denver Broncos el panorama es más complicado. El partido contra Denver, en “Monday Night Football”, podría decidir cuál de los dos tendrá una muy requerida semana de descanso. Si Dalton regresa, y si no pierde ritmo, dos “sis” muy importantes, Cincinnati tiene para competir con cualquiera. Si no, sus posibilidades se reducen drásticamente. ¿Quién diría que el jugador más abucheado en Cincinnati antes de esta temporada es por quien ahora doblan las campanas?

Dicen que la base de un equipo contendiente se construye a través del draft. Varios campeones recientes han sido ejemplo de esta filosofía: Seattle, Baltimore, Green Bay Packers y Pittsburgh son ejemplos. La excepción de la regla son los New England Patriots. Los Pats tienen jugadores clave que vinieron del draft, como es el caso de Tom Brady, Rob Gronkowski y 11 otros titulares que escogieron en el draft, pero nadie complementa a sus selecciones con agentes libres y jugadores de otros equipos como lo hace Bill Belichick. No son el tipo de agentes libres como Ndamukong Suh, DeMarco Murray, y en otro año Albert Haynesworth, elementos que acaparan los encabezados pero que desequilibran la estructura de una nómina de equipo. Los Pats rara vez gastan en agentes libres caros. Pagaron 12 millones de dólares por Darrelle Revis en el 2014, pero su impacto en la nómina ese año fue de sólo 7 millones, una ganga para un jugador de ese nivel.

Existe la consigna de administrar sabiamente el tope salarial. Ni el salario del mismo Tom Brady representa más de 14 millones de dólares esta temporada. ¿Gronk? Sólo 8.65 millones. En cambio, han firmado por cantidades módicas a jugadores que no brillaron en sus equipos originales, pero que cumplen con los requisitos de versatilidad y producción que exige Belichick. Brandon LaFell, LeGarrette Blount, Scott Chandler y Danny Amendola son ejemplos a la ofensiva, pero en donde más vemos el impacto de agentes libres productivos y no caros es a la defensiva. El año pasado construyeron una unidad con una defensiva secundaria de primer nivel con Revis y Brandon Browner. Este año el enfoque fueron los siete frontales. Jabaal Sheard de los Cleveland Browns (4 millones de dólares), Jonathan Freeney (1.25 millones), Akiem Hicks (1.259 millones) que llegó en canje con los New Orleans Saints, se unen a Alan Branch (2.25 millones) quien llegó en 2014, y Sealver Siliga (660,000 dólares) firmado en el 2013 para reforzar una unidad que poco a poco se está convirtiendo en una de las mejores de la NFL.

Belichick tiene la última palabra en selección de personal. Su genio no sólo consiste en crear planes de juego innovadores semana tras semana, sino también identificar los jugadores que puedan hacer funcionar esos esquemas a un costo razonable. Este es un factor decisivo que hace a los Pats contendientes año tras año.

Con una semana de descanso, empiezan ya los comentarios de miembros de los medios sobre si el entrenador en jefe Ron Rivera, de los Carolina Panthers, debe o no descansar jugadores para los playoffs. Rivera no puede ganar con este tema. Si juegan y alguien se lastima, fue un irresponsable. Si descansa jugadores y luego pierden en playoffs fue un inepto por interrumpir el ritmo de juego de sus jugadores. Hay otros factores por considerar. Después de la lesión de Kelvin Benjamin, muchos, incluyéndome a mí, no dábamos mucho por ellos. Salieron adelante con una gran defensiva, un quarterback que crece día a día y jugadores de poco renombre pero con mucho carácter y determinación. Están invictos después de trece partidos. Sólo ocho equipos en la historia de la NFL han llegado a esas alturas. ¡Que lo disfruten!

Los miembros de los Panthers están experimentando una temporada especial de las que raramente se dan en la NFL. Tuve la fortuna de vivir una de ellas en 1986, no de un equipo invicto, pero de un equipo especial en una ciudad que no había visto un campeonato en 30 años. Los fans de Carolina NUNCA ha vivido un campeonato. Jamás he sido partidario de descansar jugadores por el sólo hecho de descansar. Si existe una lesión, ni hablar, pero descansar para estar “en plenitud” para la postemporada es un gran error. En 1986, Parcells no lo hizo con nuestro equipo. No sólo mantuvimos un buen nivel en las dos últimas semanas, se acrecentó, y eso nos dio un gran ímpetu para los playoffs. Cuando un equipo está en medio de una racha ganadora y jugando a un nivel especial, hay que seguir, disfrutar y celebrar, pero con clase y deportivismo.

Nunca hay que asumir que el año siguiente la misma situación continuará. Si no, que le pregunten a los Dallas Cowboys.